Querido amigo, de un tiempo a esta parte estoy dando rienda suelta a mi hambre de experiencias virtuales, devorando con fruición varios juegos que tenía pendientes y pasándomelo como un enano. Además ahora he descubierto las pajitas, ya sabes, para disfrutar de una refrescante Coca Cola sin quitarme las gafas.

He pensado que debía escribir un artículo sincero recomendando la compra de PlayStation VR. No porque a estas alturas vaya a ser un éxito, habiéndose quedado a medio gas. Y por favor no pienses que soy uno de esos fanboys que recomiendan a ciegas su aparato, en el fondo aterrorizados ante la idea de haber pinchado con su inversión.

Esto es distinto. Sigo viendo mucho escepticismo ante esta "nueva" tecnología y me doy cuenta de que la gente se la está perdiendo sin tener ni idea. Pero incluso si estás interesado en la realidad virtual, es probable que a estas alturas ya hayas decidido esperar a unas previsibles PSVR 2.

Este artículo es tanto para los escépticos como para los indecisos. No pienso enumerar la típica lista de mejores juegos que puedes encontrar en cualquier sitio, sino que voy a dejar en el aire las sensaciones que evocan, para que tú mismo valores si merece la pena sentirlas comprando PlayStation VR aún hoy. Bien, vamos allá.

Diez sensaciones memorables

1 - Cenar con los Baker

Puede que, si eres lo bastante friki, hayas visto La Matanza de Texas, la original de Tobe Hooper. Es una peli tan cutre en lo técnico que a la vez es extremadamente realista, lo cual en un film de estas características resulta turbador.

Cuando me encontré amarrado a la silla, en la mesa de los Baker, no pude evitar recordar esa mítica cena con Cara de Cuero, el abuelo medio momificado y toda la patulea de chalados psicópatas. Estaba realmente ahí.

El juego por cierto es Resident Evil 7, una rara avis de la realidad virtual en cuanto Capcom debía de pensar que lo iba a petar, dando a su buque insignia soporte completo para esta tecnología.

En su día ya redacté un análisis específico de Resident Evil 7 en VR, así que échale un ojo para entender a qué me refiero.

2 - Comerse el mundo

O mejor dicho comerse el universo, gracias al soporte completo para realidad virtual de No Man's Sky. Un título que prometía mucho y empezó con mal pie, pero que no ha dejado de mejorar gracias al encomiable soporte de Hello Games.

¿Qué decir cuando tienes toda una galaxia por descubrir? ¿Qué te parece si lo haces tú personalmente, en vez de verlo todo desde una pantalla? Lo peor que se puede decir de No Man's Sky es que, si le dedicas el tiempo que merece, probablemente te pierdas muchos otros juegos.

Ya lo decía Sean Murray, que la adaptación a VR de No Man's Sky sería lo más parecido al "perfecto sueño de la ciencia ficción". Y tenía razón.

3 - Conocer, por fin, Tamriel

Muy pocos juegos consiguen que te detengas para contemplar el horizonte y la belleza que se abre ante ti. Skyrim ya lo hacía en la televisión, pero en realidad virtual directamente echas en falta poder hacer una hoguera, tumbarte a merced de la brisa y contemplar las estrellas.

Un mundo precioso a tus pies, nunca mejor dicho, lleno de magia y misterio, de monstruos y dragones, de lugares recónditos, de héroes y villanos. Un mundo pensado para que vivas la mayor de las aventuras, ahora desde dentro.

Si tienes una PlayStation 4 y nunca has jugado a Skyrim, ni siquiera deberías seguir leyendo este artículo: corre a comprar PlayStation VR con los ojos cerrados. Si ya disfrutaste de la obra maestra de Bethesda, recuerda que ahora puedes hacerlo como nunca antes, y por cierto con todas las expansiones incluidas.

Para saber más sobre esta experiencia puedes leer nuestro análisis de Skyrim VR.

4 - Reírse de los juegos de coches

Lo sé amigo, suena duro, osado, algunos pensarán que soy un flipado, ¡cuántas horas con Forza o Gran Turismo! ¡Pues anda que no me he pegado yo vicios! Y sin embargo eran eso: simples juegos que miras en una pantalla, coches de mentira que manejas desde el sofá de tu habitación.

Olvídate. Entra en la carlinga de tu bólido anti-gravítico, enciende los motores, siente ese zumbido característico mientras oscilas levemente, observa a tus contrincantes, agarra los controles, aprieta los dientes y... ¡sal disparado a toda velocidad!

Sony nos sorprendió dando soporte completo para VR a WipEout Omega Collection. Incluso desde el mundo del PC se ha alabado la suavidad y la calidad visual de este formidable juego de carreras futuristas en PSVR, todo un imprescindible.

5 - Subirse en el auténtico tren fantasma

Until Dawn: Rush of Blood fue el primer juego que probé en realidad virtual, ése que me hizo repetir "¿pero qué es esto?" una y otra vez como un bobo, y el principal responsable de que apenas pudiera esperar unos días para hacerme con mis PlayStation VR.

Los más veteranos tal vez recordéis los dibujos animados de Dragones y Mazmorras, donde unos chavales se subían al típico tren fantasma en un parque de atracciones y terminaban siendo transportados a un mundo fantástico. Pues bien, en Until Dawn: Rush of Blood no vamos a bajarnos del carrichoche, siendo un juego sobre raíles, pero sí vamos a adentrarnos en unos entornos alucinantes que desbordan imaginación por los cuatro costados.

A ver, no sé si me explico... Volviendo al parque de atracciones, te subes al trenecito de marras y aparece el típico muñeco de goma con un ruido para asustarte. Vale, ahora imagina que ese muñeco es un monstruo real que tienes a un metro y tú sostienes dos escopetas recortadas.

6 - Mirar a Mario y a Sonic con ternura

Madre mía, ¿qué clase de afirmaciones osadas son éstas? ¡Hablamos de personajes legendarios de la historia de los videojuegos!

No discuto que tanto Mario como Sonic nos han regalado juegos míticos e incluso soy consciente de que ambos han sido, son y serán mucho más famosos que Astro Bot. Pero quien pruebe la obra maestra del mismo nombre, merced a Japan Studio, no podrá evitar acordarse de Mario y Sonic con cierta ternura, como el que observa a esos chiquillos jugando felices en el parque.

Ya lo dije en nuestro análisis de ASTRO BOT: Rescue Mission, para el que quiera echarle un vistazo: estamos ante uno de los mejores títulos de plataformas que se han hecho, sencillamente porque la realidad virtual te mete dentro del juego y te hace sentir más cercano al protagonista de lo que una televisión podrá conseguir jamás.

Música magistral, gráficos ingeniosos, carisma desbordante, jugabilidad a prueba de bombas, bosses míticos, retos desafiantes... ASTRO BOT: Rescue Mission lo tiene todo, pero sobre todo te permite ser el co-protagonista.

7 - Cuidar de una mascota entrañable

PlayStation VR está copado de juegos indies, la mayoría de los cuales no pasan de curiosidades. Pero a veces entre las producciones independientes destacan algunos títulos, como podrían ser Limbo, Fez, Shovel Knight o Cuphead.

En la realidad virtual de Sony tenemos nuestra particular joya indie: Moss, juego que tuve el gusto de analizar y que supone una experiencia tan íntima como memorable.

Moss es lo más parecido a abrir un libro de cuentos, de esos que lees a los niños mientras te maravillas de lo fascinados que se quedan con las imágenes y las historias. Pues sé un niño y déjate arrastrar dentro del cuento junto a Quill, un personaje adorable.

8 - Vivir el apocalipsis zombi

Tal vez seas uno de esos jugones que no le perdonan a Resident Evil su cambio de rumbo y echan de menos las infestaciones de zombis. Pues quédate tranquilo, porque The Walking Dead: Saints & Sinners viene a traerte precisamente eso.

Un título de primer orden que ha llegado a PlayStation VR desde la realidad virtual de PC con todos los honores y no es para menos, pues está considerado unánimemente como una magnífica adaptación.

Siente los Move como nunca antes para manipular, golpear, tensar y agarrar, enfrentándote a esos malditos muertos vivientes por toda la ciudad en un juego largo y profundo, con una estética que recuerda a los juegos de Telltale.

Vas a flipar con la ambientación, tanto en espacios abiertos como en interiores, con el nivel de interacción, con las partes de sigilo casi agónico y con esas zonas donde todo se vuelve un caos porque, amigo mío, ésta vez sí vas a sentir en tus carnes que están a punto de devorarte.

9 - Meterse dentro de un videojuego

Estás dentro del juego: éste es el reclamo típico de la realidad virtual. Aparte de ser totalmente cierto, pocas veces esta afirmación es tan acertada como al referirnos a Borderlads 2 VR, una grata sorpresa con la que tal vez pretendían devolver la saga a la actualizad antes de lanzar Borderlands 3. Sea como sea, ¡gracias Gearbox!

El estilo tan característico de Borderlands 2 VR, con esos personajes de dibujos animados y ese cel shading tan marcado, te recuerda en todo momento que estás en un videojuego aunque lo vivas desde dentro, lo cual es una sensación distinta que merece la pena.

Con este título tienes horas y horas de vicio para recorrer un mundo de chalados, tan divertido como estimulante, siguiendo la trama principal o las decenas de misiones secundarias.

Además, si usas el Aim Controller como sin duda deberías, te vas a poner morado mirando, manipulando y girando las cientos de armas disponibles que posiblemente son el sello de identidad más característico de la saga.

Y un regalito de Gearbox: nada más instalar el juego no te olvides de ir a la sección de DLC en la Store, ya que tienes más de 13 GB de contenido adicional totalmente gratis.

10 - Ser clonado

No quiero olvidarme en esta lista del último juego que he tenido el gusto de catar y que también analizamos muy positivamente en la web, me estoy refiriendo a The Persistence.

Imagina algo así como quedarte atascado en una zona de Dark Souls, pero trasládalo al futuro, en una nave espacial atrapada en un campo gravitatorio al que se precipita inexorablemente. Ahora imagina que, aparte de tu propia experiencia como jugador, para salir al paso necesitas mejorar tus habilidades y equipo, recolectando por el camino valiosos materiales a la vez que te enfrentas a tu propia tripulación: aberraciones mutantes cuyo proceso de clonación ha salido terriblemente mal.

Imagina que tú mismo eres otro clon, el único cuya cápsula no ha sido corrompida, y que vas desechando tus cuerpos a medida que mueres una y otra vez, conservando sin embargo todos los recuerdos de tus breves vidas. ¿Sigues siendo tú? ¿Todavía eres una persona? Imagina esta sensación de agobio en un entorno generado proceduralmente, con un montón de retos por cumplir en cinco niveles bien diferenciados.

Bien, ahora ponte las gafas y deja de imaginar.

Bonus

Para este artículo he elegido juegos de primera línea, que suponen EXPERIENCIAS en mayúsculas. Es decir no curiosidades o las llamadas experiencias tan habituales en la realidad virtual. Lo he hecho así porque creo que, si trato de dar argumentos, deben ser los de mayor peso.

Sin embargo quisiera dedicar un último apartado a modo de bonus para otros diez juegos que, si bien por sí solos tal vez no merecen la compra de PlayStation VR, ningún usuario de las gafas debería pasar por alto. Vamos con ellos.

X-Wing VR Mission. Un recordatorio de lo que las third parties podrían haber hecho con la realidad virtual y, si vemos el vaso medio lleno, un ejemplo de lo que tal vez sea el día de mañana. ¿Te has preguntado cómo es eso de pilotar uno de los míticos Ala-X en La Guerra de las Galaxias? Lo sabrás durante los 20 minutos épicos que dura esta experiencia.

Batman Arkham VR. Como en el caso anterior, un atisbo de lo que supone poner los recursos de un triple A al servicio de la realidad virtual, aunque por desgracia el juego entero dura poco más de una hora. Ahora bien, si quieres sentirte como Bruce Wayne en la armadura del murciélago ésta es tu oportunidad.

Superhot VR. No me parece el juegazo que algunos pretenden, pero es original un rato, haciéndote sentir como Neo en Matrix. Igual si hubieran pedido la licencia podrían haberle dado esa estética de líneas verdes y lo habrían petado, porque la idea es muy buena.

DiRT Rally. Otro juego de primera línea que dio soporte completo a la VR y que he estado a punto de incluir en la lista principal, porque es lo más parecido a meterte en la piel de Carlos Sainz. Se queda fuera por una adaptación algo ruda, sobre todo a PS4 base, ya que la versión para PS4 Pro incluye efectos atmosféricos adicionales.

Farpoint. No podía faltar. Fue el juego que introdujo el magnífico Aim Controller y el primero que nos permitió sopesar un arma y sentir su verdadero poder. Además recibió varios DLC gratuitos que ampliaron su oferta de modos, arsenal y mapas. Un título que tal vez no llegó donde pretendía, pero merece ser jugado.

Blood & Truth. Como en el caso anterior, este juego de London Studio no ha llegado a ser todo lo que prometía, pero un servidor se lo ha pasado en grande mientras lo jugaba. Lo más parecido a vivir en primera persona una peli de acción, tiroteos y explosiones.

Tetris Effect. Pocos juegos pueden presumir de conservar la misma fórmula durante no sé cuántos años. Tetris lo hace. Con la realidad virtual no es que cambie nada, pero lo verás como nunca antes.

Rez Infinite. Un veterano que ya de por sí encandiló a muchos aficionados, cuya adaptación a la realidad virtual se siente tan natural que ya no puedes imaginarlo de otra forma. Lo más parecido a soñar despierto.

Doom VFR. Otro que podría haber estado en la lista principal, siendo un juegazo, largo, exigente y muy adictivo, con unos gráficos por todo lo alto. Lástima que nunca parchearan lo del lanzagranadas. Pero vamos, que ni Doom Eternal ni gaitas.

Here They Lie. Tiene una implementación de la realidad virtual incipiente que nunca se dignaron a mejorar con un parche, pero no me extrañaría que acabe siendo visto como una obra de culto. Here They Lie es lo más parecido a forrarse a hongos alucinógenos y flipar ante el mundo que se abre ante tus ojos, en un viaje demencial e irrepetible.