Hace unos días conocíamos la noticia de una muerte sin anunciar pero más que prevista: PS3 cesa su producción en Japón. Aunque en el resto de territorios no se ha confirmado nada todavía, solo es cuestión de tiempo que Sony ponga el punto y final a su consola de la anterior generación.

En Sonyers hemos querido adelantarnos y despedirnos con un homenaje especial a un producto que nos ha proporcionado tantísimas horas de entretenimiento, pues a pesar de que en este mundillo el futuro es lo más importante para las empresas, podemos considerarnos un colectivo que ama con locura y nostalgia lo que en otra época fue lo mejor para nosotros.

La PlayStation 3 saldría a finales del año 2006 en Japón y Norteamérica, y un poco más tarde en el resto del mundo, con un lanzamiento lleno de polémica dado su alto precio. Aunque en un principio se auguraba un posible fracaso, parece ser que Sony supo reaccionar rápido con una serie de rebajas y adaptaciones que hicieron una muy buena competidora en la séptima generación de consolas, vendiendo finalmente más de 85 millones de sistemas. Desde luego, no son pocas.

Nuestro homenaje a esta bestia que en el momento del lanzamiento estaba todavía por descubrir es en forma de agradecimiento, por todas las horas que hemos pasado delante del televisor con un DUALSHOCK 3 en la mano. Y como probablemente no podríamos hacer una entrada con una extensión aceptable si habláramos de nuestra experiencia en general, hemos decidido hablar del juego que marcó la generación de nuestros redactores en Sonyers.

Demon's Souls (Sonny-Station)

Yo he escogido directamente y de cabeza el Demon's Souls. Cuando fue anunciado, era un juego condenado a pasar si pena ni gloria, creado por un estudio que entonces no era ni remotamente lo famoso que es ahora. Fue un amigo, un jugón muy hardcore, quien me habló del juego, poniéndolo por las nubes con una seguridad que me llamó la atención. Por entonces ni había salido, y tan sólo se podían ver algunas fotos en revistas.

Tras hacer caso a mi amigo, cuando metí el disco en mi venerable PlayStation 3, no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. Sólo sabía que el juego era de tipo RPG y bastante oscuro en su ambientación. Pero nada me había preparado para su inconfundible y maravilloso estilo.

Demon's Souls enganchaba a base de matarte, y enganchaba una barbaridad. En todo momento tenías la sensación de ser como un ratoncito en medio de un enorme laberinto, luchando por sobrevivir en cada esquina, resucitando, aprendiendo y mejorando. Su impresionante diseño de niveles, su elevada dificultad y sus mecánicas se combinaron para dar nacimiento a un nuevo tipo de juego inconfundible, para el que de hecho se debería inventar un nombre. Después le siguieron otros, tanto de From Software como de otras compañías, pero quienes jugamos a este primer Demon's Souls lo atesoramos en el baúl de los recuerdos.

God of War III (DAFF-MENN)

Posiblemente uno de los juegos más importantes para esta plataforma fue God of War III, la tercera y ultima parte del viaje de venganza del fantasma de Esparta, Kratos. Un título al que guardamos yo y mis compañeros de Sonyers un cariño especial. Gráficamente fue un bombazo, tenía grandes momentos de espectacularidad, un sistema de combate inmejorable y ponía un broche de oro a una de las trilogías mas importantes de PlayStation.

Si tuviese que quedarme con un nivel del juego, sin duda escogería la batalla contra Cronos. Cuando quería convencer a un amigo para que comprase la PlayStation 3 le enseñaba este combate. No fallaba.

Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots (Jose QB)

Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots es uno de esos títulos que hacen grande a una consola. La saga ha dejado huella en cada una de las generaciones por las que ha pasado y esta cuarta entrega no ha sido menos.

Su épica historia, el carisma de los personajes, los guiños a entregas pasadas y un sistema de juego que presentaba mecánicas hasta su momento nunca vistas, hicieron de Guns of the Patriots un auténtico regalo para los seguidores de la saga.

Aunque después vinieron más entregas, cuenta con el final de uno de los personajes más emblemáticos del medio y con un cierre que ya es historia del videojuego. Nunca olvidaremos a Solid Snake.

Ni No Kuni: La Ira de la Bruja Blanca (franmoreno1986)

Sin duda, uno de los grandes RPG que nos dejó Playstation 3. El estudio Ghibli y Level 5 nos dejaron boquiabiertos con un aspecto visual de cuento, complementado por una épica banda sonora y una historia muy bien hilada y nada infantil.

El viaje de Oliver y Drippy supuso una alternativa fresca y original a Final Fantasy XIII y sus secuelas con un sistema de combate ágil y asequible para todos los jugadores, basado en el entrenamiento y evolución de criaturas (los únimos), además de una duración de unas 40 horas y muchas tareas secundarias por cumplir.

The Last of Us (Sergio P.C.)

Me sigue sorprendiendo, unos años después, que con un tema tan recurrido tanto en el cine, las series y los videojuegos, The Last of Us consiguiera hacerse un hueco en ese espacio reservado para los juegos de culto.

La historia de Joel y Ellie se basa no solo en la supervivencia, si no en los valores de la amistad y el respeto. Una narrativa exquisita y unos cuantos giros de guión hacen que para mí, fuera el juego que más disfruté de la pasada generación.

No veo el momento de ponerle las garras encima a la segunda parte, que con solo ser la mitad de buena que la primera, se convertirá en un imprescindible de los videojuegos de por vida.

Red Dead Redemption (David Gómez)

Aunque Red Dead Redemption no es un juego exclusivamente perteneciente a PlayStation 3, sí que marcó una generación de jugadores que se lanzaron a la aventura del oeste de Rockstar.

El juego nos ponía en la piel de John Marston, uno de los personajes más carismáticos que los videojuegos han dado, un forajido en su afán por salvar a su familia secuestrada por los federales, a cambio a de entregar a sus antiguos compañeros.

El título es el mejor exponente del oeste que los videojuegos han dado proponiendo tabernas, salas de juegos, prostíbulos e incluso el México de aquella época envuelto en dos bandos enfrentados por la Revolución. Todo ello bajo un mundo abierto que descubrimos con nuestro caballo, una fauna digna de nuestra realidad y un arsenal que redondeaba el realismo del juego. Red Dead Redemption no sería un juego exclusivo pero sí que rondó nuestra biblioteca junto a tantos y tan buenos juegos como tuvo nuestra querida PlayStation 3. Adiós, vieja amiga.

Uncharted 2: El reino de los ladrones (Javitxu)

El primer Uncharted ya apuntaba maneras, pero con la segunda entrega protagonizada por el carismático Nathan Drake, uno de los grandes iconos de PlayStation, encumbró a Naughty Dog como uno de los mejores estudios del mundo y no hubo nadie que no reconociera lo evidente: Habían creado una obra maestra.

Uncharted 2 lo tiene todo, un guión intenso y emocionante, una jugabilidad variada donde cada pieza encaja y una calidad gráfica que dejó claro que técnicamente PS3 no tenía rival. ¿Quién no recuerda la famosa fase del tren en marcha y su brutal final con el helicóptero? ¿O la llegada a Shambhala?

PlayStation 3 tuvo muchos juegos que por sí solos justificaban la compra de la consola y Uncharted 2 fue uno de ellos. Este Indiana Jones moderno sentó las bases que más tarde otros querrían imitar. Como diría Sully: "Buen intento chaval, pero no cuela".