Hoy estaba repasando mis viejos artículos, cosa que a veces disfruto haciendo, y me he dado cuenta de cómo pasa el tiempo y de cómo cambia nuestra percepción.

En mis reflexiones sobre el último Showcase hablaba de algunas cosas curiosas: decía que Final Fantasy XVI me ponía los pelos de punta en el buen sentido, cuando ha terminado por ser toda una decepción, o me preguntaba dónde estaba Stellar Blade, que sin embargo llega en nada.

Con respecto a PSVR2, me vanagloriaba de no haber picado el anzuelo cuando, por mi análisis de Arizona Sunshine 2, debéis de saber que ya lo tengo.

Efectivamente, para mí el pistoletazo de salida lo marcó el modo VR de Resident Evil 4. No su anuncio, sino tenerlo ahí en la PlayStation Store listo para descargar. Por si las moscas.

¿Y esta desconfianza?

La tuve desde que anunciaron, con un orgullo necio refiriéndose a su nueva y revolucionaria tecnología, que el nuevo visor no sería compatible con el anterior. Ahí supe que nacía herido de muerte.

Estás luchando por implementar algo cuyo potencial es asombroso y ya has recorrido un buen trecho con tu primer HMD. Lo coges, lo tiras todo al cubo de la basura y te dispones a empezar de nuevo. ¡Bravo!

Lo grave del asunto, ahora lo sabemos, es que para ese reinicio Sony no puso a ninguno de sus estudios a trabajar en juegos de PSVR2, aparte de los anunciados de salida. ¿En qué pensaban entonces?

Yo lo tenía claro desde un principio: la intención con esta segunda iteración era estar ahí por si acaso, por si la realidad virtual daba la campanada. De haber tenido algo en desarrollo, era imposible que no lo mostraran.

Evidentemente la retrocompatibilidad requería un esfuerzo adicional, pero nunca llegué a entender por qué, manteniendo la PS Camera e incluso los Move, y soportando PS5 los juegos de PSVR, no pudieron o mejor dicho quisieron implementar en las gafas unos simples LEDs para un modo retrocompatible.

Había mucha gente indecisa, que no se había terminado de lanzar con el primer visor y esperaba al segundo para dar el salto. Imagina estrenarse con Astro Bot, Star Wars: Squadrons, Resident Evil 7, Borderlands 2, The Persistence, Doom 3, Farpoint, WipEout Omega Collection, Dreams, Doom VFR o Skyrim.

Ahora imagina ver esos juegos en la pantalla 4K OLED de PSVR2, con supersampling y todos los beneficios de PS4 Pro. Pues nada chico, parece que los responsables en Sony no se lo imaginaron...

Luego estaban los inocentes que no pueden faltar, afirmando con una seguridad fruto del autoengaño que se estaba trabajando en adaptar todos los juegos de PSVR, cuando en realidad han sido unos pocos.

Aún así, unos pocos es mejor que nada. Quien decida inaugurar la realidad virtual con PSVR2 podrá catar títulos del anterior visor como No Man's Sky, Moss, Rez Infinite, Tetris Effect, Beat Saber, Red Matter o Pistol Whip, que si bien no tienen el peso específico de los que se han quedado en el tintero, al menos se han rediseñado para el nuevo hardware y suponen una digna puerta de entrada.

Con todo en mi caso, habiendo ya probado estos juegos, sabiendo del poco apoyo por parte de Sony, aún así he comprado PSVR2. ¿Soy bipolar o qué?

No amigos, sencillamente soy un tipo que esta vez sabía muy bien lo que estaba adquiriendo, y aún así le compensó.

Aquellos de vosotros que tengáis unos cuantos lustros a vuestras espaldas, tal vez podáis entender lo que mucha gente describe al probar la realidad virtual: ilusionarse como un niño.

Para mí eso no tiene precio. Por ejemplo haber conducido un Corvette en el circuito de Daytona... ¿cuánto cuesta? ¿Qué valor le pones a contemplar a Lady Dimitrescu en todo su esplendor? ¿Y a ser León en busca de la hija del Presidente? Nunca me cansaré de decir que lo vives, que tú eres el protagonista, en definitiva que estás ahí dentro.

Tres juegos me bastaron, porque Horizon: Call of the Mountain nunca me ha llamado, aunque supongo que lo acabaré probando.

El resto ya sabía que serían indies más o menos afortunados y, quien sabe, cualquier sorpresa que quieran darnos. Por lo pronto ya tengo la vista puesta en el próximo Metro.

Mientras, en Bloomberg dejan caer que se ha interrumpido la fabricación de PSVR2 y en Sony no salen a desmentirlo, pero no me preocupa. Sé para qué he comprado el casco y en lo que a mí respecta ya está amortizado, aunque entiendo que no es apto para todos los bolsillos. Que esa es otra: ¿rebajas o bundles? Ni rastro...

Ahora cobra más sentido la intención de Sony, que consiste en permitir el uso de su HMD en ordenadores ante las bajas ventas. Habrá que ver si esto supone abrirlo a juegos de terceros, como un simple periférico, o si pretenden tener su propio ecosistema.

Quién sabe, igual Apple lo peta, pero sospecho que, mientras la realidad virtual no sea como ponerse unas gafas de ver, la tecnología no va pegar el salgo que sin duda merece.

Aquí no estamos analizando mucho de PSVR2 porque no hay nada reseñable y porque el tiempo de contentarse con cualquier indie ya pasó, aparte de que nadie se preocupa por elaborar un calendario de juegos para realidad virtual en condiciones. Pero sabed que el viejo Sonny está presto para desgranar cualquier novedad que lo merezca, ojalá acaben siendo muchas.