Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Plaion España. Juego disponible en PCVR, PLAYSTATION VR2 (versión analizada) y QUEST.
Introducción
Allá por 2016, cuando la realidad virtual todavía era algo novedoso, más nutrida de experiencias que de juegos propiamente dichos, un título destacó entre el resto: hablamos de Arizona Sunshine.
Aquel shooter de Vertigo Games no es que fuera nada del otro mundo, pero la idea de enfrentarnos a icónicos zombis en VR prometía, aparte de que el juego era bastante largo y divertido.
Mención especial para el delirante y surrealista doblaje al español que recibió Arizona Sunshine, afortunadamente en sintonía con su tono desenfadado.
Pues bien, nada menos que siete años han pasado hasta que Vertigo Games se ha decidido a traernos la secuela: Arizona Sunshine 2. En el transcurso la tecnología ha avanzado considerablemente, así como el catálogo de los distintos visores.
Por tanto, ¿vuelve a ser Arizona Sunshine 2 el referente de antaño, o ha perdido fuelle con el paso del tiempo? Acompañadme para descubrirlo.
¡Vámonos de zombis!
Somos un tipo soez, sobrado, vacilón y chuleta, digno aspirante a Duke. Somos, de hecho, el mismo protagonista de la primera entrega, esta vez refugiado en su caravana en medio de ninguna parte.
Por lo visto el piloto del helicóptero que nos rescataba al final de la anterior aventura ya estaba infectado, y a partir de ahí os podéis imaginar el percal.
Irónicamente, nuestro periplo esta vez empieza con un nuevo accidente aéreo que da al traste con nuestras defensas y parapetos, exponiéndonos a la invasión zombi y obligándonos a emprender la huida.
No tardaremos en dar con la principal novedad de esta segunda parte tras encontrar a Buddy, un fiel pastor alemán que nos acompaña en todo momento.
Buddy puede atacar a nuestra señal, guardar equipo e incluso colarse por algunos huecos para traernos objetos en principio inalcanzables. Y sí, ¡también juega a la pelota!
Malditos Freddys
En esta peculiar aventura, ambientada en los entornos semi desérticos y rednecks de la américa profunda, los zombis son llamados Freddys, y la verdad es que están hechos un cuadro.
Hombres y mujeres, gordos y flacos, con bufanda o bañador... todos tienen algo en común: su estupidez superlativa y el apetito voraz por la carne humana.
Arizona Sunshine 2 no dista mucho de la primera parte y propone un recorrido en busca del llamado paciente cero, es decir el portador original de la cepa vírica. Por el camino enfrentaremos a los muertos vivientes básicamente de dos maneras: matándolos casi a voluntad mientras gimotean torpemente, o bien pertrechándonos ante las oleadas ocasionales que nos salen al paso.
Realmente no hay mucho más, ya que el juego tampoco se molesta en introducir puzles, coleccionables, desafíos o en definitiva una cierta variedad jugable.
Aquí se trata de avanzar a lo largo de una serie de escenarios mientras damos uso a distintas armas para volar tapas de sesos, cercenar miembros y, por qué no, hacer explotar grupos enteros de zombis cual piñatas.
Al igual que la primera parte, Arizona Sunshine 2 también nos permite disfrutar de todo este desenfreno sangriento con un camarada, que siempre se agradece.
Modo horda
Puede que hasta ahora no haya quedado muy claro de qué va Arizona Sunshine 2. Vale, avanzamos por diversas localizaciones con varias armas, vamos matando zombis por el camino, ¿y...? Y ya.
La obra de Vertigo Games es lo contrario al concepto de ambición, siendo extremadamente continuista, y en este sentido, a qué negarlo, no habiendo siquiera rozado las expectativas de la comunidad.
Pero tenemos el modo horda amigos. Así, solos o acompañados por otro intrépido aventurero, podemos entrar en arenas diseñadas para la ocasión donde los zombis nos acechan en distintas oleadas, a cada cual más voraz.
Es entonces cuando entiendes que en eso consiste Arizona Sunshine 2, y que el modo historia es una simple excusa, cogida con alfileres, para disimular la matanza indiscriminada de zombis en un frenesí homicida.
El modo horda, sobre todo a dobles, resulta más honesto y adictivo que la anodina exploración del modo historia, retándonos a sobrevivir y superar nuestras mejores marcas.
Apartado técnico
En cuanto a gráficos, sería engañarse negar la naturaleza indie de este desarrollo. A destacar la recreación de la armas y, en menor medida aunque dentro de lo digno, de los enemigos.
Los escenarios por el contrario adolecen de complejidad, siendo como decorados con muchos costuras a poco que uno se fija, excepto en unas pocas localizaciones donde rayan a buen nivel.
Con respecto al apartado sonoro, la música está muy poco inspirada, aunque los efectos cumplen. Es una pena que no tengamos de regreso al característico doblador de la primera parte, ya que esta vez las voces están en inglés, eso sí subtituladas en español.
La implementación de los mandos Sense es simplemente correcta, pero no será raro intentar recoger objetos en vano, con la consiguiente frustración. Aprovecho para decir algo a todos los VR whores y estirados de la realidad virtual: NO hay tanta diferencia con los Move.
Conclusión
Arizona Sunshine 2 no se acerca, ni de lejos, a lo que algunos habían pretendido que fuera. Hablamos de un juego muy poco ambicioso, continuista y repetitivo hasta decir basta, con un lavado de cara que no refleja el paso de siete años.
Si se toma como el típico shooter de oleadas, y no como una aventura, resulta bastante redondo, de ahí que el modo horda parezca más coherente, accesible y disfrutable. Ahora bien, es lo que es.
En definitiva un juego claramente superado por otras propuestas de realidad virtual, en un mercado que ha avanzado mucho más rápido que la visión de Vertigo Games, me temo.
