Hace algunas semanas les informábamos sobre el escándalo que acontecía en el mundo de los videojuegos. Cuando Luis Quintans, CEO de Badland Publishing se situó en la mira de todos los medios comunicadores de noticias gaming. Esto sucedió tras la denuncia hecha por Dan Adelman y Limited Run Games en torno al juego Axion Verge.

En la denuncia, que fue llevada a la justicia, tanto el productor de Axion Verge como la empresa Limited Run Games acusan a Badland de estafa e incumplimiento de contrato. Ambas denuncias lograban superar, en conjunto, los doscientos mil dólares.

Badland respondió, pero los problemas continuaron

Ante esta situación, Luis Quintans, CEO de Badland Publishing, emitió un comunicado en su cuenta de twitter respondiendo a las acusaciones. Además, Badland Publishing también emitió otro comunicado aparte. En ambos declaran que la empresa pasó por una época difícil económicamente y legalmente está declarada en bancarrota, con lo que los controles sobre su patrimonio ya no están en sus manos. También expresan que siempre tuvieron intención de pagar las deudas correspondientes y han tratado por todos los medios de llegar a acuerdos amistosos de pago.

Sin embargo, Luis Quintans, a quién nombraron durante septiembre de 2017 presidente del DEV (Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento), renunció al cargo el día de ayer. El DEV emitió un comunicado de prensa al respecto:

Nuevo Presidente, nuevo escándalo

Sucede que no es la primera vez que un presidente del DEV se retira en medio de un alboroto. El predecesor de Quintans, Ignacio Pérez Dolset, también se retiró del cargo luego de resultar imputado en la Operación Hanta, una operación contra un fraude de subvenciones millonario llevada a cabo a mitades de 2017.

Ahora las riendas las tomará el vicepresidente de la Asociación. En poco tiempo se abrirá el proceso para seleccionar a una nueva persona para el cargo.

Les mantendremos informados de como continúa esta historia. Esperemos que la tercera sea la vencida, y el próximo presidente pueda desarrollar sus labores sin verse implicado en ningún dilema.