Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Koch Media. Juego disponible en PlayStation 4 (versión analizada), Xbox One, Nintendo Switch y PC a través de Steam, Epic Games Store y Google Stadia.

Si andáis en búsqueda de aventuras, con ganas de dosis de supervivencia y además sois de esas personas sin miedo a navegar por los mares, estáis de enhorabuena, porque os traemos el análisis de Windbound, de la desarrolladora 5 Lives Studios y la editora DeepSilver, para ofreceros todos los detalles de este ARPG de supervivencia con estilo rogue-like.

Se trata de un título de corte indie que se estrena en formato digital hoy mismo 28 de agosto en Playstation 4, Xbox One, Nintendo Switch y en PC a través de Steam, Epic Games Store y en Google Stadia, en donde nos esperan buenas dosis de caza, exploración y artesanía o crafteo para las personas entendidas y la construcción de barcos modulares.

Asumiremos el papel de Kara, superviviente del naufragio de su tribu que despierta en una tierra desconocida y debe aprender a adaptarse, luchar y sobrevivir, mientras descubre el misterio de varias islas olvidadas, una epopeya de narrativa muy visual que parte de varias premisas que explicaremos a continuación, así que, ¡Elevad el ancla e izad las velas que zarpamos!

¿Dónde estoy?: Inicio e historia

Cabe destacar como punto importante que antes de comenzar podemos decidir el tipo de aventura que queremos tener, en la dificultad “Historia” no perderemos nuestros objetos al morir y nos dejan continuar nuestra historia en el punto donde estaba, pero la dificultad “Supervivencia” saciará a aquellas personas que buscan experiencias más extremas, ya que al morir perdemos todos nuestros objetos y volveremos a aparecer en el capítulo 1, es decir, comenzaremos desde el principio de nuevo.

Nuestra protagonista aparece en una isla desconocida al traspasar un portal después del naufragio de la tribu a la que pertenece, sin ninguna indicación, sin explicación alguna, es nuestra labor y nuestra voluntad descubrir cuales son los primeros pasos, que serán guiados por tutoriales según descubramos los materiales pertinentes.

Ante nosotros una atalaya con una luz azul en su punto más alto, y al escalar nos regalan está luz que parece ser alguna moneda de cambio (fragmentos marítimos). Esta será la rutina principal en nuestro viaje, ir descubriendo las mismas atalayas en diferentes secciones de mundo abierto, concretamente 5, con islas creadas de forma procedural, una vez escalamos un número determinado de atalayas, iremos desentrañando poco a poco la historia base y oculta que se esconde tras estas Islas Prohibidas.

Esta historia combina una potente narrativa visual a través de murales y frescos, con pequeños fragmentos escritos que aparecerán en pantalla al descubrir los asentamientos de una antigua civilización que vivía en armonía con la naturaleza, pero que encontró problemas y enemistad con seres desconocidos. Existen zonas de transición entre capítulos que aportan frescura y emoción a su desarrollo, en cuyo final nos dan a elegir entre dos beneficios ancestrales (como, por ejemplo, armas indestructibles o una habilidad pasiva para obtener mayor cantidad de fragmentos marítimos), pero solo nos permitirán seleccionar uno de ellos.

Al tratarse de una experiencia subjetiva e interpretativa a ojos de quien la observa, no desvelaré más, pero recuerda a Journey en su modo de mostrar los relatos importantes y a Zelda Breath of the Wild en el simbolismo de las imágenes desveladas.

Dicha historia no tiene la fuerza necesaria para mantener nuestro interés de forma constante, y el juego parece centrarse más en la exploración y el sistema de artesanía que en querer contarnos una historia, pero es en la forma donde reside su interés, al motivar al jugador a querer juntar esas pequeñas piezas del puzle narrativo.

Yo contra el mundo: Exploración y supervivencia

La supervivencia forma parte de la historia y es donde focaliza su fuerza, al inicio no tenemos nada, ni conocimiento, ni un barco, ni tan siquiera a Wilson… pero portamos un cuchillo ancestral muy útil e indestructible, que nos ayuda a obtener materiales determinados, e iremos descubriendo recetas para construir diferentes herramientas más eficientes, armas cuerpo a cuerpo, arcos y embarcaciones que serán de gran ayuda en nuestra aventura.

Tenemos la posibilidad de crear armas simplemente con palos de madera, que se convierten, por ejemplo, en lanzas de hueso o de hierro si descubrimos dichos materiales extra o al conseguir una de las armas ya construidas a lo largo de las diferentes islas, cada arma tienen una durabilidad determinada que se desgasta en cada ataque a nuestros enemigos, llegando a romperse por completo tras varios usos.

La sensación de llegar (y desembarcar correctamente) a una isla se traduce en tranquilidad y satisfacción, pues, aunque puede parecer fácil, según vamos avanzando a lo largo de los capítulos, aparecen tramos más abruptos y escarpados que no dudarán en recordarte el final de Titanic.

Cada isla se genera de forma procedural, es decir, que ninguna es igual a la anterior, y en cada partida son diferentes, lo que aumenta la rejugabilidad del título, por ello, dentro de cada isla encontraremos su propio terreno, desafíos a superar y una fauna y flora determinadas que nos aportarán nuevos retos y materiales para mejorar nuestro equipo y nuestro barco, mientras descubrimos los retazos de historia cuando nos topamos con las zonas correctas.

Dentro de algunas de estas islas también nos encontraremos con pilares que nos regalarán fragmentos marítimos (moneda de cambio para los beneficios ancestrales), mejoras permanentes de vigor/resistencia o de vida.

Y es que la barra de vigor disminuirá de forma permanente por el hambre con el paso del tiempo a menos que nos alimentemos, y al realizar diferentes acciones que supongan mucho esfuerzo, esta barra de resistencia nos permite correr, saltar y realizar ataques bajo un coste determinado de la misma, por lo que es importante medir nuestros movimientos para no agotarnos y poder realizar las acciones que nos interesan en cada caso, ergo es crucial recolectar recursos y comida que nos ayuden a recuperar energía perdida y vitalidad.

Como buen juego de supervivencia es más beneficioso cocinar la comida que comérsela cruda (que nos intóxica durante unos segundos), además las hogueras nos ofrecen la posibilidad de convertir las pieles en cuero, material de utilidad para la construcción de bolsas nuevas donde almacenar objetos, pues hay tres secciones de almacenaje en nuestro inventario, la sección de objetos clave (que no perdemos ni en el modo historia ni en el modo supervivencia), la sección de objetos sostenidos que porta Kara y la última de objetos en bolsa, solamente podemos llevar una de ellas a la vez.

Está en nuestras manos si centrarnos en aquellas que aportan beneficios pero menos almacenaje o en otras que aumentan considerablemente el número de materiales que podemos transportar.

En cuanto a la caza nos encontramos con animales y monstruos de dificultades variadas, es importante estudiar los movimientos y los desplazamientos, pues puede darse el caso de que varios de ellos estén dormidos, o más atentos o despistados, para ello es importante el sigilo, que nos permitirá ocultarnos para cazar o para escapar de verdaderos depredadores y debemos portar las armas lo suficientemente capaces para hacer frente a enemigos más poderosos, pero de los que se obtienen mejores materiales, o recetas como nuevas armas, armaduras o partes para el barco.

Windbound premia la exploración, pues nos encontramos con pequeños islotes dentro de cada mapeado que albergan vasijas con objetos útiles, gemas marítimas, o más pilares de mejoras permanentes, por lo que se alarga considerablemente la duración de este nuevo indie si nos dedicamos a descubrir todas las partes del mapa que se irá dibujando conforme avancemos en barco o a pie.

Mi barco es mi reino: Construcción de la embarcación y navegación

Para desplazarnos será vital la construcción de una embarcación que va creciendo conforme se encuentran nuevos materiales, mejores y más resistentes, que hagan que nuestro navío sea un vehículo confiable y gane fortaleza, pues nos encontraremos con rocas, corales o monstruos marinos (hay una especie de cangrejos diminutos que me han destrozado 3 barcos). A diferencia de otros juegos del estilo, como Conan Exiles o The Forest, en donde construir un refugio o base es clave para la supervivencia y el almacenaje, Windwound nos ofrece la posibilidad de llevar un refugio con velas, que hace la vez de campamento móvil.

Como punto positivo, en nuestra embarcación iremos añadiendo cestas con espacios limitados para guardar cualquier cosa que nos encontremos, pinchos que aumentan la resistencia del mismo, incrementar el tamaño del navío con más secciones, velas más resistentes y más grandes, entre otras bondades, que resultan gratificantes a la hora de crear nuestro barco de forma personalizada y eficiente para nuestro estilo de navegación, es importante adaptarse al entorno, tanto en mar y en tierra con las posibilidades que ofrece la naturaleza.

En cuanto a la navegación no nos encontramos ante un simulador, ni falta que le hace, se nota el cuidado y el diseño para alcanzar cotas altas de realismo muy conseguidas, ya que nuestro barco reacciona ante las fuerzas que actúan sobre él, el efecto de la gravedad, la flotabilidad, el arrastre y las fuerzas del viento son importantes y ofrecen una experiencia de navegación muy satisfactoria, que recuerda a The Legend of Zelda The Wind Waker con las mejoras propias de un título actual, incluso la estética de los diferentes barcos se asemejan a los vistos en la película de Waterworld.

Nos encontraremos adversidades en cada uno de las 5 secciones de mapa, en aguas abiertas deberemos fijarnos en la dirección del viento para avanzar, en el oleaje y los animales marinos. Comenzaremos con la balsa más básica y poco a poco iremos encontrando mejores materiales que incorporar a nuestra embarcación las cuales serán de gran ayuda para superar obstáculos más complicados y más desafíos. Nuestras decisiones a la hora de estructurar nuestro navío son importantes, pues no es lo mismo centrarse en la defensa con materiales más resistentes o crear componentes que mejoren su velocidad, ya cada cual selecciona a placer la forma de afrontar la navegación.

¿Y cómo se maneja todo esto?: Jugabilidad

En esta aventura en tercera persona aquí es donde nos encontramos con mayores inconvenientes, su manejo y fluidez se vuelven algo toscas en la práctica, cabe decir que la distribución de botones está muy bien ideada y es sencillo su aprendizaje, tanto en las mecánicas de crafteo como en la utilidad de cada uno de los botones, si queremos ir sigilosas, hay un botón para desplazarse agazapadas, otro para el ataque, otro para el uso de armas a distancia, menú de artesanía, de inventario, etc., pero los movimientos de escalada (nuestra protagonista al acercarse a un bordillo que puede escalar sin saltar realiza la acción automáticamente) o de salto y agarre son poco orgánicos, al igual que en los combates, los ataques cuerpo a cuerpo se realizan de uno en uno sin sistema alguno de combos o de combinación de armas, lo que realentiza la acción.

Disponemos de un botón para centrar a los enemigos, lo cual ayuda en la mayoría de las ocasiones gracias a la implementación de un sistema de esquive muy útil en cualquier enfrentamiento.

Los movimientos del personaje recuerdan a los de Link en Zelda Breath of the Wild

Y es en el arco donde reside otra gran parte de la acción en los combates, los hay de varios tipos y nos sacarán de más de un apuro al atrincherarnos en una roca y disparar desde lejos, lo que en sí es bastante divertido porque es importante ser certeros, pero disminuye bastante la dificultad de este ARPG porque se observan fallos en la IA de algunos enemigos que no saben cómo alcanzarte y huyen la mayor parte de las veces, en combates cuerpo a cuerpo aumenta el desafío de forma exponencial si no vamos con las armas y el equipamiento acordes al contrincante.

Los movimientos del personaje recuerdan a los de Link en Zelda Breath of the Wild, incluso los de caída, pero sin alcanzar su fluidez, aunque hay que recordar que se trata de un título indie con menor presupuesto de producción.

La navegación se torna realista en su manejo y es remarcable cómo las físicas del agua y de la dirección del viento influyen en decidir qué debemos hacer con la vela (plegarla o izarla, tensar la cuerda para darle consistencia a la vela, o aflojar para aprovechar la fuerza del viento y avanzar sin esfuerzo), y con la dirección del barco modificable gracias al remo ancestral que nos otorgan al inicio de la aventura, el cual nos da la movilidad necesaria.

Belleza visual y sonora: Gráficos, sonido y durabilidad

En este aspecto el juego se luce, sin mostrar una calidad gráfica elevada nos sumerge en su mundo a traves de la simpleza en formas, colores y texturas, pero en cuyo conjunto reside una armonía visual muy lograda, mediante colores vivos y bien equilibrados nos muestra un mundo despierto y bien diferenciado entre materiales, animales y plantas.

Las físicas del agua y de navegación están muy logradas, deleitandonos cuando vamos de una isla a otra, mientras aparecen los ciclos día y noche, una medida muy acertada para títulos de este tipo, pues es en el tránsito entre nuevas zonas de tierra donde se transmite el cuidado puesto en este título que quiere darnos una inmersión constante en surcar los mares en busca de nuevos desafíos.

Dentro de las islas encontramos diferentes paisajes, podemos toparnos con zonas verdes de bosques frondosos, pantanos con aguas estancadas, áridas tierras con arena y poca vegetación, entre otras, que dotan de varierdad y dinamismo a la exploración y la búsqueda de nuevos materiales de artesanía.

En el apartado sonoro cabe destacar la inclusión de un sonido melódico a cada enemigo, que nos dará pistas de su localización y nos avisará de forma original de su situación, ya que al entrar en combate la música se modifica para aportar mayor tensión. Durante la navegación por mar abierto escuchamos la misma canción continuamente, habría sido de agradecer más variedad, pero su escucha resulta agradable y está en sintonía con el resto de composiciones realizadas para el título.

En cuanto a durabilidad, la historia principal nos puede llevar entre 11 o 12 horas dependiendo de la cantidad de tiempo que invirtamos en explorar cada una de las zonas marítimas, pudiendo alargar su duración hasta las 20 o 25 horas, si contamos con que se generan de forma procedural cada una de las islas, el grado de rejugabilidad aumenta exponencialmente acorde a lo gratificante que resulte el juego, debido a que cada partida genera islas diferentes.

Conclusiones

Estamos ante un título con fuerte componente en la creación de nuevas herramientas, armas, componentes de barco y sus mejoras pertinentes que nos mantiene pegado a los mandos durante muchas horas mientras disfrutamos de cada trazo de mapa gracias a que da en la diana de la curiosidad.

La belleza visual que desprende no pasa desapercibida, porque en cualquier momento nos podemos encontrar navegando mientras vemos un atardecer y es una sensación muy positiva la que transmite, pues nos da un momento de descanso antes de desembarcar en otra isla, con nuevos retos, animales, monstruos y materiales a descubrir.

Si bien la historia no es su punto fuerte, consigue darnos razones para seguir descubriendo pequeños asentamientos antiguos, pequeños poblados en ruinas, nuevas historias y descubrir qué pasó en ese primer naufragio. Algunos problemas de la IA y ciertos movimientos toscos de nuestro personaje llegan a transmitir tiempos más pausados y de freno en la acción, pero seguramente sean solucionables con futuros parches.

Cada sección de mapa de los 5 disponibles, transmite mucha libertad, pero habría sido de agradecer un mundo más abierto y la posibilidad de conectar todas las secciones para componer una zona de mapeado más amplia y transitable, en consonancia con la exploración tan marcada por los viajes en barco.

Los efectos del agua y viento en la navegación alcanzan momentos de realismo muy elevados que muestra uno de los puntos más cuidados del título, y lo mejor de todo, su precio, sale a la venta a 29,99€ y es una buena razón para darle una oportunidad, pues recuerda mucho a las aventuras de Link pero con la posibilidad de ser disfrutada en la gran mayoría de plataformas en formato digital. A qué esperas, ¡Coge buena madera, monta tu navío y viento en popa a toda vela!

Reseña
Nota Final
8.3
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analisis-windbound5 Lives Studios se ha sacado de la manga una gran combinación de exploración, creación, supervivencia y navegación transmitidos a través de entornos visuales con un gran diseño artístico y colores vivos, poniendo enfásis en las mecánicas y físicas de juego sin darle gran importancia a la historia, como el crafteo, la creación modular de barcos o las físicas realistas del agua. Encontramos varios fallos en la IA de los enemigos, así como algunos movimientos poco conseguidos de nuestra protagonista que entorpecen la acción en ocasiones. Pero es admirable el trabajo hecho por el estudio en su conjunto, ofreciendo este lanzamiento a un coste adsequible y en la gran mayoría de plataformas en formato digital.