Bethesda ha anunciado a través de un comunicado oficial en sus redes sociales que, tanto Starfield como Redfall (Arkane Austin) no acudirán a su cita de este 2022.

Ambos juegos se retrasan para ver la luz a lo largo del primer trimestre de 2023.

El motivo de esta decisión se debe a las grandes ambiciones que ambos estudios tienen para dichos juegos y la necesidad de contar con algo más de tiempo para que estén pulidos hasta el último detalle.

En el mismo comunicado, Bethesda agradece a los fans de ambos juegos por el apoyo y entusiasmo que estos han mostrado, manifestando que es ese entusiasmo lo que les inspira a seguir adelante con lo que están creando.

Que lleguen cuando tenga que llegar

Si bien no sé demasiado acerca de Arkane Austin, soy un seguidor de los juegos de Bethesda desde hace muchos años, y aunque sé que son capaces de crear grandes experiencias en mundo abierto, el tener los juegos pulidos en su salida no es uno de sus grandes fuertes.

Si este retraso es necesario para que todos los fans de Starfield podamos disfrutar de un juego sin muchos problemas en su estreno, bienvenido sea. Además de que todo lo que sea evitar que los desarrolladores estén sometidos a condiciones insanas de presión y estrés siempre viene bien.

Starfield será el primer juego de Bethesda tras su adquisición por parte de Microsoft, aunque no sólo esto, pues también será el debut pleno de la mítica compañía en la "nueva generación de consolas".

Evidentemente, el título será un exclusivo de Xbox One Series X/S (aunque no sabemos si temporal o no), aunque también se podrá disfrutar en PC. Al igual que otros grandes lanzamientos de Xbox, este se podrá disfrutar en Xbox Gamepass y Gamepass PC desde su lanzamiento.

Si tienes una Xbox One o una Xbox One X, ten en cuenta que existe la posibilidad de que Starfield se pueda jugar en ambas consolas gracias a la nube.