La falta de información que tenemos todos actualmente sobre la siguiente generación de consolas hace que este artículo de opinión pueda ser volátil, tal vez esté muy equivocado y en unos meses cambie totalmente de idea, pero por el momento me debo basar en sensaciones, en declaraciones veladas, en pequeños hechos y en comentarios de algunos desarrolladores y directivos que nos van ofreciendo pinceladas de lo que se espera.

A finales de 2020 se lanzarán al mercado Xbox Series X y PlayStation 5, siempre que no haya problemas de producción por el Coronavirus… bueno, si es que la enfermedad no muta, se extiende y no queda nadie sobre la tierra para entonces… tal vez algún ricachón bajo tierra condenado a jugar a su PS4 de por vida… pero no nos pongamos tan dramáticos.

Un 2020 entre dos aguas: Lo viejo y lo nuevo

Nos espera, en cualquier caso, un año raro, un 2020 al que le quedan grandísimos títulos por lanzarse en Xbox One y PS4, unas consolas que ni mucho menos están muertas, solo hay que ver la cantidad de unidades que siguen vendiendo mes a mes.

A PlayStation 4 le quedan exclusivos de categoría por salir: Ghost of Tsushima, The Last of Us: Parte 2, el inminente Dreams, Final Fantasy VII Remake, NiOH 2, Persona 5: Royal, Iron Man VR, Predator: Hunting Grounds o Granblue: Fantasy Versus.

Xbox One no se queda atrás en sus juegos exclusivos para 2020, tenemos Bleeding Edge de Ninja Theory, Ori and the Will of the Wisps, Gears Tactics, Grounded, Battletoads, Cuphead: The Delicious Last Course y por supuesto Halo Infinite.

Todos ellos son razones poderosas para que uno se plantee la compra de una PS4 o una Xbox One si es que no la tiene todavía, y se sumarán al crecimiento de los servicios de juegos por suscripción (PS Now y Xbox Game Pass), a un catálogo de miles de juegos y la mayoría a unos precios muy reducidos.

Con todas esas buenas razones y todos esos juegos por salir, tanto Sony como Microsoft van a tener que hacer malabares de marketing si quieren convencer al personal de que gasten su dinero en la actual generación y a su vez ahorren para la venidera, sabiendo que ni PS5 ni Xbox Series X salgan a la venta baratas en vista a sus conocidas especificaciones técnicas (menos de 400 euros se antoja poco menos que un milagro).

En realidad esos malabares ya han empezado a ejecutarse, los tenemos delante de las narices y seguramente ni nos hemos dado cuenta. El otro día un alto cargo de Sony ya lo dejó caer en una entrevista y no es la primera vez que lo leemos: “estamos asegurando que el paso de PS4 a PS5 sea una transición dulce”.

Adiós a los cambios bruscos, hola suavidad

En realidad tanto Sony como Microsoft llevan tiempo hablando de lo mismo, agitando la bandera de la retrocompatibilidad y los lanzamientos intergeneracionales, han visto que el fan de los videojuegos lo busca y lo agradece, así que… a tope con ello. Mandos de actual generación que funcionarán en la próxima, servicios compatibles, juegos exclusivos que llegarán a la vez a la nueva y a la no-tan-nueva consola, crossplay, crossplatform y seguro que pronto “crossgeneration”.

Y ojo, no lo critico, de hecho me parece lógico, aquellos jugadores ávidos por la nueva tecnología podrán tener en diciembre de este año sus nuevas máquinas, que quiero pensar que al menos vendrán acompañadas de un puñado de títulos que aprovechen un poco su potencia y nos dejen a todos boquiabiertos.

Los que no sean tan ávidos no tendrán que preocuparse, algo me dice que las consolas actuales todavía tienen cuerda para este año y al menos el que viene y que con PS5 y Xbox Series X en sus primeros años de vida vamos a vivir una especie de PS4 Pro + y Xbox One X +, es decir, mismos juegos con “parches gráficos” para que luzcan a 4K y 60 fps, 1080p y 60 fps (o 4K/30fts) y 1080p/30fps según sea nuestro modelo.

Tampoco digo que esto sea así en toda la generación, seguro que hay juegos que sí que aprovechan todos esos teraflops y no creo que todos los juegos de la next-gen salga en la vieja, habrá algunos estudios que prefieran desarrollar solo para el nuevo hardware, a pesar de que los kits y herramientas a los equipos a priori van a facilitar ese salto... al fin y al cabo... ¿quién se resiste a no sacar su juego en plataformas que tienen decenas de millones de unidades/potenciales compradores?

La next-gen podría llegar con auto-upgrading

Otra cosa que me llamó mucho la atención es una patente que a priori estaría desarrollando Sony para que los juegos que pasen por sus servidores reciban una mejora gráfica automática, tanto a nivel resolución como texturas, de manera que todos esos juegos de, pongamos, PlayStation Now, puedan ser disfrutados automáticamente a 4K y 60 fps en nuestra PlayStation 5 sin necesidad siquiera de que el estudio tenga que lanzar un parche para efectuar esa magia.

La patente se basaría en aplicar mejoras en texturizado y técnicas de tratamiento de imagen complejas basadas en la inteligencia artificial que también están ganando protagonismo en el cine, y como ejemplo os dejo un vídeo que sorprendió no hace mucho en las redes, y que mostraba la mítica escena de "La llegada del Tren a la Ciudad" de los hermanos Lumière a 4K y 60 fps.

Parece ciencia ficción, pero no lo es:

En el contexto de los videojuegos, en el que vemos que tanto Sony como Microsoft están enfocando mucho su propuesta a los servicios y los juegos de suscripción, tener esta tecnología que mejorase automáticamente sus juegos sería un gran aliciente y potenciaría la idea de trabajar en una versión base del juego para más adelante "mejorarla" a nivel visual para el fan más sibarita.

¿Todos contentos?

Uno podría pensar que la llegada de PS5 y Xbox Series X estas navidades y esa posible transición suave deja a todos contentos, al que venía pidiendo nuevas consolas asegurando que las actuales daban signos de fatiga, como a los que creen que no hay necesidad de adelantar la generación y que las consolas actuales tienen todavía mucho que ofrecer.

Los aficionados a los videojuegos han visto en su mayoría de forma muy positiva las posibilidades de retrocompatibilidad de PS4 con PS5 y de Xbox One con Xbox Series X, poder usar PSVR en la nueva generación, el mando Elite 2 de Xbox One...

El problema que veo, o más bien el miedo que me da, es que la nueva generación llegue a nivel de hardware, pero no a nivel de software, que los juegos que realmente aprovechen esa potencia de nueva generación tengan que esperar hasta bien entrado 2021 o 2022 y los primeros meses, incluso años de las nuevas consolas sean puro maquillaje gráfico.

Espero equivocarme, pero si la diferencia entre la nueva y la vieja generación va a terminar siendo ver más reflejos en el casco del jefe maestro o el pelo de Aloy moverse de forma más natural al viento... me va a costar pagar 500 euros, y creo que no voy a ser el único.