Mucho se está hablando estos días del futuro de PlayStation. La compañía nipona goza de una gran posición en la presente generación de consolas, PlayStation 4 mantiene una cómoda ventaja respecto a Xbox One y Nintendo Switch tardará tiempo en alcanzarla, si es que lo hace. Sin embargo la sombra de Xbox Scorpio, la “Xbox One Pro” de Microsoft, planea en las cabezas de algunos como una gran amenaza, una máquina más potente que podría dejar atrás a PS4 Pro y plantear la salida prematura de PlayStation 5. ¿Realidad o ficción?

Personalmente creo que los rumores no son ciertos y no espero PS5 hasta como mínimo 2020. ¿Y por qué? Tengo cinco razones para pensar así y aquí os las presento:

Creo que PS4 Pro no estará muy lejos de Scorpio en potencia

En primer lugar no creo que la diferencia entre Xbox Scorpio y PS4 Pro sea tan pronunciada. Lo único que sabemos es que Scorpio tendrá 6 Teraflops frente a los 4,2 de PS4 Pro, que parece una diferencia importante, pero no hay que olvidar que los gráficos no los define únicamente la velocidad de procesar operaciones en coma flotante por segundo, también la RAM, la memoria de video, una buena arquitectura sin cuellos de botella… cuando se conozcan todos los detalles se podrá emitir un juicio real sobre cuánto de potente será Scorpio frente a PS4 Pro, y aun así, esa diferencia no siempre se verá reflejada en los juegos que salgan en una y otra… ¿o acaso no recordáis la superioridad de PS3 respecto a Xbox 360 en términos de procesamiento y cómo se veían los juegos en ambas?

Al final, cuando las diferencias no son muy grandes, las compañías third party tienden a programar sobre una versión y “portear” la otra. Creo que nos esperan muchos de los habituales vídeos de comparativas entre ambas versiones (Xbox Scorpio y PS4 Pro) con diferencias tan sutiles que solo los mayores fanboys de cada compañía serán capaces de ver.

La propia llegada de PS4 Pro es una razón para no creer en la pronta llegada de PS5. PS4 Pro se creó para cubrir una necesidad que la potencia de PS4 no cubría (resolución 4K y realidad virtual). Una vez cubierta y viendo que juegos como Horizon: Zero Dawn lucen estupendos a 2160p no parece que siga existiendo esa necesidad.

Apoyo de las compañías en el soporte a PS4 Pro

Considero que PS4 Pro todavía tiene mucho que ofrecer y me está sorprendiendo la cantidad de compañías que están adaptando sus juegos a PS4 Pro, juegos que incluso ya llevan tiempo en el mercado como Dark Souls III o Mafia III y también prácticamente la totalidad de los nuevos lanzamientos como Mass Effect: Andromeda o NieR Automata. Trabajar en una actualización así no deja de ser una gasto para el estudio desarrollador porque rara vez cobra por ese tipo de parche, lo que significa que o bien creen que ese parche supone una inyección en ventas para su juego, o bien que Sony les está recompensando por el esfuerzo.

Además cada vez hay más juegos que de inicio apuestan por mejoras en PS4 Pro, y las mejoras cada vez son más evidentes. Quizás al principio a Sony no le interesaba mostrar demasiada diferencia para no “cabrear” al usuario o asustarle, pero a medida que pase el tiempo y haya más consolas PS4 Pro vendidas puede que las diferencias se acentúen.

PS4 Pro puede dar más de sí

También me quedó claro que no había ninguna necesidad de PS4 Pro cuando, después de maravillarme con la proeza visual de Horizon: Zero Dawn, leí que Guerrilla no había aprovechado ni de lejos toda la potencia del nuevo modelo de PS4, hay que considerar que cualquier estudio tarda un tiempo en adaptar sus motores gráficos para aprovechar la potencia de un nuevo hardware, así que es de esperar que PS4 Pro tenga todavía mucho que ofrecer y estemos lejos de ver el techo gráfico a esta generación.

¿Es posible que Sony conscientemente no haya liberado aún toda la potencia de PS4 Pro para contraatacar a Scorpio? Tendría sentido, hace poco vimos que la actualización 4.5 de la consola liberaba el Boost Mode para que los juegos vayan mejor en PS4 Pro sin necesidad de parche, sabemos que por software Sony puede conseguir que el rendimiento de la consola aumente. No parece descabellado pensar en que la compañía nipona esté reservándose un as en la manga para que cuando Microsoft muestre por fin sus cartas puedan combatir esa teórica potencia superior.

¿Para qué enterrar a una consola que va en cabeza con tanta ventaja?

Otra razón por la que no tendría sentido adelantar la llegada de PlayStation 5 sería la posición de fuerza de PlayStation 4 en el mercado. La que manda en una generación no tiene necesidad de dar un volantazo, y es por eso que Microsoft, con la mitad de consolas vendidas respecto a Sony, sí que puede arriesgar sacando una consola menos continuista que incluso podría tener juegos exclusivos. ¿Será Xbox Scorpio una consola de nueva generación o una revisión con extra de potencia? Todo parece apuntar a lo segundo, y mientras sea así PS4 Pro podrá competir sin problemas frente a ella.

 

Desde luego me cuesta pensar en PS5 cuando PS4 se está acercando a los 60 millones de consolas con menos de cuatro años de vida y se estima que en 2017 se podrían superar las ventas de otros años. Cambiar esa tendencia con una nueva consola parece de todo menos una buena idea.

El coste del nuevo hardware para los estudios

No hay que olvidar a las compañías, a todos los estudios de desarrollo first y third party, que habrán invertido, como en cada generación, una cantidad de tiempo y dinero en adaptar y/o crear motores gráficos para aprovechar la potencia de Xbox One, PS4 y ahora Nintendo Switch. La mayoría de estudios empiezan a ver grandes beneficios cuando son capaces de producir juegos con motores ya creados y más que probados previamente, ya que los costes sólo se centran en desarrollar el juego en sí. Digamos que de media un estudio tarda entre uno y dos años en pulir su motor, y a partir del tercer año ya empieza a aprovechar la potencia de la consola y a maximizar beneficios (lógicamente influyen muchos factores para que el proyecto funcione o fracase, por ejemplo… que el juego sea bueno y que tenga una buena campaña de marketing).

No parece que a ningún estudio le hiciera mucha gracia que llegase un nuevo hardware en 2018 por PlayStation 5, que a su vez fuese muy distinto al de Scorpio y al de Switch, seguro que la mayoría prefiere la arquitectura de PS4 y las facilidades que ha dado Sony en adaptarse a PS4 Pro, un proceso que han asegurado implica menos de un 0,3% del tiempo total del trabajo.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Creéis que Sony haría bien lanzando una nueva sobremesa en 2018 adelantando así la siguiente generación? ¿O creéis que a PlayStation 4 le queda cuerda para rato?