¿Los videojuegos el ocio de las clases bajas? Recientemente se ha empezando a hacer efectivo el aumento de los precios de los juegos AAA de las nuevas generaciones de consolas. Dicha situación ha traído un nuevo debate al mundo de los videojuegos.
Muchos se inclinan por posiciones que sugieren que la industria se está encareciendo y, por ende, la adquisición de juegos y consolas - entre otros productos - están siendo restringidos a sectores con una mayor capacidad económica.
Sin embargo, el crecimiento de los videojuegos parece ser constante, por lo que estas medidas no han sido verdaderamente tan restrictivas como algunos predicaban. Y a su vez parece que la verdadera tendencia puede ser algo inesperada.
¿Son los videojuegos un hobby costoso?
La respuesta sencilla es que "no". Además, se podría entrar en detalle y demostrar fácilmente como éstos no han sido nunca más accesible que actualmente. Bien es cierto que los juegos han aumentado sus precios, pero lo que se parece estar obviando es que la gama de precios y catálogo es más amplia que nunca, las oferentes más competentes y los servicios como Game Pass o PS PLUS más atractivos que nunca.
A su vez, disponer de una consola o dispositivo capaz de ejecutar juegos sean de móvil y PC o de consola es cada vez más sencillo. Los requerimientos, en muchos juegos, son nulos y las posibilidades son amplias y variadas. Lo que significa que ya no es necesario hacer grandes desembolsos para disfrutar de esta industria.
Por lo que no, los juegos no son un entretenimiento costoso ni su uso se está restringiendo por ello. De hecho, lo que sí que podemos observar es que comparándolo con sus competidores son extremadamente baratos. Lo que acentúa su uso.
¿Por qué un mayor uso en las clases bajas?
Ahora bien, una vez demostrado que los impedimentos para disfrutar de los videojuegos son pocas... ¿Por qué hay una considerable disparidad o por lo menos una mayor tendencia al sobreuso en las personas de familias con menos ingresos? ¿Cuáles son los motivos por los que podríamos llamar a los videojuegos el ocio de las clases bajas?
En un primer lugar, la falta de alternativas de ocio es un factor clave que, evidentemente, potencia y fomenta su uso.
En segundo lugar, desde una perspectiva económica quizás sea la opción más rentable entendida por horas de diversión por unidad monetaria. Poniendo un simple ejemplo, hace poco sacaron un pack que ofrecía el RE2 y RE3 por tan solo 15$. Lo que comparado con una salida normal al cine, es mucho más barata y proporciona un mayor tiempo de ocio. Otra buena oferta sería el usar cuentas de Garena Free Fire.
Sin embargo, ésto no solo fomenta su uso sino también su abuso. Ya que sumado a los factores comentados hay otros de diferente tipología derivados de la situación social.
Por ejemplo, un estudio de 2019 de la universidad de Adelaida en Australia descubrió que los adolescentes de familias con bajos ingresos tienden a sentirse socialmente aislados y los videojuegos eran una forma de aliviar su aislamiento.
Otro estudio de la universidad de Birmingham en el Reino Unido reveló que las personas con bajos ingresos son más proclives a tener problemas para equilibrar el uso del tiempo que pasan en los videojuegos, lo que puede desembocar en problemas laborales, familiares y de deceso de sus responsabilidades.
Por otra parte se ha podido observar como éstos son más proclives a abusar de las pantallas y por ende de las de los videojuegos.
Pese a la mala noticia que puede parecer en unos inicios, si lo observamos con perspectiva y detenimiento podremos observar que los videojuegos actúan como vía de escape de una realidad, en momentos, complicada. Si bien no es motivo de alegría, ofrece una alternativa mucho más segura que otras posibles.
