¿Os imagináis vivir en un mundo donde se supervisa constantemente nuestro estado de ánimo? Un lugar donde la ropa, la gente y en general todo lo que nos rodea, está fabricado para satisfacer nuestras propias expectativas idealistas. El sistema de clases que una vez conocimos ha dejado de existir, y ha pasado a ser reemplazado por una sociedad equitativa e igualitaria, feliz y próspera. El sistema Sybil es el encargado de señalar a aquellos individuos que psicológicamente presentan probabilidades de cometer un delito en el futuro. Como consecuencia, las tasas de criminalidad se han reducido a casi cero, pero a menudo estos pobres indeseables son juzgados y condenados sin llegar a cometer ningún delito.

Pues esta es exactamente la perturbadora premisa futurista que nos presenta el argumento de Psycho-Pass, que nos pone en la piel de un inspector responsable de capturar a los delincuentes por actos que todavía no han cometido. Pero no estaremos solos en esta tarea, sino que contaremos con la compañía de los enforcers o ejecutores, antiguos criminales liberados por el gobierno para que formen parte de la División de Investigación Criminal de la Oficina de Seguridad Pública. Los ejecutores actúan como una especie de sabuesos en la búsqueda de criminales potenciales, ya que en teoría, pueden pensar como criminales. Por otra parte, los inspectores se encargan de supervisar a los ejecutores, dirigiéndolos cuando sea necesario, y actuando en el caso de que sus estados mentales comiencen a deteriorarse.

El implacable juicio de Sybil

Al comienzo del juego se nos pedirá que decidamos con que personaje queremos vivir nuestra aventura por el mundo de Psycho-Pass. Los personajes a elegir son: Nadeshiko Kugatachi, una inspectora que perdió todos sus recuerdos en un accidente, y Takuma Tsurugi, que se convirtió en un matón  con la esperanza de encontrar algún día a su desaparecido amigo de la infancia.

Psycho-Pass: Mandatory Happiness, se adhiere a la fórmula típica de novela visual, lo que significa que es una historia interactiva con decisiones que se ven reflejadas en la historia y en el desarrollo y las relaciones con cada personaje, de hecho, este título tiene un peso particular en cuanto a las tomas de decisiones se refiere en comparación con otras muchas novelas visuales. Hay una gran variedad de opciones disponibles a lo largo del juego, que nos presentan situaciones personales por resolver, aunque bien es cierto que a veces no queda demasiado claro como podrán afectar esas decisiones a largo plazo.

El reparto principal se compone de inspectores y ejecutores/enforcers, ambos trabajan para una agencia que tiene la responsabilidad de prevenir los delitos y mantener el statu quo. Debido al complicado pasado de cada personaje, sus arcos individuales demuestran ser extraordinariamente amplios, lleno de problemas personales que se interconectan de manera efectiva con los temas más amplios de Psycho-Pass.ss-6

Si dividiese el análisis en secciones tal y como he hecho en otras ocasiones, a continuación estaría hablando de la jugabilidad del título, aunque en este caso todo se reduciría a pulsar el botón X y continuar y poca cosa más. Alguien dice algo, y una vez que hayamos terminado de leerlo presionamos X para ver la siguiente línea de diálogo. Incluso podemos cambiar la configuración para que el juego haga esto automáticamente, si somos ese tipo de persona para la que mover el pulgar ligeramente cada diez segundos o menos le supone demasiado esfuerzo. Podríamos decir por tanto que el peso del juego se centra únicamente en su historia.

Afortunadamente, la historia del juego tiene mucho a su favor. El entorno, y el sistema Sybil que vela por la población, plantea algunas cuestiones éticas importantes que son dignas de ser debatidas. Los criminales escasean en el mundo de Psycho-Pass, por lo que teóricamente podríamos asegurar que el sistema está funcionando, al menos en cuanto a mantener las calles seguras y limpias de delincuencia se refiere, pero detener y encerrar a la gente antes de que hayan cometido realmente un delito es un concepto problemático, y que debe ser especialmente preocupante para nosotros como jugadores en nuestro rol de enforcer, ya que seremos los que tengan que hacer frente cara a cara a esos "criminales".ss-5

La historia de Psycho-Pass: Mandatory Happiness, es convincente y atractiva, aunque tristemente se ve obstaculizada en cierta medida por cuestiones de presentación. Invertiremos la mayor parte de nuestro tiempo sentados mirando una imagen estática, mientras que escuchamos los diálogos en japonés y vamos leyendo la correspondiente traducción al inglés que aparece en pantalla. Si estáis familiarizados y habéis podido ver el anime Psycho-Pass, probablemente os percatéis de alguna que otra mala traducción mientras leéis los subtítulos, en compañía de las imágenes fijas antes mencionadas, dejando ante nosotros una gran historia con una presentación que no está a la altura de ella.

El juego nos presentará una serie de casos en los cuales deberemos trabajar, y tendremos que decidir el inspector o ejecutor que llevarán a cabo junto a nosotros la mayor parte de cada misión. El resultado de las investigaciones no se verá afectado necesariamente por las decisiones que tomemos, sino que más bien recaerán sobre cómo encajamos nosotros en la historia y lo que aprendemos de ella. La elección de seguir un camino u otro podría proporcionarnos información que nos ayudaría a simpatizar en mayor o menor medida con un personaje, lo cual afectará a su vez a nuestra propia psique.ss-9

Existe un nexo común entre todos estos casos, y se trata de un villano llamado Alfa. Alfa es, con mucho, el personaje más interesante en el juego, y un antagonista sorprendentemente inteligente e influyente cuya motivación es hacer feliz a la gente. Si bien lo que está haciendo es de naturaleza criminal, su objetivo final es el de enriquecer la vida de las personas, aunque no lo haga por razones de altruismo, esto hace de él un personaje muy intrigante. Su papel como el antagonista de esta historia plantea algunas preguntas relativas a la moral, la justicia, y el utilitarismo, que nos llevarán a pensar incluso si realmente Alfa, debería ser considerado el malo de la película.

Conclusión

Psycho-Pass: Mandatory Happiness es una agradable aventura cyberpunk con un excelente ajuste y reparto de personajes que son dignos de preocupación. No termina de explotar la narración tan lejos como pudo, confinado por la fórmula tradicional de las novelas visuales, en cualquier caso la historia que nos cuentan es atractiva y estimulante, y no teme tratar algunas materias incómodas, consiguiendo que nos planteemos un montón de dilemas éticos por el camino, y obligándonos a tomar decisiones desgarradoras que nos llevarán a preguntarnos si realmente nuestras acciones son realmente las correctas.