[Análisis] Dragon's Dogma 2, una oda a la aventura y a la libertad

Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por PLAION España, título actualmente disponible en PlayStation 5 (versión analizada), Xbox Series X|S, y PC.

Siempre me fascinan los mundos de espadas, magia y hechicería, y, sobre todo, poblados de dragones, todos ellos llenos de historias, y aventuras por contar, incluso aquellas que tú mismo, o tú misma puedes crear, el análisis de hoy es muy especial para mí, puesto que la primera parte es uno de lo juegos que más me marcaron en su día, por ello, os traigo todos los entresijos de Dragon’s Dogma 2 para mostraros todas las cosas buenas que contiene esta aventura llena de libertad.

Este RPG de acción desarrollado por Capcom nos traslada a varias regiones, cada una de ellas con su propia cultura, sus costumbres, y sus diferentes modos de ver la vida, pero, sobre todo, nos trae combates vibrantes, bien planteados, y con un extenso abanico de posibilidades gracias a las diferentes clases existentes para nuestro avatar, pero los peones no podían faltar a la cita, leales seguidores y seguidoras que nos acompañarán en esta epopeya.

El primer título vio la luz en 2012, después tuvo una revisión con el subtitulo de Dark Arisen en 2013, la cual incluía la expansión, pero quienes lo jugamos, aún seguimos teniendo un vivo recuerdo de todas las cosas buenas que nos dio, y que sigo recomendando a día de hoy, pero, ¿Esta segunda parte está a la altura? Pues seguid leyendo, que os cuento.

La trama del dragón

Como muchas buenas historias, todo comienza en una cárcel donde no da la luz del sol, esos inicios desde la podredumbre siempre auguran un gran viaje, en este punto de partida podemos seleccionar el aspecto de nuestro personaje con un extenso editor donde modificar cualquier rasgo, ya sea del rostro o del cuerpo en general, así como la raza inicial, humano o humana, o bestren, una raza humanoide con facciones semejantes a los leones.

Una vez ya tenemos a nuestro personaje listo para la aventura, y a nuestro peón principal, el cual también podemos crear desde cero, comenzará un viaje lleno de libertad, exploración, y curiosidad, pero la trama principal se presenta de forma sencilla, debemos derrocar a la reina regente, puesto que utiliza a un Arisen falso para hacerse con el poder de todo el reino, cuya corona pertenece al verdadero, o a la verdadera Arisen, quien puede controlar a los peones, y enfrentar a los grandes males, como el dragón antagonista de esta historia.

El gran dragón se hizo con nuestro corazón, ya que la cicatriz que tenemos en el pecho nos delata, a partir de aquí, la historia principal se basa en ir avanzando a través de diferentes misiones donde recabar información que ponga en evidencia los planes de la reina, y para reclutar a diferentes aliados y aliadas para dicha causa.

Lamentablemente la trama principal, y la narrativa de la misma, es lo que menos ha captado mi atención de toda la propuesta de Dragon’s Dogma 2, debido a que se siente simple, con algún que otro giro de guion, pero no sorprende en su conjunto, y servirá de telón de fondo para avanzar en determinadas partes del mapa, pero es en todo lo periférico, en todas las historias que orbitan alrededor, y sobre todo, en la libertad que ofrece su mundo, donde he depositado varios de mis sentidos, y que han conseguido que me maraville su propuesta.

A lo largo de nuestra aventura nos toparemos con personajes que demandan nuestra ayuda para determinadas tareas, y que tienen un hilo de historia más extenso, personajes con mayor peso dentro del mundo que aportarán mayor interés, y donde vamos a querer continuar hasta ver su posible conclusión. Tanto en la principal, como en estas últimas, tendremos la opción de tomar algunas decisiones importantes para el transcurso de la misma, por lo que puede variar en su finalización, aumentando así la rejugabilidad del título.

En otros casos vendrán a buscarnos tanto mensajeros, como personas en apuros en los caminos para darnos misiones secundarias, algunas de ellas de corta duración, pero que suman espontaneidad al conjunto de historias, y se siente como un mundo vivo donde ocurren situaciones variopintas. Al avanzar en ciertos puntos de la historia principal puede que dejen de estar disponibles algunas de las secundarias, pero el propio juego nos avisa para que cerremos cosas pendientes antes de continuar.

En esta parte los, y las peones servirán de gran ayuda, ya que el sistema de peones nos permite encontrar a varios, o varias que ya se conocen las misiones, e incluso nuestro principal aprenderá sobre los enemigos y misiones en sus viajes con otros jugadores y jugadoras, y podemos decidir si nos guían hasta los diferentes objetivos, o no, así que es un sistema totalmente opcional, pero que nos puede venir de maravilla si nos atascamos en aquellos que no se indican en el mapa.

Clases y combates

Tanto este punto, como el siguiente, son las dos cuestiones más centrales dentro de toda la vida que contiene Dragon’s Dogma 2, que sabe mantener todo lo bueno de la primera parte, con gráficos que quitan el hipo gracias al motor RE Engine, e incluye varios añadidos que consiguen que sintamos este lanzamiento como una verdadera continuación.

Nuestro grupo puede estar formado por nuestro avatar, el peón principal, y dos peones adicionales, en su mayoría son creaciones de otras personas, o algunos ofrecidos por la propia Capcom por si no queremos habilitar las funciones online de los peones. Una de las virtudes del combate, es la posibilidad de crear sinergias entre las diferentes clases, por lo que siempre es recomendable llevar un grupo variado y equilibrado.

En mi caso siempre mantenía la composición de dos personajes que atacan cuerpo a cuerpo, uno a distancia, y un mago o maga, y me ha funcionado a las mil maravillas, ya sean luchadores, arqueros y arqueras, ladrones, hechiceras, y demás subtipos, siempre se mantenía la variedad, y la frescura a la hora de afrontar cada contienda.

El combate es ágil, dinámico, pero, sobre todo, divertido, la fluidez de movimientos consigue verdaderos momentos épicos y espectaculares, que se magnifican a la hora de enfrentar enemigos grandes, a los cuales podemos subirnos como marca de la casa, así podemos atacar puntos vitales como ojos, corazón, o las articulaciones de los mismos. Al enfrentar ogros, cíclopes, grifos, o dragones, no basta solo con aporrear botones, siempre podemos subirnos a sus lomos para buscar zonas de mayor impacto en cuanto a daños se refiere.

¿Quieres clavar una flecha en el ojo de un cíclope? Se puede, ¿Quieres subirte al brazo de un dragón para intentar que no realice su ataque mágico? Se puede, en Dragon's Dogma 2 puedes usar tu imaginación y creatividad para los combates, incluso usar el entorno como arrojar piedras, o lanzar a los propios enemigos unos contra otros, y ver qué ocurre. Los peones pueden ayudarnos de diferentes maneras, ya sea agarrando a ciertos enemigos para dejarlos expuestos, o lanzarnos con el escudo o los espadones para alcanzar las zonas más elevadas de los enemigos grandes, un espectáculo digno de ver, porque podemos dar las mismas ayudas a nuestros peones.

Pero para todo esto disponemos de una barra de energía, que se agotará al realizar habilidades especiales propias de cada clase, o al escalar por los enemigos, así que debemos medir bien su uso si no queremos acabar sin aliento, y expuestos a ataques enemigos. También existe daño permanente, es decir que nuestro tope de la barra de vida irá disminuyendo a medida que recibamos daños, o cuando sean impactos muy dañinos, pero podemos recuperar toda la barra de vida descansando en campamentos y posadas, hasta entonces, es mejor seleccionar bien nuestras batallas en el camino.

La IA funciona muy bien para los peones, como para los enemigos, ya que tanto unos como otros aprenden de nuestros movimientos, y los peones nos darán buenos consejos a la hora de acabar con los monstruos, y con los humanos hostiles si ya se han enfrentado a ellos previamente, todo ello suma mayor nivel de inmersión, y de encontrarnos dentro de un mundo lleno de posibilidades y de opciones para atacar, y para defendernos.

Como buen juego de rol subiremos de nivel al ir cumpliendo misiones, así como al derrotar enemigos que otorgan experiencia, a su vez aumentarán los niveles dentro de cada vocación que nos aportarán nuevas habilidades activas y pasivas, además, estas últimas se quedan para seleccionar en otras vocaciones, cosa que se agradece, pero no podemos distribuir puntos de experiencia a placer entre los diferentes stats, estos aumentan de forma automática.

Destaco también diferentes clases únicas de nuestro personaje, como son el arquero mágico, o el duelista místico, entre otras, que ya expliqué con detalle por aquí, para no extenderme más en este punto, pero saben mantener el buen ritmo dentro del juego final, y son dos de las clases más versátiles, y divertidas de manejar.

Un mundo por explorar

La inmersión dentro del mundo de Dragon’s Dogma 2 es una de las más conseguidas y bien construidas en un mundo de fantasía medieval, ya sea por ver a peones y personajes transitando por los caminos, los ciclos de día y noche con diferente climatología, los NPC que nos piden favores espontáneos, o simplemente experimentar como los monstruos tienen sus propias costumbres, realizan emboscadas a nuestro grupo, o se pelean entre ellos.

Me habría gustado una mayor profundidad en las conversaciones con algunos personajes, o la posibilidad de conocer más sobre las costumbres de las diferentes ciudades a través de sus lugareños y lugareñas, pero aquí no encontraremos un desarrollo muy extenso si nos paramos a hablar con cada personaje, aún así, podemos subir nuestro nivel de amistad con la gran mayoría a través de regalos, o mediante las misiones que nos dispongan, lo cual puede llevar a una relación sentimental.

Dentro del mapa podemos diferenciar diferentes zonas, dos de ellas grandes y extensas como son Vermund, con terrenos verdes, llenos de montañas y praderas, hogar de la humanidad, o Batthal, el reino de la raza Beastren, arenosa, seca, pero llena de secretos. Dentro de cada una de ellas encontramos cuevas, ruinas olvidadas, mazmorras, y diferentes emplazamientos llenos de bandidos, o monstruos.

Y es que en el mero hecho de perderse es donde brilla la propuesta de Dragon’s Dogma 2, que nos ofrece un mundo donde explorar y curiosear, como si fuera un patio de recreo gigantesco que invita a descubrir sus secretos, y donde decimos continuamente “y si llego hasta allí, por ver qué hay”, y eso ya dibuja una sonrisa en nuestro modo de jugar, porque vas a querer seguir cada vez un poquito más hasta llegar a un camino sin salida, así es como nos atrapa, mediante la curiosidad, y la búsqueda de recompensas y secretos.

No faltarán cofres con tesoros, o enemigos poderosos a batir que nos darán materiales importantes para mejorar nuestro equipo, ya que el equipamiento se puede comprar o encontrar, y podemos mejorarlo en diferentes ciudades y emplazamientos a través de herreros. La cantidad de armas y armaduras es extensa, y a cada cual más espectacular a nivel visual, incluso algunas de las armas pueden tener propiedades elementales, o provocar estados alterados como el veneno, pero cuidado, que esto también puede afectar a nuestro grupo, susceptible de ser envenenado, caer desplomados por el efecto de sueño de las harpías, o el estado mudez donde no podemos realizar hechizos.

Otro dato curioso es la diferencia de viajar de día o de noche, ya que cuando cae la luz podemos encontrarnos con enemigos más feroces, u otros de ultratumba, como zombis, espíritus, y alguna que otra sorpresa, un hecho que añade el factor de la incertidumbre puesto que la única luz será la de nuestros farolillos. Siempre podemos descansar en una posada, o en un campamento al aire libre para hacer que pase el tiempo, y recuperar el daño permanente, incluso en estos últimos podemos cocinar comida para obtener beneficios temporales.

Para viajar rápido por el mapeado disponemos de las carretas de bueyes, aunque pueden ser asaltadas por los caminos, y las escasas piedras de teletransportación. En definitiva, tiene todos los componentes necesarios para hacernos sentir muchas emociones relacionadas con la aventura, la exploración, y la sensación de sentirse verdaderos descubridores, y descubridoras, donde la curiosidad se premia con más emociones, y quizás, nuevas recompensas.

Aspecto gráfico y sonoro

Ojalá resumir en una sola palabra todo lo bueno, y lo bonito que se ve dentro de Dragon’s Dogma 2, seguramente sería el adjetivo "magistral", porque el motor RE Engine sigue dando la talla allí donde aparece, y de forma excepcional, ya sea en la definición de las texturas, en la distancia de dibujado, o en el diseño general de personajes y enemigos.

Aunque en la versión de consolas no es posible seleccionar una tasa estable de 60 FPS, si es posible elegir una tasa variable de frames por segundo, donde encontraremos oscilaciones entre los 30 y los 60 dependiendo del lugar donde nos encontremos o de la carga de trabajo que aparezca en pantalla, pero no es un hecho que obstruya la experiencia general, y a la larga no estaremos pendientes de ello.

Todo funciona a la perfección a nivel gráfico, tanto en las animaciones, que se sienten fluidas y orgánicas, como en el nivel de partículas, así como en el uso de elementos como el fuego, el hielo, o la electricidad, la mayoría de ellos muy espectaculares en pantalla. Con varios enemigos es posible seccionar diferentes partes, como las colas de los lagartos, o los cuernos de varios de ellos, entre otras, un añadido que suma bastante realismo al conjunto general, y algunas de estas partes ofrecen materiales únicos.

A nivel sonoro es todo un portento, ya sea en el sonido de las armas y habilidades, el de los monstruos, y los enemigos en general, así como en la propia banda sonora, con piezas únicas que nos acompañarán en cada momento del viaje para incrementar la sensación de vivir momentos épicos, o simplemente para disfrutar del camino.

En cuanto a las opciones de accesibilidad, echo en falta varias importantes, como la posibilidad de disminuir o aumentar el tamaño de los textos, diferentes ayudas auditivas o visuales, así como opciones de alto contraste. Existe la posibilidad de modificar diferentes aspectos del HUD, incluso eliminarlo por completo, aún así, sería de agradecer la inclusión de diferentes medidas de accesibilidad que favorezcan el uso y la manejabilidad adaptada a un mayor número de personas, sobre todo en juegos de esta envergadura.

Conclusiones

Dragon’s Dogma 2 tiene todo lo que deseaba en una continuación, donde mantiene todo lo bueno del primero, y añade elementos que han conseguido que disfrute de todos y cada uno de los segundos que he pasado a los mandos, incluso he dejado algunos secretos en el tintero para seguir inmerso en su mundo.

Las diferentes clases consiguen la sensación de probar un juego nuevo cada vez que cambias de una a otra, ya que los luchadores y guerreros tienen una forma determinada de afrontar el combate, y las diferentes clases a distancia nos ofrecen muchas posibilidades para apoyar al equipo, o realizar ataques devastadores. En especial, he disfrutado con la clase de arquero como nunca pensé que lo haría, intentando acertar con las flechas en puntos débiles, saltando cual Robin Hood, o experimentando con todas sus posibilidades, y eso ya dice mucho del propio juego, donde he creado mi propia interacción con el mundo que me rodea.

Y es un mundo que invita a quedarse, a vivir dentro de él, y donde podemos descubrir muchas misiones, muchas historias, que harán que queramos continuar durante una gran cantidad de horas recorriendo caminos, cuevas, ruinas y parajes, a cada cual más bello que el anterior, donde descubrir nuevo equipamiento, o nuevas habilidades dentro de cada vocación.

Si quieres un mundo de fantasía, lleno de experiencias, donde el combate es totalmente satisfactorio y disfrutable, no dudes en hacerte con él, porque puedes pasar más de 100 horas en su mapeado sin pestañear, disfrutando cada momento, cada situación espontánea, y donde experimentar una buena ristra de emociones, tanto en la batalla, como en los momentos de calma, siempre acompañados y acompañadas de los peones, y sus consejos y curiosidades, viviendo aventuras, como en los libros de fantasía de antaño.