Tras los ruegos e imploros de la comunidad, Nintendo por fin nos trae el esperamos remake de la cuarta generación de su saga más vendida. Pokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente, llegan al mercado en apenas unos días, el 19 de noviembre, y nosotros ya hemos podido jugarlo en profundidad.

Un buen lavado de cara -que no está libre de polémica- algunos extras más y conexión multijugador, es todo los que los fans pedíamos a esta revisión tan esperada. ¿Habrá cumplido Nintendo con las expectativas del que se espera que sea el título más vendido de estas navidades?

Nos adentramos en la región de Sinnoh

Al igual que en todas las entregas principales de la saga, nos pondremos en la piel de un joven entrenador pokémon que, sin comerlo ni beberlo, un buen día tendrá que elegir cuál será su primer compañero de aventuras entre tres mimosos candidatos.

Aquí, empezará nuestro periplo por la región de Sinnoh, donde no solo tendremos que hacernos con todos los pokémon que componen la pokédex -ya hablaremos de cuantos más adelante-, sino que también nos propondrán batir en combate a los líderes de gimnasio para hacernos con el título de campeón.

Por el camino tendremos que superar también otras adversidades, como al malvado Team Galaxia, que intenta crear un universo paralelo sin pensar en las atrocidades que pueden causar. Por suerte, tendremos a nuestros compañeros de bolsillo con nosotros para vivir la aventura de nuestras vidas.

El profesor Serbal hará de nuestro mentor en esta entrega.

Argumentalmente es una fiel recreación de lo vivido en nuestra Nintendo DS hace ya más de 13 años, y aunque el factor nostalgia jugará un importante papel a la hora de revivirlo, estamos convencidos que atraerá a mucho más público, y algunos optarán por conocer lo que para muchos es, la mejor generación de todas.

El juego no cuenta con un gran peso argumental, donde la historia es la misma generación tras generación, con el único pretexto de invitarnos a capturar criaturas y entrenarlas, pero, ¿acaso Pokémon necesita algo más? la verdad es que no, y nos sentiremos como niños desde el minuto 0.

Los misterios nos sacudirán desde el primer minuto.

La misma región de Sinnoh, pero mucho más bella

Respecto a la vertiente jugable de esta aventura, no ha cambiado nada comparado con el original, de hecho hay quienes aseguran que el código fuente se mantenido tal cual, siendo el principal atractivo para volver a pasar por caja su nuevo apartado visual.

Con el afán de mantener la cámara torre que tanto gusta en la saga, se ha optado por un modelado más infantil y deforme para los personajes en los escenarios. Con unos planos muy bonitos, pero algo falto de detalles.

Nos encanta elegir pokémon inicial, pero las texturas no.

El estilo elegido para esto ha estado cargado de polémica desde su primera aparición, existiendo detractores que aseguran que es aberrante para la franquicia que abarca, y otros defensores que ven como una fiel recreación del original.

Nosotros comprendemos por qué Nintendo ha decidido apostar por este estilo gráfico, atacando al factor nostalgia para un público de Pokémon cada vez mayor, pero a la vez pensamos que tratándose de esta saga podrían haber hecho un trabajo mucho más detallado y con mejores resultados.

Los gráficos resultan mucho más correctos en los combates, aún teniendo algunos peros.

Por suerte, en combate la cámara cambia a una más de acción, parecida a las de las últimas entregas con un escenario muy bien construido -la mejor parte- y unos pokémon algo mejor diseñados.

Aún así acarrea algunos de los errores de Pokémon Espada y Escudo, con unas animaciones muy pobres y unos diseños poco realistas para lo que busca representar.

Dicho de otro modo, es la primera vez que un remake de Pokémon supone un paso atrás en la evolución de la saga, en anteriores revisiones de las entregas principales el resultado mejoraba a la última entrega lanzada... aquí no.

Vuelve el ciclo de día y noche, y será importante para hacernos con todos.

Un buen planteamiento para los combates que mantienen su espíritu más clásico

Y hablando de los combates, estos nos han parecido más divertidos que los de las últimas entregas, y realmente esto es lo que cuenta. A diferencia de Espada/Escudo o Sol/Luna, estos resultan más desafiantes y con algo más de dificultad.

No llegará a ser un reto para los más expertos en la saga, pero si algo más gratificante, ya que la asombrosa facilidad de las últimas entregas se estaba convirtiendo ya en un problema para el público más veterano.

Eso sí, hay pocas novedades respecto a la entrega original, quizás algunos ajustes en los ataques y la inclusión de algunos nuevos, pero poca chicha si lo comparamos con el Gigantamax o la evolución Z.

A la falta de contenido en los combates, se le suma que siempre contaremos con el repartidor de experiencia activado.

Ruta subterránea y Plaza Amistad como principales añadidos

La plaza amistad estará de vuelta en esta revisión, solo que esta vez contará con grandes añadidos. En esta ocasión los pokémon no solo nos seguirán el tiempo que estemos en la plaza, también fuera de ella.

Por otra parte, dentro de esta tendremos acceso a un gran número de minijuegos que servirán para mejorar la relación con nuestras criaturas, y por qué no decirlo, algo de postureo en las redes, o simplemente relajarnos.

No todo será combatir, también podremos disfrutar de la compañía de nuestros pokémon.

Eso sí, no estamos carentes de contenidos nuevos, ya que contamos con una gran incorporación a esta entrega, la ruta subterránea, y es que tan pronto como avancemos un poco en la trama podremos visitar el subsuelo de Sinnoh.

Aquí encontraremos una amplia red de caminos que culminan en unas zonas abiertas, donde podremos ver pokémon salvajes que de acercarse demasiado a nosotros, entablaremos combate, contando un mapeado muy ampliado y cargado de criaturas -algunas solo se encuentran aquí-.

En el subsuelo encontraremos pokémon salvajes libremente.

Por otra parte, en la red que une estas salas podremos acceder a un minijuego que nos permite conseguir tesoros, los cuales podemos vender o intercambiar por objetos más valiosos, lo cual será muy importante de cara al competitivo del juego.

Hay muchos más minijuegos presentes en el título, como la creación de pasteles para nuestros compañeros, adornar nuestras pokéball -haciendo que la aparición de nuestros pokémon resulte más novedoso- o los concursos que ya estaban presentes en el original.

Sea como fuere, el juego no está únicamente enfocado a los combates, pero si fuera el caso, el competitivo ha vuelto muy mejorado.

También tiene algunos minijuegos nuevos, que pueden llegar a ser útiles para el competitivo.

Otras novedades que nos han gustado mucho, es que los movimientos del protagonista ya no son bilaterales, sino que podemos hacer toda clase de movimientos rotatorios.

También regresan el ciclo de noche y de día, que afectará a la aparición de determinados pokémon y que, además, nos deja vistas muy bonitas de los escenarios.

Algunos pokémon no presentes en la edición, solo pueden conseguirse en el subsuelo.

Un apartado técnico mejorable, pero fiel al original

Como ya hemos comentado antes, el apartado técnico respecta en gran medida al original: combates, dimensiones de los escenarios y en parte los gráficos, que siguen la estela de la entrega de 2007 y esto es algo que no ha gustado en especial.

Quienes esperaran un auténtico remake no encontrarán aquí su juego, pero sí aquellos que quieran rememorar una de las mejores entregas de la saga.

Recordad que la pesca también estará de vuelta.

Bien es cierto que los gráficos podrían estar más pulidos, pues los dientes de sierra nos matan a estas alturas, y algunas texturas más de lo mismo. Pero la verdadera belleza de Pokémon está en quien disfruta entrenando de las criaturas, y no quien entra a disfrutar de sus gráficos, aunque hubiera estado bien algo mejor.

Lo mismo pasa con la banda sonora, que ha respetado en su totalidad a la original de Nintendo DS y queda algo desfasada, echando en falta la banda sonora orquestada de las últimas entregas, aunque aún no sabemos si esto se solucionará con un parche el día de su lanzamiento.

Los combates contra el rival son algo más exigentes que en las últimas entregas, sin ser tampoco una locura.

Lo que sí parece que tendrá solución el día que se ponga a la venta será algunos de los bugs que hemos encontrado en nuestras numerosas horas de juego, los cuales han llegado a provocar cuelgues en la partida.

En cualquier caso este apartado ha dañado en gran medida la percepción del título, y esperamos que muchos jugadores puedan ver más allá, del mismo modo que le pedimos a Nintendo que aprenda de esto para futuras entregas.

Los gimnasios cuenta con varios puzles para ser superados.

Conclusiones

Si bien es cierto que a nivel gráfico cabría esperar mucho más de un título de estas características, tenemos que asegurar que el factor nostalgia está logrado con creces, y han sabido respetar los elementos del original a la vez que han incorporado algunos nuevos.

Pokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente no serán las mejores entregas de las sagas, pero por algún motivo sí unas de las más queridas, y es una experiencia que ningún amante de esta franquicia debería perderse.

Además sus nuevos añadidos, la vuelta de la jugabilidad más clásica de la saga y el competitivo es la excusa perfecta para que todos los jugadores regresen a Sinnoh el próximo 19 de noviembre.

El Pokéreloj incorporará nuevas funciones.
Reseña
Nota final
8
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analisis-pokemon-diamante-brillante-y-perla-relucientePokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente resulta un buen remake del original aunque se eche en falta un mejor apartado visual. Unos combates algo más exigentes que los de las últimas entregas así como algunos jugosos extras, es todo lo que nos espera en el que podría ser uno de los títulos más vendidos de este año.