Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Meridiem Games, título actualmente disponible en PlayStation 5 (versión analizada), y PC.
Quién no ha soñado alguna vez en subirse a su coche y conducir por la carretera hasta el horizonte, hacia donde el viento, y su motor nos lleve, sin preocupaciones, sin condiciones, pues en este juego no es así, aquí hay peligros en cada tramo de la carretera, pero es una de las partes más divertidas y misteriosas del análisis que os traigo hoy, os contaré muchas cosas sobre Pacific Drive, una de las grandes sorpresas del año.
Ironwood Studios nos trae su propuesta donde nos adentraremos en la Zona de exclusión Olímpica, una extensión gigante de terreno, donde cada parte de la carretera se genera de forma procedimental en cada viaje, y que ha sido acordonada por el gobierno de turno puesto que ocurren sucesos paranormales, y peligrosos.
Encarnamos a la conductora, quien se adentra en estas tierras para resolver sus secretos, con la ayuda radiofónica de varios personajes, que nos cuentan sus propias historias, y que viven en la zona desde hace bastante tiempo, así que, voy a contaros misterios, sin desvelar sus contenidos.
La zona Olímpica
Nuestra protagonista se adentra en una zona del noroeste de Estados Unidos, recreada de forma distorsionada y surrealista, donde hace muchos años ocurrió una desgraciada que influyó en una amplia zona, donde ahora habita el misterio, las anomalías, pero el cual está lleno de materiales, piezas relucientes, y secretos por descubrir.
Ya desde le inicio nos daremos cuenta de como se ha transformado la realidad en este páramo, la Zona de exclusión olímpica está repleta de experimentos de la organización ARDA, quien desató todas las desdichas que veremos en varios tramos de la carretera.
Para movernos por esta zona contaremos con la ayuda de Oppy, Francis y Tobias a través de la radio, quienes tratarán de ayudarnos a escapar, y que poco a poco nos desvelarán sus identidades, sus intenciones, pero quienes se encargarán de contar parte de la historia, la cual no es muy remarcable, pero que nos sirve de telón de fondo, y como excusa para explorar varios rincones de esta zona misteriosa.
El juego nos puede llevar alrededor de 18 a 20 horas para completar la historia principal si vamos con calma y disfrutando del camino, además de poder invertir unas cuantas horas más en mejorar nuestro coche, y el taller, que será el campamento base antes de cada salida a la zona.
Jugabilidad sobre ruedas
La parte más curiosa de Pacific Drive se palpa nada más subirse al coche, todo parece tranquilo, pero enseguida ocurren cosas inexplicables a nuestro alrededor, aunque las zonas con mayor calma suelen ser tranquilas, siempre tienen esa aura de misterio que tanto atrapa dentro de su propuesta.
En aquellos tramos de carretera donde el escáner ya nos avisa que hay “turbulencias” paranormales, siempre habrá que intentar sortear los peligros, pero también estudiarlos, ya que, para poder investigar nuevas piezas, o herramientas, es muy importante bajarse del coche para escanear diferentes objetos, y anomalías. A pie podemos portar herramientas de recolección, linternas y bengalas, así como palancas o martillos para forzar puertas y armarios, pero nuestro inventario es finito, y hay que gestionar bien su contenido.
Dentro de este título hay muchos engranajes que funcionan a la par, ya que, además de las anomalías, debemos buscar emplazamientos para adquirir materiales, ya sea en casas, silos, granjas, camiones abandonados de ARDA, en definitiva, cualquier recipiente que albergue algún objeto, donde también podemos encontrar herramientas y piezas para el coche.
El manejo de nuestro vehículo de cuatro ruedas es sencillo, pero se pueden ir adquiriendo nuevos aparatos que sumen habilidades a nuestro coche, como luces laterales, un escáner de objetos, depósitos extra de gasolina, o uno muy útil, que al bajarnos del coche se cambie la palanca sola al modo aparcamiento. Además, podemos adquirir puertas nuevas con mejoras incluidas, así como carrocería, y ruedas más resistentes, que también nos dan la opción de personalizar su chapa y pintura, con colores diferentes y pegatinas.
Y es que dentro y fuera de nuestro vehículo nos tenemos que encargar de encender el coche, abrir y cerrar puertas, o apagar y encender la radio, entre otras cuestiones, como la de depositar objetos en el maletero, la única parte automática es el cambio de marchas. Esta parte es bastante inmersiva, además podemos personalizar parte de la experiencia a nuestro gusto para que sea más accesible, como la posibilidad o no de perder objetos en un viaje fallido, mayor visibilidad por la noche, faros infinitos, gasolina infinita, y muchas más que saben adaptarse a cada tipo de jugador o jugadora.
Así que, que no os asuste su planteamiento o dificultad porque puede ser un título muy disfrutable a varios niveles, y podemos personalizar la experiencia que ofrece, dando un mayor abanico de posibilidades. Tanto a pie, como en coche, la jugabilidad es sencilla y bien planteada, sin movimientos complejos, ya que caminando a pata disponemos de una mochila con un límite de objetos, donde poder portar cosas hasta nuestro coche, y podemos usar herramientas como palancas, linternas, o sierras mecánicas que nos ayudarán en la recolección de objetos.
En ocasiones este sistema se hace algo monótono y repetitivo, porque, exceptuando en las misiones de historia, la mayor parte del tiempo se basa en la recolección de materiales y equipo, que se obtienen al aventurarnos por diferentes tramos de carretera de la Zona de exclusión olímpica, ya que, cuanto más nos adentremos al centro, más peligros aparecerán, tanto climatológicos, como de anomalías, pero adquiriremos mejores recompensas.
El campamento base
El taller inicial será nuestra base de operaciones durante toda la partida, ese lugar de descanso tras cada viaje que supone un remanso de paz entre tanta conducción temeraria. En este taller podemos mejorar nuestro vehículo, almacenar materiales y equipo, realizar investigaciones para conseguir mejores piezas para el coche, así como crear diferentes componentes para el mismo, y para el personaje principal.
Lo bueno de este taller es que evoluciona y cambia a lo largo de toda la partida al igual que lo hace nuestro coche, y es muy curioso ver cómo comienza, y como termina si hemos investigado todas las estructuras posibles. Desde aquí partiremos a cada zona, que podemos escanear previamente para ver los peligros que conlleva, o si se trata de una zona tranquila. Hay que tener en cuenta que este es el único sitio donde se puede guardar la partida, así que hay que aprovisionarse bien en cada salida, puesto que algunos viajes son realmente largos, sobre todo cuanto más nos queramos adentrar dentro de la Zona.
Mejorar el coche es importante, porque las anomalías son variadas y a cada cual más peligrosa, puede que haya pinchos oscuros que hagan trizas nuestras ruedas, lluvia corrosiva que hace mella en la chapa del coche, sierra que aparecen del suelo, tormentas eléctricas, bloques de tierra que pueden volcar el coche, entre otras, que se vuelven cada vez más peligrosas cuanto más nos adentramos en la carretera.
Este será al sitio al que volvamos una vez decidamos terminar cada viaje, ya que, cuando conseguimos cierta cantidad de KLIM, que es la energía necesaria para realizar investigaciones además de los materiales correspondientes, comenzará una tormenta que lo arrasa todo a su paso, así que debemos salir por patas, o más bien por ruedas antes de que lo cubra todo.
Aspecto gráfico y sonoro
En cuanto al aspecto visual estamos ante una composición minimalista, donde apreciamos mayor cantidad de texturas en el coche y en las estructuras, pero casa muy bien con el planteamiento general, aunque en ocasiones existe una bajada considerable de los frames por segundo en PlayStation 5, sobre todo en áreas de mayor carga de trabajo, o al atravesar el escenario a toda velocidad con el coche, pero, como punto a favor hace uso de los gatillos adaptativos del DualSense, así como de la vibración háptica.
El interior del coche está bastante detallado, ya que dispone de toda la información necesaria, como el nivel de batería del coche, de gasolina, y el cual podemos personalizar con figuritas, o accesorios, y su evolución visual está muy conseguida, a medida que adquirimos nuevos componentes o partes del coche, este cambiará por completo, y al finalizar el juego tendremos todo un portento, tanto en su carrocería, como en herramientas disponibles.
A nivel sonoro es toda una delicia, tanto por la banda sonora original compuesto por Wilbert Roger II, como por las 20 canciones con licencia que podemos escuchar en la radio, que no se harán pesadas en ningún momento, y las cuales serán una compañera de viaje más.
En cuanto a las opciones de accesibilidad Ironwood Studios ha hecho un gran trabajo, tanto a nivel de dificultad, como para implementar opciones visuales que ayuden a una mejora perceptiva para aquellas personas con discapacidad visual, pudiendo aumentar la iluminación del contorno de los objetos, o disminuir la oscilación de la cámara tanto del coche, como del personaje.
En las opciones de dificultad podemos cambiar la penalización por viaje fallido, la tasa de aparición de peculiaridades en el coche, que hacen que disminuya más rápido la gasolina, que el coche se mueva solo, entre otras trabas, además de poder desactivar el efecto de volcado del coche, tener faros infinitos, o aumentar el nivel de iluminación durante las noches, entre otras opciones que nos pueden facilitar la vida.
Conclusiones
Termino Pacific Drive con muy buenas sensaciones, al principio no me convenció su propuesta en varios aspectos, como en la recolección de recursos, pero poco a poco comencé a entender que el coche es un personaje más, y de los más importantes, porque es con el cual nos desplazamos, y escapamos.
Sentir esa sensación de conducir a toda velocidad, sabiendo que confías en tu coche, para sortear peligros, o escapar de la fatídica tormenta, suma la adrenalina que le puede faltar en otros puntos, y sabe equilibrar sensaciones de forma magnífica, como la sensación de incertidumbre constante durante los viajes, que se ve recompensada con los diferentes logros posibles, ya sea al cumplir misiones, o al conseguir materiales difíciles de encontrar.
La historia principal tiene sus puntos interesantes, pero no es su fuerte, así como varias de sus mecánicas, que se pueden tornar repetitivas tras unas horas de juego, porque repetiremos el ciclo de salir y volver al taller para recolectar recursos, aunque siempre podemos plantearnos nuestros propios retos, o atravesar zonas complicadas para sumar emoción.
La aparición de anomalías suma ese plus de peligrosidad y misterio que tan bien le sienta a su atmósfera, así como el hecho de tener que estar pendientes de la energía, la gasolina, y el estado de salud del coche, que debemos cuidar tanto dentro, como fuera del taller. Las diferentes capas de la Zona de exclusión olímpica son todo un acierto, tanto a nivel de historia, como de los retos que supone, que son cada vez mayores.
Se trata de un juego de conducción y supervivencia que nos trae Meridiem Games en físico a nuestras tierras, que se siente muy bien a los mandos, que incluye una buena ristra de opciones para que sea más accesible y sencillo, y que nos asegura una gran cantidad de horas dentro de sus carreteras, si te gusta su planteamiento, y el género, no dudes en darle una buena oportunidad.
