Uno de los estudios españoles más grandes actualmente, Mercury Steam, vuelve junto con Samus para salvar la galaxia, la última aventura de nuestra heroína tiene nombre y apellidos español y se llama Metroid Dread.

Del mismo modo que las aventuras de Metroid en primera persona son ansiadas y esperadas, las de acción bilateral, que sirvió para dar nombre al género "metroidvania", son igual de queridas por la comunidad.

Y es que un título tan bien cuidado como el trabajo que ha hecho Mercury Steam se merece todo nuestro apoyo y comprensión. Por eso, pese a que el título ya lleva un par de semanas en el mercado, en AllGamersIn nos hemos tomado nuestro tiempo para explorarlo a fondo y por fin tenemos nuestro veredicto.

El fin de una era para Samus

Tras los acontecimientos vividos en Metroid Fusion, algunos parásitos X han sobrevivido a la destrucción del sistema SR388, es por ello que la Federación Galáctica mandó a siete robots EMMI para investigar el planeta ZDR en el que se ocultan.

El problema llega cuando dichas unidades dejan de enviar señales y mandan a Samus a comprobar lo que ocurre. La sorpresa no se hará esperar, y tan pronto como aterrice en el planeta, descubrirá que los EMMI ahora son el enemigo, y que tendrá que explorar a fondo el oscuro lugar si quiere salir con vida.

Contaremos con una breve introducción a la saga.

Hasta aquí la premisa de este título, lejos de una aventura que nos permita profundizar más en el la trama personal de nuestra querida heroína, o presente a nuevos personajes, lo cierto es que argumentalmente se decanta más por una aventura de corte clásico y sin grandes giros de guión.

Y esto mismo es lo bueno de la saga Metroid, dedicar menos peso a la carga argumental y dárselo a la jugable, para hacer una aventura que nos ponga rápidamente en situación, y nos prepare sencillamente para una acción más completa.

Es también por esto, que completar el juego casi al máximo nos ha llevado apenas 11 horas -y que de completar al 100% no habría sido mucho más tiempo-, algo muy parecido a otras entregas de la saga, y que permite explotar gustosamente el modelo de juego, sin que nos quede la sensación de que podrían haber sido más horas.

Por primera vez, la saga cuenta con doblaje al castellano, espectacular.

Más miedo a los EMMI que a los Aliens

Los EMMI no serán solamente el eje argumental de la trama, también serán nuestro peor enemigo en el planeta, y uno de los motivos del juego para tenernos en tensión constante. Cada uno de los siete, custodia una parte concreta del mapeado, y en cuando las visitemos sus sentidos empezarán a buscarnos.

El problema una vez que nos localicen no será latente hasta que nos damos cuenta que no podemos destruirlos de ningún modo, y que nos tocará correr hasta otra zona para dejar de ser sus presas.

Los EMMIs son terroríficos, y tenerlos detrás es aún peor.

Tendremos que seguir explorando la nave -con sumo cuidado, y enfrentándonos a otras criaturas- hasta que encontremos los puntos que nos dan el arma única para hacer frente a estos robots.

Una vez que usemos esta arma con uno de ellos, quedará inutilizada, y tendremos que seguir explorando el planeta para dar con otro, con la diferencia de que habremos dejado la zona despejada para que no nos molesten más.

Esta mecánica del ratón y el gato añade un nuevo punto de vista a los "metroidvania" y aunque no es el único eje jugable, lo cierto es que nos ha gustado mucho el sentirnos indefensos y acosados por estos seres.

De hecho, hemos muerto en varias ocasiones al enfrentarnos a ellos, ya que si nos pillan, la única opción que tenemos de huir de ellos es pulsar el contraataque en el momento justo, algo que no siempre funciona.

Una vez nos tengan localizados, solo podremos huir.

El paseo por el planeta ZDR no será un viaje de placer

En los primeros compases de la aventura, notaremos que la exploración es bastante libre y poco guiada, aunque sepamos en todo momento qué hacer, no sabremos exactamente a dónde ir, teniendo que explorar todas las instalaciones para buscar alguna pista.

El sitio no solo está plagado de EMMIs, también hay muchos coleccionables y mejoras esperando a ser recogidas, y aunque en muchas ocasiones son opcionales, no está de más hacernos con ellos para prepararnos contra los jefes.

Pese a no ser un portento gráfico, es precioso.

Tal y como cabía esperar de la saga, las zonas están muy bien conectadas, formando en conjunto un mapa amplio y bien estudiado, con algunas zonas inaccesibles que requieren de habilidades específicas que aún no tenemos.

Es por esto que muchas zonas tendrán que ser exploradas dos y tres veces, por lo que el trabajo de alguno de los puntos es doble, y se recomendará estar atentos para saber cuándo estamos listos para revisitar un área.

Y no todo será explorar y luchar contra los EMMI, también se requiere habilidad con los saltos, pues aunque en un principio no lo parezca, el plataformeo estará muy presente en el juego, y algunas zonas serán auténticos retos de saltos y agilidad.

Los mapas están muy bien conectados, y son zonas muy diferentes entre sí.

Jefes y contraataques a tutiplén

Una de las nuevas mecánicas de esta entrega son los contraataques, en el momento que veamos que los rivales emiten un destello, será el momento de pulsar el botón de contraataque, en el que Samus no solo evitará recibir daño, sino que lo devolverá acabando con el rival.

Y es que no solo son importantes para salir ilesos de zonas delicadas, algunos enemigos solo pueden ser destruidos con estos, y otros como los jefes necesitarán que sepamos hacerlo en varias ocasiones para poder derrotarlos.

Los jefes tienen un diseño espectacular, y son un vício.

Por poner un ejemplo, tuvimos problema con el primer jefe del juego, porque no sabíamos que había un ataque que era importante devolver y nos ofrecía una gran ventaja en combate.

En definitiva es una buena incorporación a las mecánicas clásicas de la saga, y sin ser un gran añadido, han sabido sacarle partido e incluso nos gustaría verlo en futuras entregas.

Y hablando de jefes, tenemos que decir que son uno de los puntos fuertes de la aventura, desafiantes, difíciles y con mecánicas que debemos conocer bien antes de enfrentarnos a ellos.

Vencerlos será mucho más sencillo una vez entendamos todos sus ataques, y podamos prevenirlos.

Y es que aparte de la dificultad que representan -mucho más alta que la exploración del mapeado- es importante también saber cómo funcionan, ya que cada uno cuentan con un abanico grandes de ataques, pero que si somos previsores, podremos evitar casi al completo.

Si tuviéramos que decidir cuáles han sido los tres gran pilares que han hecho grande a esta entrega, sin duda hablaríamos de: exploración; tan disfrutable como cualquier otra entrega de la saga o más, los jefes; desafiantes y divertidos por igual y los EMMI, todo un reto y un gran añadido.

La exploración es muy importante, pese a que no sepamos donde ir.

Pocas tareas que hacer, pero mucha exploración por delante

El número de tareas secundarias de esta entrega es mínimo, hasta el punto de que al margen de progresar en el planeta, lo único que nos quedará por hacer es recoger todas las mejoras que nos hayamos dejado por el camino, bien porque aún no podamos acceder a esa zona, o simplemente porque no lo hayamos visto.

Esto ha afectado en gran medida a la duración del título, que como ya hemos dicho, puede ser completado en menos de 10 horas teniendo que dedicar solo algunas más si queremos conseguir el 100%.

Aunque el título es tan adictivo y tantísima gente lo disfrutará, que las ganas de rejugarlo e intentar superar nuestra marca, estarán siempre ahí, esperando a que le echemos un segundo o tercer vistazo.

Las pocas pistas o sentido argumental que recibiremos, vendrá de él.

Una de las atmósferas sobrecogedora y penetrante

La atmósfera está compuesta por varios elementos que unidos se convierten en uno de los elementos más importantes de la trama.

Por un lado tenemos lo bien divididos y conectados que están las secciones del mapa, pasando de zonas frías a muy calientes que debemos explorar por igual -y que encima necesitarán equipo especial para ello-.

La fauna del lugar también está muy bien lograda, encontrando un abanico de enemigos enormes, que están bien diferenciados en cada parte, contando además con mecánicas diferentes para derrotarlos.

Hay que saber contraatacar en el momento adecuado.

Otro papel importante de la aventura, lo cumple la banda sonora, que es adictiva para el oído y muy necesaria para los enfrentamientos contra jefes o las zonas de EMMIs, nos sentiremos como en una película de suspense y será gracias a la banda sonora en sus persecuciones.

Por último no podíamos olvidarnos del apartado gráfico, que pese a contar con las limitaciones técnicas de la consola, están muy bien detallados y diferenciados, tanto en la lista de técnicas de Samus como las de nuestros rivales, así como los elementos que vemos al explorar la nave.

Explorar será la única tarea secundaria que veremos, y merecerá la pena.

Respecto a esto, el juego se ve muy bien tanto en modo portátil como sobremesa, destacando que la consola de Nintendo es especialmente híbrida en ambos modos y que se ve espectacular juegues como juegues.

Por otra parte, el juego funciona a 60 fotogramas por segundo la mayor parte del tiempo y con caídas muy puntuales, solo a 30 fotogramas en las escenas de vídeo, todo un logro técnico para la híbrida.

A algunas zonas no podremos llegar hasta que tengamos cierta habilidad, otras necesitarán equipo especial para poder visitarlas.

Conclusiones

Metroid Dread es de largo uno de los mejores títulos de acción bilaterales de la saga. Si bien echamos de menos elementos más roleros como los de Castlevania o Hollow Knight, lo cierto es que el juego tiene mecánicas y personalidad propia para no depender de esto.

Muy divertido, desafiante para los recién llegados a la saga, y con una rejugabilidad tan grande como el título, pese a no ser tan largo como nos gustaría.

Querrás acabar con todos los EMMIs, ¿podrás?

Por otra parte, pocos juegos consiguen conectarnos de un modo tan profundo a la atmósfera a pesar de no tener una gran historia.

Metroid Dread es un paso más en la saga, y una aventura muy recomendada para jugar bien sea de un único tirón o disfrutando en pequeños momentos, gracias a sus jefes divertidos y su exploración llena de desafíos.