Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Go-Getter. Juego disponible en NINTENDO SWITCH, PC, PLAYSTATION 4, PLAYSTATION 5 (versión analizada), XBOX ONE y XBOX SERIES S/X.

Introducción

Bueno, bueno, ¿cómo enfocar el análisis de MADiSON? Todo se resume en una sensación general: me he hecho caquita. Y es que hacía mucho tiempo, si alguna vez ocurrió, que no sentía tanto miedo con un mando.

Para que os hagáis una idea, puesto que el juego se guarda automáticamente cada cierto tiempo, ha habido ocasiones en que he tenido que repetir partes y, aunque ya me las sabía, me daban incluso más miedo por el error de pensar que, bah, total ya lo has visto.

Mientras me ocurría esto, reflexionaba sobre la idea del desconocimiento, que a veces nos hace actuar imprudentemente. Es curioso, pero un susto puede ser menor cuando ni te lo esperas que cuando sabes que está ahí y por eso te crees más preparado. Eso también me hacía pensar en los horrores que me esperaban por delante desde la inconsciencia, dando como resultado una retorcida mezcla de angustia y morbo.

El caso es que los amantes del canguelo podéis pasar por caja directamente y comprar MADiSON, al resto os invito a leer este análisis a ver qué tal.

MADiSON 1

Devil came to me

Todas las culturas, separadas por los océanos tanto físicos como del propio tiempo, suelen atribuir los comportamientos malvados a un ente consciente que, ayudado por sus esbirros, intenta conducir a la humanidad por los caminos de la perdición. La idea es que, puesto que ellos ya han perdido, pretenden arrastrar consigo a todo el que puedan.

MADiSON se acerca a esta premisa desde un punto de vista occidental, es decir cristiano, poniéndonos en la piel de Luca.

Luca es un muchacho joven, sin hijos, que vive en una casa familiar junto a sus padres, su hermanita y su abuelo. Bueno, o más bien vivía, ya que nada más empezar esta macabra aventura escucharemos la voz de nuestro padre desesperado, aporreando la puerta y preguntándonos en qué clase de monstruo nos hemos convertido. Poco después encontraremos una lata conteniendo fotos de miembros mutilados, de ahí lo de hablar en pasado porque tiene toda la pinta de que parte de la familia está caput y probablemente por nuestra culpa.

MADiSON 2

El tormento de la duda

Por supuesto Luca no se acuerda de nada, de hecho una cosa que me ha encantado de MADiSON es que no es raro escucharlo hablar con voz de verdadero terror, preguntándose qué ha ocurrido y comentando las cosas según suceden.

A diferencia de muchos otros juegos, aquí el propio protagonista, es decir nosotros, transmite una clara agonía a medida que avanza por la aventura y se pregunta si realmente es un monstruo poseído o si ha perdido el juicio.

De este modo, en MADiSON será constante el punto surrealista e imprevisible de puertas que aparecen donde no estaban, objetos que se mueven solos, aparatos eléctricos que cobran vida, luces que se apagan de improviso, etc.

MADiSON 3

Tal y como os conté en mi análisis de Fobia: St. Dinfna Hotel, en MADiSON también tenemos una cámara de fotos en lo que parecen claros homenajes a Project Zero. Sin embargo en este caso no servirá para mirar por la lente, sino simplemente para disparar a puntos concretos, normalmente alterando la realidad y abriendo extraños pasadizos o provocando reacciones necesarias para avanzar.

Además, aprovecho para decir que por la casa hay repartidas 25 fotos secretas a modo de coleccionables, aunque sinceramente no sé si tras finalizar este escalofriante viaje os van a quedar ganas de repetirlo.

Entre cuatro paredes

Hablando de la casa, ostras, realmente me cuesta transmitir por escrito el desasosiego que genera. Baste decir que Bloodious Games, los desarrolladores, han hecho un trabajo de ambientación absolutamente impecable, sin reservas.

MADiSON 4

Ante todo en esta morada hay alguien más, y no me refiero a nuestro padre. El juego deja caer esta idea y la alimenta con una extraña densidad, como si el ambiente estuviera saturado del mismísimo mal.

Esto hay que experimentarlo para entenderlo, pero tiene que ver con los juegos de luces, los efectos de sonido y la perspectiva en una primera persona distorsionada que alarga los espacios. Y las cucarachas, esas malditas cucarachas.

La propia pantalla de título, que presenta una estancia diferente en cada partida, ya da pistas de la excelente ambientación.

MADiSON 5

A lo largo de esta casa iremos avanzando, a la vez que nuestra mente se precipita hacia la locura, descubriendo qué ha pasado aquí, qué abyecta criatura se oculta entre estos muros y qué le ocurrió a Madison Hale hace años, cuando despedazó a toda su familia.

Conseguiremos todo esto a base de reunir información y resolver puzles, algunos de los cuales nos van a entretener durante un buen rato. Aunque en MADiSON no hay armas, por supuesto no voy a desvelar si algo amenaza nuestra propia vida porque esa incertidumbre forma parte del juego.

Los problemas de la versión 1.0

De momento todo bien, ¿no? Muy bien, diría yo. Salvo que necesites pegar tiros o liarte a mamporros, es muy posible que lo dicho de MADiSON haya despertado tu interés.

Lamentablemente -casi siempre hay un pero- la versión que nos ha llegado para analizar está recién salida del horno, pero le han faltado unos minutos de cocción.

MADiSON 6

Por ejemplo, las opciones son muy escasas. No se pueden invertir los ejes de la vista, lo que es una verdadera molestia para quienes lo preferimos. La asignación de botones, aparentemente configurable, es fija. Tampoco hay posibilidad de ajustar el brillo en pantalla.

Otro problema de MADiSON es que hay un puntero diminuto para marcar los objetos y tenemos que ponerlo justo encima, por lo que no será raro vernos moviendo los sticks analógicos cuidadosamente en busca de la coincidencia, siendo a veces incluso difícil interactuar con el entorno.

MADiSON incluye un modo difícil que no resalta los objetos, pero entre que el juego es oscuro sin posibilidad de subir el brillo y el tema de apuntar, sinceramente debe de ser un quebradero de cabeza.

Además aprovecho para decir aquí que, por la experiencia que estoy teniendo, me doy cuenta de que los juegos que salen para PS4, aunque también lo hagan en versión nativa para PS5, tienen una menor sensibilidad de los sticks adaptada al inferior DualShock 4.

Otro problema del puntero, que entiendo se ha reducido a la mínima expresión para que no afecte a la ambientación, es que en fondos claros ni se ve, elevando aún más la complejidad de cuanto he dicho.

Apartado técnico

Prosiguiendo con las partes verdes, pero introduciéndolas ya en otro apartado, tenemos un claro problema de tearing incluso en una PlayStation 5. Esto no se aprecia mucho simplemente al avanzar, pero mirando alrededor el tembleque es considerable, molesto y, lo que es más grave, compromete la sensación de inmersión y realismo. Puesto que hablamos de un juego tranquilo, en mi tele he activado el interpolador de frames al máximo, pero ni aún así he conseguido unos movimientos totalmente fluidos.

Por lo demás tenemos un uso magistral de las luces y los efectos volumétricos, unos entornos sólidos y una buena cantidad de detalles que se agradecen. MADiSON se mueve a 60fps aunque por el mencionado tearing no dista mucho de parecer 30fps, eso sí con excelente resolución.

MADiSON 7

El sonido es directamente de 10. Es encomiable la cantidad de ruidos ambientales que Bloodious Games se ha currado, empezando por nuestra propia respiración sobresaltada y siguiendo por toda clase de crujidos, portazos, golpes y un largo etcétera que en definitiva hace de MADiSON una experiencia verdaderamente aterradora. La música es muy puntual, pero quizás por esto refuerza mucho los sobresaltos cuando se producen. Las voces vienen en inglés, con una actuación detrás muy buena, y los subtítulos están disponibles en español.

Conclusión

MADiSON sería una obra de culto si no estuviera salpicado por un lanzamiento algo temprano, de hecho estaba anunciado para el mes pasado y se ve que lo han retrasado un poco para limar asperezas. Confío por tanto en que seguirán haciéndolo con parches.

De esta experiencia saco que, como yo sospechaba, no pienso jugar a Paranormal Activity ni títulos similares en PSVR porque yo creo que me da un soponcio. Vamos, tengo muy claro que no soportaría MADiSON en realidad virtual. Al mismo tiempo sabéis lo que estoy pensando: sería sencillamente glorioso.

MADiSON 8

Pero bueno, poniendo los pies en el suelo tened en cuenta que una obra de culto no tiene por qué gustar a todos. MADiSON es exactamente lo que pretende ser, y en eso brilla con una siniestra luz propia. Al mismo tiempo no es un juego para el gran público.

En definitiva, como decía al comienzo de este análisis, hazte con MADiSON si pretendes engordar tu juegoteca de títulos aterradores, entre los que ocupará un puesto de honor. Si no es el caso, me temo que vas a agobiarte mucho incluso si te encantan los puzles; así que, aunque el juego no incorpora un mensaje de advertencia para las mentes más sensibles, ya te aviso yo.