Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Ziran. Juego disponible en PSVR.
Introducción
Que la realidad virtual no ha terminado de cuajar es un hecho. Que mucha gente totalmente ignorante sobre esta tecnología la tilda de fracaso también. Pero la falta de éxito no implica un fracaso. Hay todo un término medio donde se han aposentado muchos sistemas a lo largo de la historia consolera.
Cuando los agoreros de siempre daban por finiquitada la andadura de PSVR, llega Sony y anuncia unas cuantas novedades para sus gafas, la primera de las cuales es este Doom 3: VR Edition que nos ocupa.
Debo decir que tengo la gran suerte de no haber jugado nunca a Doom 3. Lo probé en algún PC tiempo ha, esperé a que salieran los primeros monstruos, repartí algo de plomo y lo dejé aparcado, posiblemente diciéndome a mí mismo que lo retomaría con una dedicación a la altura que nunca llegó.
Así que el presente análisis no va sólo de la adaptación a VR de este emblemático juego, sino que os contaré también mis impresiones sobre Doom 3. Vamos pues.
Un Doom diferente
Como tal vez sabéis, Doom 3 no fue un título exento de polémica. En una época donde los FPS empezaban a introducir elementos narrativos, los desarrolladores de esta tercera entrega debieron de pensar que no podían hacer un mata-mata sin más. Irónicamente retomaron esta idea con el reboot de Doom y el reciente Doom Eternal, con excelentes resultados.
Pero volviendo a Doom 3, tal vez ID Software pecó de falta de confianza en su producto. El caso es que hicieron un tercer título claramente distinto, donde tardas un buen rato en empezar a repartir leña en lo que viene a ser un recorrido por la base de la UAC a modo de introducción.
Así mismo, a lo largo de esta epopeya, son constantes los archivos que se vuelcan a nuestra PDA en forma de audio logs y mensajes que contribuyen a explicar la trama.
El resultado en su día fue chocante, porque la gente venía de freír bichos en las dos anteriores entregas mientras que Doom 3 intentaba no sólo contar una historia, sino que ésta diera miedo.
Terror a medias
Hablando de miedo, el entorno está lleno de máquinas extrañas en movimiento, pasadizos angostos, ascensores chirriantes y hasta peligrosas travesías por la estepa marciana.
Los laboratorios de la UAC son un gran organismo metálico que nos hace sentir como un glóbulo recorriendo sus innumerables arterias. Como un glóbulo blanco, ya puestos, armado y listo para purgar la base de sus invasores demoníacos.
La premisa es buena y las comparaciones odiosas, como suele decirse, pero si has jugado a Dead Space lo cierto es que las instalaciones de la UAC parecen Disneylandia. Tal vez exagero, pero Doom 3: VR Edition no aprovecha completamente su ambientación, salvo en casos muy puntuales donde eso sí da miedito.
Por lo general el juego se limita a meterte en un escenario poco iluminado que desde luego es opresivo y angustiante, pero podría dar más de sí. Esto en realidad virtual es si cabe más raro, porque mismamente un servidor estaba literalmente acojonado con la parte del fantasma en Resident Evil 7.
En su lugar, Doom 3: VR Edition hace aparecer enemigos de forma bastante previsible e incluso inocente, por ejemplo saliendo de compartimentos que se abren de golpe y cuya única función parece la de contener un demonio (sic).
Por otro lado ésta era precisamente la esencia de Doom, así que en mi opinión Doom 3 fue un juego polémico porque no llegaba a ser ni lo uno ni lo otro, aunque a su favor hay que decir que la mezcla funciona razonablemente bien.
Dentro de la base
Centrándonos en la realidad virtual, Doom 3: VR Edition se diferencia de Doom VFR porque la base de la UAC es radicalmente distinta. Mientras que en el anterior juego abundaban los espacios abiertos y las grandes salas, en Doom 3: VR Edition avanzamos por pasadizos claustrofóbicos.
El movimiento es libre, con la posibilidad de elegir entre giro secuencial o suave. La llamada viñeta al girar viene activada de forma predefinida, así que quitadla si no os mareáis.
Incomprensiblemente, las sombras de la linterna están desactivadaids por defecto, y sólo se me ocurre pensar que también se haya hecho para evitar posibles mareos. Activadlas a la de ya porque la calidad gráfica mejora sensiblemente.
Por lo demás, podemos realizar esta agónica travesía ya sea con el DualShock 4 o con el Aim Controller, apuntando en ambos casos con la luz del mando. No hace falta decir que la segunda opción dispara el realismo, nunca mejor dicho, y hace de Doom 3: VR Edition una gozada, aunque siendo justos esto mismo se puede decir de casi cualquier juego de PSVR que soporta el maravilloso mando pistola. Y por cierto, en este sentido Doom 3: VR Edition gana por goleada a Doom VFR, donde nunca se molestaron en parchar la mano izquierda que se quedaba colgando.
Por decir algo más, tengo la sensación de que la dificultad "Marine" (la segunda de las cuatro disponibles) se hace fácil, seguramente porque con las PSVR es mucho más sencillo controlar el entorno y adelantarse a los enemigos. Recomendaría subirla un nivel.
Apartado técnico
Doom 3 es más viejo que la polca. Ni siquiera voy a buscarlo, pero considerando lo rápido que pasa el tiempo no me extrañaría que tenga unos 20 años a sus espaldas.
Esto es bueno y malo. La parte positiva es que PS4 no se resiente lo más mínimo moviendo el juego, ni siquiera en realidad virtual, así que tenemos todos los efectos originales y más, ya que todas las armas han sido remozadas para la ocasión.
La parte mala es que los años no pasan en balde y particularmente los modelados de los personajes humanos se ven simple y llanamente antiguos, hasta el punto de que afectan incluso a la inmersión. No habría estado de más actualizar al menos sus rostros.
Pero tanto la base de la UAC como los enemigos, que son la chicha de esta aventura, cumplen bien y consiguen engañarnos para hacernos vivir la experiencia de Doom 3 en primera persona... en auténtica primera persona, quiero decir.
La inmersión se refuerza gracias al sonido posicional, ya que los efectos obviamente han quedado mucho menos desfasados que los gráficos y además todas las voces están en perfecto castellano, lo cual es muy importante en una experiencia de realidad virtual. Por cierto, los sonidos de las armas también han sido revisados para esta VR Edition.
Conclusión
Voy a deciros aquí algo muy importante, que no suelo considerar a la hora de valorar un juego pero en esta ocasión ya lo creo que voy a hacerlo: Doom 3: VR Edition cuesta 20 euros e incluye además todas sus expansiones.
Por este modestísimo precio, al que se venden muchos chorrijuegos de realidad virtual, tenéis un título completo y muy satisfactorio, con un perfecto aprovechamiento del Aim Controller, que sinceramente no deberíais dejar pasar. Y lo digo sin ambages.
Los defectos de Doom 3: VR Edition son los mismos que los del juego original y el paso del tiempo no ha jugado precisamente a su favor, pero la adaptación a PlayStation VR es sobresaliente. Por lo tanto, considero que este jugo se une sin duda a la lista de lo más recomendable para las gafas de Sony.
