Hoy os presentamos uno de los exclusivos de la consola de nueva generación de Sony, tras la decisión de la compañía de pasarlo al bando de los free to play (para los suscriptores y suscriptoras de PlayStation Plus claro), por fin llega a nuestras PlayStation 5 para entrar en la arena sobre ruedas en el análisis de Destruction AllStars.

Este título de Lucid Games tiene bastantes luces y sombras, pues, a nuestro parecer, es un videojuego que tiene potencial, pero no lo muestra de salida, una decisión un tanto arriegada de la que hablaremos a lo largo de este análisis.

Así que saltemos desde la plataforma y aterricemos en un coche, hay de varios tipos, así como varios puntos en este texto, vamos paso a paso.

Destruction AllStars

Arena PvP: Cómo se juega y su multijugador

Empezamos pisando fuerte pues sabemos que es un componente importante para aquellas personas que esperaban con ganas este juego, Destruction All-Stars pone su peso en el multijugador pues es el único medio a través del cual podemos ganar monedas que intercambiamos por diferentes aspectos cosméticos de nuestros conductores y conductoras, ya sean nuevos trajes, celebraciones o poses, entre otros aspectos que afectan en lo visual.

¿Cómo funciona este título? Pues bien, nada más empezar se nos plantan varios coches delante y debemos abordar uno con el triángulo (cuidado en los modos todos contra todos, que no es tan sencillo al principio), e ir conduciendo para destrozar al resto.

Hay tres tipos de coches, rápidos, ágiles y robustos, los cuales se destruyen con cierta facilidad, nuestra habilidad se pone a prueba justo antes de explotar, ya que podemos eyectarnos para buscar otro coche neutro que ande desperdigado por la arena. Siempre nos dan la opción de salir disparados del coche, por dar más show o plantear otras estrategias.

Mientras vamos a pie podemos recoger unas gemas desperdigadas por el escenario que hacen la vez de potenciadores, pues van aumentando nuestra barra de habilidad y la de nuestro coche especial, las cuales podemos invocar una vez estén completas. Nos dan la opción de destrozar a los rivales subiéndonos a sus coches y realizando una sencilla secuencia de botones, que son siempre los mismos, tanto para zafarnos de un inquilino no deseado de nuestro capo, o para robar (o destruir el coche enemigo) lo cual suele sumar puntos en cualquier modo.

En el modo Mayhem (o Caos) debemos acabar con todos nuestros contrincantes con vidas infinitas, pues suma puntos chocar, destrozar y atropellar a los rivales, los cuales, al igual que nosotros, nos podemos encontrar correteando por la pista o en un coche genérico, y quizás, tras conseguir los suficientes puntos, invoquemos a nuestro coche especial, uno de los aciertos de este título.

En Gridfall estamos ante un duelo a muerte de toda la vida con apariciones limitadas, por lo que cualquier fallo penaliza, su “ring” esta planteado como un círculo perfecto, en donde el suelo va desapareciendo poco a poco hasta que quedan tramos ínfimos por los que pasar. Ya sea tirando el coche del rival o al propio rival, ya nos vale para que pierda su preciada vida única.

Los siguientes modos son por equipos, estas dos bandas formadas por ocho jugadores y jugadoras deben recopilar engranajes para sumar puntos a un marcador total en Carnado, y quien llegue a un tope en el marcador gana, eso si, a costa de ir metiendo coches con engranajes en la plataforma central, y en Stockpile se trata de controlar las 3 zonas disponibles el mayor tiempo posible, una especie de modo dominación a pie. ¿Cómo consigo estos engranajes? Pues destrozando a los rivales y esquivando sus ataques.

Toda esta suma de modos se siente algo escasa y no incita a su repetición como nos gustaría, en ocasiones se vuelve caótico el escenario y ciertos problemas de lag pueden dar pie a que todo lo que pasa delante de nuestros ojos sea imperceptible y acabemos con el coche para el desguace. Si bien se trata de una experiencia interesante, no deja de transmitir aires repetitivos tanto en sus mecánicas como en objetivos. Como anotación, el micrófono y altavoz del mando se activan siempre al entrar en grupo con desconocidos, para la gente sociable es bien, pero para el resto seguramente no.

Ponme algo más chill: Modo arcade y desafíos

El Modo Arcade es igual que el modo multijugador pero en esta ocasión luchamos contra la IA, en los diferentes escenarios, cabe destacar que de los primeros que vemos en este título, de entre todos los que estarán al caer, es el de Barcelona (que creemos solo se parece en el nombre), pero se agradece la inclusión de arenas hispanohablantes. No tiene mucho más misterio este modo, si quieres practicar para el multijugador, te permite elegir entre tres modos de dificultad, fácil, medio o difícil, los clásico.

El modo desafíos es uno de los contenidos que más puede aportar a la propuesta jugable de Destruction AllStars, pues se aleja de los cuatro modos que nos presenta en un inicio para mostrarnos minihistorias sobre los 16 personajes disponibles desde el inicio. Nos muestran la relación entre dos de ellos o ellas, un nudo de su rivalidad a través de varios escenarios, y un breve desenlace a modo de duelo. Es importante anotar que estos episodios, a excepción del primero, deben ser comprados con dinero que sale de nuestra cartera, ya sabemos que los juegos “gratuitos” tratan de generar ingresos a través de moneda de cambio propia del título, canjeable por dinero real.

Estos desafíos presentan modos más variados que soprende que no estén disponibles en el multijugador, hay carreras por tiempo a través de checkpoints, otra pantalla donde debemos llevar pasajeros de un punto a otro del circuito cual Crazy Taxi, entre otros, que dan frescura y más vida a este lanzamiento de Sony. Estos modos, aunque básicos, transmiten variedad y no descuidan la rivalidad, pues en todo momento aparece nuestro contrincante realizando las mismas tareas, una decepción que los episodios de este modo sean de pago, pues nos resultan los más interesantes.

En la variedad está el gusto: Los personajes y mecánicas

Cabe destacar este apartado, y detenerse un momento puesto que resulta uno de los puntos más cuidados y agradecidos, contamos con una plantilla de 16 personajes a elegir en cada arena o contienda, como si de un League of Legends o un Paladins se tratase, ya que cada personaje cuenta con una habilidad única, como correr más deprisa, dejar KO de un golpe a los rivales, volverse invisible, dar mayores zancadas, entre otras, y eso mientras vamos a pie, pues cuando enganchamos nuestro coche especial, también cuenta con su propia habilidad, Último Barricado genera un muro inquebrantable delante de su coche, y Bluefang (el cabeza tigre) cuenta con unas cuchillas trituradoras delante de su carro.

El plantel inicial se siente variado e incita a ir probando todas sus bondades, el diseño artístico destaca por su calidad a primera vista, tanto en el diseño de personajes como de los vehículos. Cuando manejamos a los personajes a pie, contamos con botón de salto, esquiva, y golpe, cada cual útil a su manera y para sus propios fines. Al saltar podemos alcanzar plataformas más elevadas, orientar el salto hacia paredes y correr por ellas, así como la esquiva nos permite salvarnos de golpes enemigos o embistes de vehículos, cosa que se agradece.

Con nuestro golpe directo podemos darle una patada a otro rival que ande descuidado por la arena, cuesta atinar, pero cuando se consigue se nota al momento. Durante la conducción la cosa cambia, podemos acelerar y frenar, realizar derrapes, así como embestidas con el joystick derecho. Por supuesto, contamos con los botones de habilidad propias de cada personaje. Aprovecha el dualsense mediante los gatillos adaptativos al acelerar y frenar, además de una buena sensación mediante la vibración háptica, además de emitir sonidos de los coches y algunos golpes por los altavoces del mando.

El manejo en ocasiones se siente algo tosco y demasiado arcade, claramente su propuesta se orienta a esto último, pero vemos movimientos algo genéricos que no sorpreden en la espectacularidad que quiere transmitir este título.

Entre ruedas: Gráficos y sonido

A nivel de potencia gráfica no estamos ante un portento, pero cumple su función perfectamente, podemos disfrutar de varias cámaras lentas cuando fulminamos un coche rival y se pueden apreciar sus abolladuras y el golpe perfectamente, un aspecto que han cuidado y está bien implementado. Las texturas y su correspondiente antiliasing no presentan irregularidades, se ve bien y se siente bien.

El diseño de los escenarios son un tanto repetitivos, sobre todo porque Londres, Las Vegas, Barcelona y Tokyo parecen la misma ciudad, con algunos retoques en su disposición de los elementos móviles o de plataformas cambiantes, pero nada que destacar en cuanto a diferencias. El tamaño de los mismos es algo grande, y podemos vernos en algún momento sin encontrarnos con nadie, eso sí, se puede conducir por las paredes como en Rocket League.

A nivel de fluidez cuenta con una tasa de 60 fps constantes y sin caídas, transmite buenas sensaciones de velocidad y acción. En cuanto a los efectos lumínicos y las partículas en pantalla, ambos son realmente espectaculares y están en buena sintonía con el resto del apartado gráfico que el juego nos muestra. Sin duda nos da la sensación de vivir una fiesta continua, pero con la suficiente garra en los enfrentamientos.

A nivel sonoro no hay queja alguna, tanto en los sonidos del juego, contando con motores, pisadas, explosiones, el fervor del público, entre otros, se orquestan bien y sin fisuras, existe calidad, aunque no cantidad.

Choque de titanes: Conclusiones finales

Guardábamos algo de esperanzas sobre Destruction AllStars, si bien es cierto que cuando se anuncia un juego de pago como paso a un servicio más o menos gratuito, siempre da pie a pensar que será sacado por fascículos sin un resultado real hasta pasado un buen tiempo desde su lanzamiento. Y así ha sido, no es un mal juego, pero le falta mucho recorrido para mantener a la gente dentro de su propuesta.

La sensación de velocidad y lucha constante se consiguen, pero a costa de mecánicas repetitivas y de ciertos momentos de caos donde no se siente todo bien organizado y más bien como un cocktail de ideas metidas con calzador para que queden bien las zapatillas, pero no los andares. La variedad de personajes es un gran aliciente para experimentar e ir probando sus posibilidades, los coches especiales de cada personaje emocionan, pero a nivel de choques se sienten exactamente iguales, se salvan gracias a sus habilidades únicas.

Para ir cerrando el circuito, cabe decir que el modo desafíos será realmente interesante una vez esté más completo, y se permita adquirir cada capítulo de forma diferente al pago convencional de pasar por caja por cada uno, esperemos que cambien esta decisión. Un buen dato es el excelente uso del disco duro SSD, debido a que los tiempos de carga son practicamente inexistentes, y entraremos a las arenas enseguida, al menos en los modos de un solo jugador.

Repetimos, no es un mal juego, es divertido ir correteando por la arena buscando otro coche, ya sea uno regalado o de un rival, además de ir chocando a lo Burnaut para sacar a nuestros contrincantes de la pista o simplemente destrozarlos, pero se puede mejorar toda su propuesta, y mucho. Ojalá que así sea, porque lamentablemente no hay muchas alternativas de este tipo.

Reseña
Nota final
6.4
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analisis-destruction-allstarsDestruction AllStar quiere traernos enfrentamientos entre pilotos de carreras en arenas alocadas y encarnizadas. Hay pocos modos de juego y el modo desafíos nos obliga a pasar por caja por más capítulos, pero su diseño artístico de los personajes salva buena parte de la propuesta, transmitiendo variedad en sus habilidades, pero no en sus mecánicas. Si tienes PlayStation Plus lo irás disfrutando según salga nuevo contenido, pero no te quedarás mucho tiempo en cada tanda de juego.