La reciente aprobación de una reforma legislativa que cataloga a los videojuegos como parte del patrimonio nacional en el depósito de la Biblioteca Nacional, parece no haber sentado bien a Vox.

Tras una votación, en la que la citada reforma fue aprobada con votos favorables de todos los partidos con excepción de los presididos por Santiago Abascal, el partido de ultraderecha ha cargado en contra de los videojuegos de origen nacional.

Metroid Dread, una joya de Nintendo creada en España.

El portavoz de Vox, José Ramírez del Río, ha declarado que "dentro de menos tiempo del que el Gobierno piensa", Vox derogará esta reforma "así como otras tantas" con las que se ha "agredido a la población española".

Los videojuegos patrios, un patrimonio que no debe perderse

Pero ¿Cuál es la reforma en cuestión? Bueno, se trata de una gracias a la cual se debe guardar una copia original de todos los videojuegos que hayan sido desarrollados en España a fin de preservarlos en la Filmoteca Nacional.

Gracias a esto, los títulos digitales y físicos (siempre que sea posible) serán preservados para la posteridad y para orgullo de toda España. Por poner un ejemplo, juegos como Castlevania: Lords of Shadows de MercurySteam, Blasphemous de The Game Kitcher o Praetorians de Pyro Studios no se perderán tras el paso del tiempo, siguiendo así la estela de libros históricos como el Quijote o La Celestina.

Vox, la ignorancia ante todo

En España hay mucho talento para los videojuegos, y cada año esto va quedando más y más patente gracias a los títulos que se desarrollan en nuestro territorio, pero por desgracia parece ser que algunos partidos políticos aún se niegan a ver este potencial por parte de los desarrolladores españoles.

En el caso de Vox, ya sabíamos que el partido de ultraderecha gozaba de ciertas posturas radicales y arcaicas en cuanto a su definición de cultura, así que el hecho de que intenten sabotear esta iniciativa no sea algo que sorprenda a todo el mundo.

Eso sí, el hecho de autodenominarse como un partido en defensa de lo nacional y hacer esto como un berrinche político es algo cuanto menos contradictorio.

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