Si el pasado mes de noviembre te contábamos (con cierta sorpresa por nuestra parte) que Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, el príncipe heredero de Arabia Saudí, se hacía con el 33,3% de las acciones de SNK, hoy el príncipe ha querido rascarse algo más el bolsillo y se ha hecho con casi la totalidad de la compañía.

SNK Corporation es la propietaria de sagas tan importantes como The King of Fighters (la décimo quinta entrega salió este mismo año y la analizamos aquí), Metal Slug o Fatal Fury. Ahora Mohammed bin Salman posee nada menos que el 96% de participación en la empresa.

Mohammed bin Salman sigue apostando por los videojuegos y adquiere SNK Corporation

A través de su Compañía de Desarrollo de Juegos Electrónicos y la inversión de la Fundación Mohammed bin Salman (MiSK), el príncipe heredero se ha hecho con prácticamente la totalidad de la compañía.

Un movimiento que está siendo habitual en Arabia Saudí en un intento de no depender tanto del petróleo y diversificar sus activos.

Hay que recordar que Arabia Saudí ya ha estado interesada en adquirir otros estudios, e invirtió más de mil millones de dólares en participaciones de más del 5% en equipos como Capcom o Nexon, así como logró acciones de empresas como Activision, EA, Blizzard o Take2, aunque están lejos de las inversiones chinas lideradas por grupos como Tencent.

Resulta curioso que SNK ya había formalizado el acuerdo el pasado mes de febrero, pero unas acusaciones de la CIA en EEUU sobre un plan de Mohammed bin Salman para "capturar o matar" al periodista Jamal Khashoggi en 2018 hicieron que la compañía japonesa no quisiera darle mucho bombo y no se ha sabido hasta ahora.

Es de esperar que el príncipe saudí no quiera interferir en la marcha de SNK Corporation ni en su cartera de proyectos, así que a efectos de lo que nos afecta no deberíamos notar demasiados cambios en el futuro, más allá de saber que la compañía tendrá un fuerte respaldo económico y mayor estabilidad para seguir creando títulos con los que disfrutar.