Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, el príncipe heredero de Arabia Saudí, fue protagonista por la adquisición del 33,3% de las acciones de SNK.
La compañía japonesa, propietaria de franquicias tan destacadas como Fatal Fury, Metal Slug, King of Fighters o Samurai Shodown, pasará a tener un tercio de su accionariado en la empresa saudí de la cual Al Saud es propietario.
Un príncipe árabe se lleva una parte del pastel de SNK
Con el objetivo de diversificar la economía del país, como dicen las fuentes, la compañía Electronic Gaming Development Company adquirió el 33,3% de SNK, convirtiéndose en la mayor accionista.
El motivo es que Arabia Saudí siga invirtiendo en otros negocios para asegurar su futuro, habida cuenta que el petróleo se acabará en varios años, y el país debe ser capaz de obtener beneficios en otros ámbitos.
Por esa razón en países como Dubai se están invirtiendo grandes cantidades de dinero en hoteles de lujo y centros comerciales, el turismo y la tecnología son dos puntas de lanza para asegurar que estos países sigan siendo ricos en el futuro.
Desde la adquisición en 2015 de la compañía por un grupo de inversores chino, SNK ha ido explotando sus IPs en juegos para móviles (Metal Slug Code: J o The Last Blade: Beyond the Destiny) y algunas entregas para Switch.
