Cuando parecía que la compra de Activision/Blizzard por parte de Microsoft había dejado algo aparcadas las acusaciones de acoso de multitud de empleados, la compañía de Bobby Kotick se despertó el pasado miércoles con una nueva demanda.

Presentada por la abogada Lisa Bloom al Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles representando a la empleada "Jane Doe", esta nueva demanda denuncia un ambiente de sexismo, acoso y discriminación y nada menos que 700 incidentes informados durante la supervisión de Kotick como CEO de la empresa.

Vuelven a acusar a Activision de acoso y discriminación bajo el mandato de Bobby Kotick

Al parecer, y según informaba Bloomberg Law, Jane Doe estuvo de asistente administrativa senior en el departamento de TI desde 2017, y según sus palabras era presionada de forma habitual para que bebiera alcohol y participara en juegos lascivos.

Además, las empleadas eran sometidas regularmente a comentarios sexuales y manoseadas por parte de colegas masculinos durante los "recorridos por cubos" alimentados con alcohol por la oficina.

Los supervisores alegaban que esas insinuaciones eran por tener "un liderazgo amable" y por tratar de ser sus amigos, y también Doe aseguró que desde la compañía le instaron a no hacer públicas sus quejas para no dañar la reputación de la empresa.

Después de tratar de cambiar de departamento y de quejarse al ex-presidente de Blizzard, J. Allen Brack, a Jane Doe la ofrecieron un puesto mucho más bajo y una gran bajada de salario.

Más tarde, en noviembre de 2021, la propia Jane trató de acceder a puestos más altos, pero fue rechazada por hablar de sus experiencias en la prensa.

Lo curioso es que J. Allen Brack, que abandonó Blizzard en agosto del año pasado para esquivar el escándalo, podría ser recompensado con unos 290 millones de dólares por la compra por parte de Microsoft.

Toda esta polémica está provocando que en Activision Blizzard estén teniendo problemas a la hora de contratar nuevo personal para cubrir a toda la gente que se ha ido, ya que la reputación de la compañía y el ambiente laboral no parece que se vayan a limpiar de la noche a la mañana, y más cuando Bobby Kotick sigue en su puesto de CEO, un puesto que en teoría abandonará cuando el acuerdo de compra se cierre definitivamente.

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