Tras estar en el ojo de la tormenta a lo largo de varios meses, parece que la historia de Activision Blizzard tal y como la conocíamos ha llegado a su final de forma inesperada.

Microsoft ha hecho oficial la adquisición de Activision Blizzard, y con ello la propiedad intelectual de las IP más conocida de esta, entre las que se encontraban: Overwatch, Diablo, World of Warcraft, Candy Crush y el peso pesado que es Call of Duty, pasan a engrosar las filas de su catálogo.

Activision Blizzard Microsoft

Sin aparentes cambios tras la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft

Si bien hay detalles que no se han hecho públicos, lo primero que podemos apreciar de esta compra es que Activision Blizzard rendirá cuentas al equipo de Phil Spencer.

Aunque por desgracia esto no significa la desaparición del nefasto Bobby Kotick, quien está señalado por ser el presunto conocedor de varios abusos y perpetrador de otros tantos, pues el anuncio oficial aclara que Kotick mantendrá su puesto como CEO de Activision Blizzard, no quedando del todo claro si esto es algo temporal o se mantendrá así.

Por otra parte, esta noticia supone una gran alegría para los fans de Microsoft, pues es probable que muchos de los títulos, por no decir todos, puedan ver la luz en Xbox Game Pass, el incansable servicio por suscripción de Xbox para consolas, PC y otros dispositivos.

Eso sí, algunos usuarios ya se muestran preocupados por esta ola de adquisiciones que las grandes marcas como Microsoft y Sony están llevando a cabo. Se avecinan cambios, pero toca ser cautos y esperar a ver si estos cambios harán crecer la industria o si por el contrario la destruirán.

También habrá que ver si títulos de la talla de Overwatch, Crash Bandicoot, Spyro the Dragon o el propio Call of Duty no sean exclusivos de Xbox en alguna futura entrega. Ese sería un golpe de efecto tan grande como el que supuso la compra de Bethesda.

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