En medio de la competencia acérrima entre las principales compañías de videojuegos, surge un interesante planteamiento por parte de Phil Spencer.

Durante el juicio que enfrenta a Microsoft con la Comisión Federal de Comercio en Estados Unidos, Spencer desafió la percepción convencional de la "guerra de consolas" al considerarla como una construcción social. Estas declaraciones generaron un debate sobre la naturaleza y el impacto de esta rivalidad en la industria de los videojuegos.

Phil Spencer se pronuncia sobre la "guerra de consolas"

Las palabras de Phil surgieron durante el juicio por la compra de Activision Blizzard por parte de de Microsoft, donde Spencer fue cuestionado sobre si creía que Microsoft había perdido dicha guerra.

En respuesta, Spencer mencionó que la guerra de  consolas es una construcción social dentro de la comunidad y que, como empresa, no desea excluirse de sus fanáticos.

Reconoció que Microsoft se encuentra en tercer lugar en términos de cuota de mercado de consolas, detrás de Sony y Nintendo.

La afirmación de la exclusión surge a raíz de la argumentación de la FTC, que sostiene que Nintendo forma parte de un mercado distinto al de Microsoft y Sony. Sin embargo, Microsoft niega esta afirmación y afirma que las tres compañías operan en el mismo campo, aunque con enfoques diferentes.

Al reconocer que la rivalidad entre las compañías es un fenómeno social creado por la comunidad de jugadores, es interesante reflexionar sobre los impactos y las implicaciones de esta construcción en la industria de los videojuegos. Si bien las empresas buscan ganar cuota de mercado, es importante recordar que la verdadera esencia de los videojuegos reside en el entretenimiento y la diversión que brindan a los jugadores.

En lugar de enfocarse exclusivamente en la rivalidad, quizás sea más productivo para la industria promover la colaboración y la innovación, en beneficio de los jugadores y de la evolución continua de los videojuegos. Vamos, digo yo.