Si algo ha sabido hacer Microsoft estos meses atrás es avivar las aguas de la industria del videojuego, con una nueva estrategia comercial en Xbox que deja a más de uno con una incertidumbre abrumadora.

La compra de Activision Blizzard y Bethesda suponían una política agresiva en la adquisición de estudios y franquicias a base de talonario. Una jugada atrevida que pretendía engrosar su catálogo con títulos exclusivos que fueran un producto diferencial con respecto a sus competidoras.

Esta compra había mantenido a todas las comunidades gamers en vilo, fueran de la marca que fueran, pues entendíamos que muchas franquicias importantes iban a tener un nuevo dueño y una única plataforma donde publicarse.

Tened cuidado con esta imagen, no corresponde a la realidad

Lo que nadie se esperaba es que tras la compra mil millonaria que ha supuesto la adquisición de Activision Blizzard, Microsoft planteara un cambio en su estrategia tan “radical” como para ver la marca Xbox de otra manera.

¿Es Xbox la nueva SEGA?

El último Nintendo Direct me ha satisfecho, no de manera plena, pero me ha satisfecho. Lo que no he podido quitarme de la cabeza es el anuncio de Grounded, con el logotipo de la equis y el nombre Xbox Game Studios, no muy lejos del logo de Nintendo Switch.

En ese momento, las neuronas chocaron en mi cabeza y me dije: “Tío, aquí algo ha cambiado mucho”. Ver la gran equis en un Nintendo Direct se me hizo tan raro como la primera vez que vi el logotipo clásico de SEGA en una GameCube.

No, no estaba viendo un juego anunciado por Microsoft Studio, como ya ocurriera anteriormente (Age of Empires en Nintendo DS) ¡era un juego anunciado por Xbox Game Studios!

Entonces entendí que la nueva estrategia de Microsoft no podría ser buena, al menos, no para el consumidor de productos de la marca Xbox.

Sin embargo, esto no es más que una impresión y podría estar equivocado, pero veo algunos factores que, de aplicarse de forma contundente, solo podrían reconducir a la marca hacia un punto de no retorno. Me explico a continuación.

Xbox y su aspiración al mejor puesto en el podio

No voy a esconder ni a negar que en los últimos años, Microsoft ha querido hacer grandes esfuerzos por ser la consola de referencia del mercado. Xbox 360 supuso una época dorada para su comunidad: ofreció grandes títulos, el hardware era de calidad, el control era muy ergonómico, y los juegos estaban muy bien optimizados.

No era perfecta y tuvo algún que otro tropiezo, pero si querías jugar, Xbox 360 era una consola ideal.

La cosa empieza a torcerse enormemente con la llegada de Xbox One y las malas decisiones que supusieron una gran desventaja frente a su competidor más directo: PlayStation.

Xbox Store retrocompatible

En la anterior generación, la riña estuvo muy igualada, pero para la ocasión, hubo un desequilibrio bastante grande. Microsoft hizo grandes esfuerzos por incluir valores añadidos a la consola: retrocompatibilidad, Game Pass, etc. Pero eso no ayudó a remontar en ventas.

La llegada de Xbox Series no ha mejorado el panorama. No solo PlayStation seguía sacando ventaja en ventas, sino que, además, Nintendo había dado un sorpaso gigante con la híbrida de Switch, postulándose a día de hoy como la tercera consola más vendida de la historia.

Una fórmula funcional en ventas

Microsoft ha tenido que ver estos últimos años como la impávida SONY era capaz de mantener su ritmo, mientras que Nintendo se reinventaba y resurgía de sus cenizas con la estrella de la invencibilidad de por mano.

En algún momento, los de Redmond se habrán sentado alrededor de una mesa para discutir la situación en el mercado. A saber: SONY lleva aplicando la misma estrategia con PlayStation, una que funciona desde hace años y no ha visto la necesidad de cambiar. Sigue haciendo juegos, invierte en algunos periféricos, pero por lo general, mantiene a su comunidad en un estado de satisfacción.

Por otro lado, Nintendo ha visto la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva con WiiU, lanzar Switch, presentar un nuevo concepto de juego, pero manteniendo las filosofías y los principios que han caracterizado a Nintendo desde hace más de 30 años: entretener, sin más. Ahora expanden su filosofía a la gran pantalla y al ocio temático.

En un mercado, donde innovar se antoja harto complicado, da la impresión de que Microsoft se ha visto obsoleta al verse desprovista de una fórmula propia, factible y funcional. 

Y aquí llegamos a las declaraciones de Phil Spencer.

La estrategia de Xbox, buena para… ¿Quién?

Si estás de acuerdo con mis impresiones, entonces entenderás que Xbox necesitaba encontrar su propia fórmula. Y es de vital importancia tener un objetivo claro si quieres obtener ganancias, de lo contrario, no tendrás claro qué hacer o te conformarás con resultados insatisfactorios.

Así que la estrategia que ahora marca una seña de identidad propia para Xbox pasa por ceder juegos a otras plataformas.

Xbox, marca de consola pero distribuidora al mismo tiempo. Un poco paradójico, pero no descabellado.

La compra de los estudios como Bethesda o Activision, iban a traer consigo juegos multiplataformas donde los de Redmond iban a sacar tajada, eso estaba claro, pero siempre entendía qué se haría bajo el sello de Bethesda o de Activision, no bajo el sello que es la marca de una competidora del mercado.

Sé lo que estás pensando y tienes razón: aún falta por ver si esto que digo resulta ser un escenario real en el futuro, incluso yo me pregunto si el día de mañana, tendré juegos físicos de Switch con el logo de la gran equis en el lateral de la caja. Algo que me impactaría bastante, no creo que sea así, pero tampoco lo descarto.

Que las actuales compañías de videojuegos buscan ganancias fuera de su ecosistema, es una realidad. Sony lo hace al lanzar juegos de PlayStation a PC, Nintendo lo hace aunque de otro modo: cediendo sus licencias para otro tipo de explotación, en este caso, pasando a Mario y Zelda por los cines.

Xbox lleva lanzando juegos a PC desde antes que lo hiciera Sony, así que el próximo movimiento lo hace publicando esos títulos en otros lados. Hasta aquí, todo más o menos bien. Aceptable, diría yo. ¿Dónde está el problema? En el enfoque.

“Si el jugador no viene a Xbox, Xbox va al jugador”

Lo que acabas de leer en negrita y bien en grande son las palabras que dijo Phil Spencer recientemente, y no podía estar más en desacuerdo con esta afirmación.

Si el señor Spencer pretende atraer audiencia a su plataforma, publicando juegos para otros, no va a tener ese resultado, es más, sería lo contrario: le estás dando motivo al jugador para no moverse de donde está. 

Como estudiante del arte del Copywriting, entiendo que si quieres vender y atraer clientes, tienes que invertir en publicidad. Sea ingeniosa, atrevida o agresiva, pero publicidad, y que este tenga una llamada a la acción, que es vender más unidades de ese mismo producto.

Así que no, este paso lo veo nocivo y poco acertado si estamos pensando en atraer jugadores. Pero mi alerta va más allá y viene con otra aclaración que llega de Sarah Bond, presidenta de Xbox: “Cada pantalla es una Xbox”.

Es maravilloso y utópico pensar que cada cosa que tenga una pantalla es una Xbox, pero encuentro una falta de respeto por todos aquellos usuarios que invirtieron un dinero en una Series X/S y apoyaron la marca.

Si además sumamos que se está vendiendo, por activa y por pasiva, que el futuro está en los juegos como servicio, lo que se está dejando entrever es que si a Microsoft no le acaba funcionando esta estrategia, pasarán por ser únicamente un servicio y se ahorrarían los costes de producción de un nuevo hardware.

¿Es entonces Xbox otra SEGA?

Claramente no, pero parece que está a medio camino. Y recalco: parece. No doy nada por sentado y tampoco lo descarto.

Lo de SEGA fue muy diferente, pero yo me pregunto: ¿que hubiese hecho la compañía del erizo con los recursos y herramientas actuales? ¿Habría tanteado el terreno del streaming antes de abandonar el mercado de las consolas? ¿Habría buscado ganancias fuera de su ecosistema y plataforma?

Quien sabe. Lo que sí sabemos es que en Xbox han tomado una decisión que no creo que sea del agrado de todos sus fans y que, a largo plazo, supone un escenario confuso e imprevisible.

Los últimos rumores apuntan a dos consolas más de Xbox, una de ellas portátil y una Series X completamente digital. Pero ahora, ¿qué motivo hay para comprar una consola Xbox si cualquier pantalla me vale y puedo ver sus juegos en otras plataformas?

Solo el tiempo nos dirá como se asienta esta estrategia en el mercado, en la marca y en los jugadores.