Sucedió con Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. Era el último de la saga para Hideo Kojima, que se daba el piro de Konami. Y era un juego con un enfoque de mundo abierto supuestamente revolucionario, porque entonces estaba de moda. ¿Cómo no vas a meter kilómetros y kilómetros de terreno por explorar si pretendes hablar de una obra maestra?

Final Fantasy sufrió un destino similar, habiendo tenido una decimoquinta parte que, al margen de llegar verde por intentar acaparar demasiado, perdía toda la esencia de la serie entre las lomas y los prados.

¿Son malos juegos? No. ¿Peores que sus antecesores? Absolutamente. El caso de Metal Gear Solid es particularmente sangrante porque fue alabado por todos los medios, cuando es con mucho la entrega más insulsa e impersonal. Para mí el chasco fue brutal.

Pero de Final Fantasy XV también hablaron como de un resurgimiento de la saga, un cambio de aires, un enfoque distinto y novedoso, bla, bla. Más de lo mismo: una trama donde supuestamente debería cimentarse el juego, que sin embargo se acaba medio olvidando en pos de explorar no se sabe qué ni con qué fin.

Hay muchos otros juegos de mundo abierto donde la historia se disuelve como un terrón de azúcar, a los que habría sentado mejor una aventura más lineal. Los genios de Naughty Dog lo sabían y jamás se permitieron relegar a un segundo plano las motivaciones de Nathan Drake o Ellie, incluyendo en sus últimos títulos espacios más abiertos que sin embargo formaban parte del guion, por así decirlo.

De forma análoga, Cory Barlog tenía claro que el resurgimiento de God of War no implicaría mandar a Kratos y Atreus de senderismo a ninguna parte.

¿Y Miyazaki-san? Ese hombre genial que, llegado sin hacer mucho ruido, dio un golpe sobre la mesa con su maravilloso Demon's Souls para PlayStation 3, creando de facto un nuevo género dentro del mundo de los videojuegos.

¿Qué ha pasado con el largamente anticipado Elden Ring? Pues más de lo mismo, me temo.

Llegados a este punto, habrá quien me lea y piense: "no tienes ni idea Sonny", "sacrilegio", "se le ha ido la olla". A todos vosotros os pregunto: ¿cuándo es realmente bueno Elden Ring? Exacto: cuando se parece a Dark Souls.

Llevo jugadas bastantes horas, muchas de hecho, como para poder afirmar esto sin rodeos: Elden Ring no es ni mucho menos superior a sus predecesores. Es peor.

Por supuesto ha recibido el mismo trato en general de la crítica especializada, poniéndolo por las nubes. Es como si más fuera mejor, cuando no tiene por qué.

Elden Ring, decía, es un juego inmenso donde ciertamente el trabajo detrás es digno de admiración. Es más grande que cualquier Souls no sólo por la extensión de sus páramos, sino incluso por la cantidad de mazmorras, castillos, grutas y en definitiva esas partes donde brilla con la genialidad de Miyazaki.

Entonces, ¿por qué el mundo abierto? ¿Para recoger plantas y setas? ¿Para mirar al horizonte? ¿O simplemente para sentirte abrumado ante la extensión que se abre ante ti? Por cierto, ¿en estos reinos no hay nadie además de animales y cuatro frikis?

Ahora pensemos en esos momentos donde el juego se vuelve un Dark Souls y, cuando quieres darte cuenta, avanzas por unas zonas laberínticas, extensas pero a fin de cuentas acotadas como parte de un recorrido. Cuando de pronto abres esa puerta que conectaba con la sala del principio, o descubres esa trampilla que da lugar a una extraña cueva subterránea, etc. ¿Acaso no es lo más disfrutable?

Podría decirse que Elden Ring es bueno a pesar del mundo abierto, pero no lo situaría entre los mejores Souls. De hecho jamás me aburrí con uno de estos juegos hasta su llegada. No son pocas las ocasiones en que llegados una gran charca, un valle extenso, etc. sientes una cierta pereza ante la idea de explorarlos.

Al principio alucinas con el curro que tiene, eso es incuestionable. Pero trascurridas las horas, sinceramente, al menos yo me preguntaba si era necesario. No me habría importado empezar el juego en el Castillo del Velo Tormentoso, y de ahí empalmar zonas magistralmente interconectadas. Eso eran los Souls, Bloodborne o Sekiro, todos juegos mejores a mi entender.

No he terminado Elden Ring, pero llevo jugadas las suficientes horas como para poder decir todo esto sin titubeos. Miyazaki es un genio, sí, porque a pesar del tamaño del mapa se las ingenia para conservar la chispa. Pero a veces lo hace a duras penas.

En Elden Ring alternas partes maravillosas con otras incluso tediosas, donde ese espíritu de exploración y descubrimiento, en que reconoces la zona como un gato en una casa nueva, se pierde completamente en pos de espacios inmensos que se abren en todas las direcciones. Y eso, insisto, aunque sorprende al principio, acaba jugando en su contra.

Por supuesto Elden Ring también incorpora muy buenas y bienvenidas novedades, como el tema de las cenizas, el ciclo de día y noche, la abundancia de mini jefes y algún que otro puzle. Pero nada de esto requiere un mapeado tan extenso.

¿Qué tienen en común todos estos juegos, los que decía al principio y Elden Ring, alterados por la inclusión forzada de un mundo abierto? Por un lado que sus entregas anteriores ni lo tenían ni lo necesitaron nunca. Por otro lado que son desarrollos japoneses.

Diría que los nipones, antaño reyes indiscutibles de los videojuegos, han visto con recelo títulos como Skyrim, Grand Theft Auto IV, Fallout 3 o Red Dead Redemption. Pero señores, ¡esos juegos se concibieron así desde el principio!

Skyrim: Anniversary Edition

Por suerte aún hay casos como el de Persona 5, que van a su bola, sin mundo abierto de ningún tipo, y merecidamente reciben el reconocimiento unánime de la crítica. Y ya puestos como todos los Souls anteriores, hasta que en From Software han sucumbido a las modas.

Ahora mi temor es que, ante el éxito tanto de crítica como de ventas, Elden Ring siente un precedente en detrimento de los típicos Souls. De ser así tendremos cada vez menos entregas y al mismo tiempo más grandes, donde el toque de Miyazaki se vería comprometido. Ojalá aquí entre en juego su genialidad y él también lo haya pensado. Desde luego yo prefiero unos hipotéticos Bloodborne 2 o Sekiro 2 antes que un previsible Elden Ring 2. Veremos.