En los últimos tiempos las adquisiciones de estudios están en boca de todos. Y no lo están porque sean algo nuevo, ni mucho menos. Lo están porque un buen día Microsoft decidió que si no era capaz de llevar al éxito sus propios estudios internos, ¿por qué no comprar third parties ya consagradas?

"Espera, ¿cómo dices? ¿Que sus juegos siempre han sido multiplataforma? ¿Y qué pasa?" Me imagino a tito Phil diciendo esto con una sonrisa Profident.

Lo cierto, queridos amigos, es que aunque los más acérrimos defensores de Xbox se empeñan en comparar las compras de Bethesda o Activision Blizzard por parte de Microsoft con las adquisiciones de Insomniac o Housemarque hechas por Sony, o incluso con exclusivas simplemente temporales, sólo un ciego no vería la diferencia.

No la quieren ver porque algo chirría: ¿quitar a la comunidad de un plumazo multitud de sagas a golpe de talonario? ¿Así es como competimos? Y sobre todo, ¿esta es nuestra aportación al mundillo? Es guarro no, lo siguiente. ¿Legal y posible? Por supuesto, eso nadie lo discute.

Total, que los fervientes defensores de PlayStation esperaban, y de momento siguen haciéndolo, una respuesta a la altura de Sony. Porque seamos justos: la idea de comprar Bungie por más de la mitad de lo que costó todo Bethesda sólo la debe de entender el bueno de Jim Ryan.

Dicho lo cual, yo siempre he sostenido que entre japoneses se entienden y que por lo bajo ni de coña se van a vender al "invasor americano". Es decir, sigo pensando que difícilmente Microsoft podrá adquirir una third del país del Sol naciente, con la única duda de Sega por eso de que fue PS2 quien le dio la puntilla. Considero que, si se diera esa situación hipotética, hablarían antes con Sony o Nintendo para una asociación o compra preferente. Esto equivale a decir que Sony no tiene la necesidad de adjudicarse estudios nipones por miedo a perderlos.

Aún así, a raíz del terremoto que desatara Microsoft, dos han sido las empresas japonesas que han estado en boca de todos para su posible adquisición por parte de Sony: recientemente Square Enix, sobre todo tras haberse deshecho de sus estudios occidentales, y hace un tiempo Konami.

Sobre esta última quiero detenerme. La otrora empresa creadora de Metal Gear Solid, Silent Hill o Castlevania, por nombrar sólo unos pocos, está de un tiempo a esta parte más centrada en sus negocios de pachinkos y NFTs. Vamos, que de videojuegos más bien poco.

Puesto que intento ser una persona coherente, vaya por delante que las compras de third parties multiplataforma me parecen mal tanto si vienen por parte de Microsoft como si lo hicieran por parte de Sony, pero el caso de Konami es excepcional.

Si Sony comprara Konami como se viene rumoreando, no sólo no quitaría juegos a nadie, sino que probablemente resucitaría varias sagas legendarias que actualmente están abandonadas.

Y entre esas sagas hay una cuya repercusión en el mundillo es de las más sonadas: hablamos de Metal Gear Solid. ¿Una hipotética compra de Konami permitiría desarrollar por fin el tan rumoreado remake? ¿Volvería Hideo Kojima para hacerlo? ¿Quedaría en manos de Bluepoint Games tras el intachable trabajo que han hecho con Demon's Souls?

Adentrémonos en la especulación sobre la especulación, y tratemos de imaginar qué podría incluir un remake de Metal Gear Solid a día de hoy.

En primer lugar tengo muy claro que no sería un juego igual. Para los estándares actuales, la duración original de la obra maestra de Kojima es escasa. Por otro lado, alargar el título desembocaría en su alteración, salvo que se hiciera muy sutilmente.

Un recurso obvio sería añadir en vez de estirar. De este modo, no me extrañaría nada que esta reimaginación del clásico incluyera una parte jugable con Meryl, tal y como se ha hecho en el remake de Resident Evil 2 con Ada Wong.

Otro personaje candidato a entrar en escena es Otacon, pero en este caso el recurso de la infiltración sería mucho más limitado. Tal vez se podrían introducir algunos elementos de puzle con sus experimentos, al estilo Marvel's Spiderman, en momentos donde el ritmo no se viera comprometido.

En mi opinión, cualquier intento por alargar la propia aventura de Snake supondría jugar con fuego, ya que esa sensación tan íntima que transmitía el juego podría echarse a perder si se notan partes metidas con calzador. En todo caso se me ocurren zonas nuevas previas a la historia que todos conocemos, como una fase bajo el agua, justo antes de llegar a la isla.

Sobre el lavado de cara, ya vimos un atisbo de lo que podría ser desde el formidable Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, por lo que ahora la cosa sería si cabe más revolucionaria. La verdad, tras haber visto Death Stranding como última obra de Kojima, no quiero ni pensar cómo se vería un remake de Metal Gear Solid a estas alturas. Confieso que se me pone la piel de gallina sólo con imaginarlo.

El audio del juego original ya era formidable, por lo que en este aspecto habría poco margen de maniobra aparte de remasterizar la banda sonora, pero por decir algo sí me imagino esas interminables (e interesantes) conversaciones por el codec con los rostros de los personajes animados y una sincronización labial a la altura.

Por último, no tengo la menor duda de que si viéramos un remake de Metal Gear Solid en PlayStation 5 y estuviera involucrado Kojima, nos quedaríamos locos por el uso que haría del DualSense. ¡Baste pensar que ya se las ingenió para hacernos interactuar con el primer DualShock!

El DualSense abre un abanico de posibilidades en forma de acelerómetros, pantalla táctil, vibración háptica y gatillos adaptativos, todo lo cual puede aumentar radicalmente la sensación de inmersión. La verdad esto sería una pasada, y sólo quienes han disfrutado de un buen soporte para el DualSense pueden entenderlo.

Creo que eso es todo. Puestos a imaginar, si dicho remake tuviera el éxito esperado, que sin duda lo tendría, podríamos soñar con sendas versiones por lo menos de Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty y del que para mí está en la cúspide de la saga: el inestimable Metal Gear Solid 3: Snake Eater.

Suponiendo que pase el terremoto de las adquisiciones megalómanas, cuando se calmen las aguas, ya veremos qué parte de todas estas elucubraciones se cumplen. En cualquier caso, al margen de posibles compras de estudios, pocos juegos más apropiados que Metal Gear Solid se me ocurren para ofrecerlo a las nuevas generaciones con un remake a la altura. Por tanto espero que al menos haya algún tipo de acuerdo a la vista.