Graves acusaciones le llegan a Nintendo por parte de la VGHF, la Fundación por la Historia del Videojuego, una organización americana sin ánimo de lucro que trata de cuidar y preservar el legado de los videojuegos.

La fundación ha acusado a la compañía japonesa de actuar en contra de sus ideales con la medida de cerrar las eShop de Wii U y 3DS en marzo de 2023.

La VGHF cree que Nintendo está actuando mal contra la preservación de los videojuegos

La Fundación por la Historia del Videojuego cree que Nintendo podría ofrecer alternativas en lugar de cerrar definitivamente su tienda para estas plataformas, lo que dejaría más de 1000 juegos en el limbo sin posibilidad de ser descargados.

Como se puede ver en su comunicado, la VGHF entiende que el negocio obligue a tomar esta medida, pero no comprende que Nintendo no ofrezca otra opción de disfrutar de estos títulos a partir de entonces.

Aunque es una desgracia que la gente no será capaz de comprar digitalmente juegos de 3DS o Wii U nunca más, comprendemos las realidades del negocio que influyeron en esta decisión. Lo que no comprendemos es qué camino espera Nintendo que tomen los aficionados si desean jugar a estos videojuegos en el futuro.

Como un miembro de pago de la Entertainment Software Association [la ESA, el lobby estadounidense de la industria del videojuego], Nintendo financia activamente las presiones que evitan incluso a las bibliotecas ofrecer acceso legal a esos juegos. No ofrecer acceso comercial es comprensible, pero además evitar el trabajo institucional para preservar esos títulos es destruir activamente la historia del videojuego.

La VGHF termina su comunicado pidiendo a las compañías que traten de reflexionar y encontrar una solución que no pase por dejar que esos videojuegos, historia de la industria, terminen desapareciendo.

Incluso uno de sus fundadores, Frank Cifaldi, alentó a los usuarios a piratear sus consolas para ayudar a mantener esos títulos, en un tweet que fue eliminado, al que le seguía el siguiente donde señalaba que ni la industria ni el gobierno iban a ayudar a acceder a juegos antiguos, y que "nadie va a salvar la historia de los videojuegos salvo nosotros, y eso nunca va a cambiar".