Vamos a echar un vistazo a este título que se ha convertido en todo un fenómeno mundial con más de cinco millones de copias vendidas, y eso que aún está en su etapa de Early Access, os traemos nuestras impresiones sobre Valheim, este mundo vikingo repleto de secretos y crafteo.

La moda de la cultura vikinga parece que nunca se acaba (y nosotros que nos alegramos), pero ante superproducciones como Assassin's Creed Valhalla parecía complicado subir el listón en cuanto a representación y caracterización, pero esta humilde propuesta que comenzó con un solo hombre allá por 2018, está triunfando, lo que demuestra que con poco se puede hacer mucho.

Sin más dilación, coged hacha y escudo que nos subimos al barco de Valheim.

Levántate guerrero: Una historia de fondo

La historia de Valheim no copa niveles altos de emocionalidad, pero tenemos al señor Odin haciendo de las suyas, puesto que envia a valerosos guerreros a una especie de purgatorio para ganarse el pase al Valhalla, ¿Creeis que será sencillo? Ni mucho menos, cada prueba es más complicada que la anterior y se muestra en forma de jefe que da más de un quebradero de cabeza.

Para invocar a tales seres monstruosos, debemos reunir diferentes requisitos que nos piden, una vez que nos hemos hecho con ellos, mostraremos ese recurso determinado como una ofrenda para hacer aparecer a nuestro próximo desafío, si derrotamos a los cinco jefes, ya nos ponen un pisito en el Valhalla.

Toda esta trama parece muy guiada, pero no es así, puesto que Valheim nos da libertad total para explorar el mundo que nos rodea, al inicio el mapa está nublado y habrá que ir esclareciendo cada zona según avanzamos, y al empezar os preguntaréis si nos dan algo, pues no, nos sueltan en paños menores a este vasto mundo.

A pata: Su fuerte, la exploración

Lo primero que llama la atención de Valheim es su precioso mundo, hay que reconocerlo directamente, estamos ante unos parajes variados y vistosos que han sido altamente cuidados gracias a la iluminación y la representación del mundo que nos plantean. No encontrarás texturas definidas, ni falta que le hace, lo que ofrece lo hace bien y bien queda.

Nuestra única compañía será un cuervo negro (que aparece de vez en cuando) que nos dará alguna pista que otra y nos animará con sus palabras cuando consigamos algún logro, cosa que se agradece, porque a menos que juguemos en el multijugador, estamos más solos que la una.

De la parte de supervivencia coge las mecánicas de recolección de recursos, más de una vez nos veremos picando piedra y talando árboles, sobre todo para construir nuestro primer refugio (el cual besaras al llegar cada vez que vuelves de explorar). Una vez que encontremos un material nuevo, aprenderemos una receta, puesto que aparecemos en este mundo con amnesia, pero si, por ejemplo, conseguimos piel de ciervo, aprendemos a hacer una mejor armadura y una capa.

En este extenso mundo nos encontraremos parajes helados, extensas mesetas llenas de jabalíes, pantanos tenebrosos, goblins por doquier, mazmorras… no le falta detalle para cumplir el sueño de todo amante de la exploración y los recovecos.

Lo bueno y acertado que plantea Valheim es la sensación de libertad y la motivación de logro, cuando conseguimos nuevos materiales, ya sea porque has matado a una pandilla de esqueletos que querían ver el tuyo, las nuevas recetas nos abren nuevas posibilidades.

Cuando acabamos con un boss concreto nos da un "poder", y el siguiente nos obliga a mejorar nuestra equipación, pero no contamos con una guía de cómo hacerlo, y ahí reside su inversión de horas, en explorar, en cruzar líneas para conseguir mejores armas y armaduras, mejorar nuestra base, llenarla de hornos, lobos guardianes, zonas de cocinas, así como construir una embarcación que nos permita llegar más lejos y con mayor seguridad.

Alza el hacha: Las mecánicas vikingas

Mediante un manejo sencillo de nuestro personaje nos desenvolvemos por el mundo de Valheim, contamos con un ataque principal y otro secundario, por ejemplo, con la lanza atacaremos de cerca con el principal, y con el secundario la lanzaremos para intentar clavarla entre ceja y ceja.

Se han incluido mecánicas de salto y de sigilo, para poder acercarnos a nuestras presas de forma silenciosa. Pero si no nos sale bien, siempre podemos echar a correr para que no nos cojan, así como esquivar ataques enemigos, o sujetar con firmeza el escudo para parar los golpes.

Aunque a simple vista parece un juego de supervivencia, no estamos obligados a ingerir alimentos ni a beber agua, al consumir comida aumenta nuestra barra de vida, algo crucial para sobrevivir a las embestidas de enemigos y a las adversidades. Este RPG de acción en tercera persona nos brinda la posibilidad de explorar un mundo abierto que se genera de forma procedural, por lo que no debería haber dos mapas iguales.

Las inclemencias del tiempo afectan a nuestra regeneración de estamina y de vida, si tenemos frío la regeneración será más lenta, pero también se premia el estar bien descansado o descansada, y calentarte junto al fuego, con bonus de descanso y de energía.

Todo está pensado al milímetro, y eso que no estamos ante la versión 1.0 todavía, Iron Gate sabe hacer las cosas bien y lo está demostrando en este título.

Algo que nos ha gustado mucho de Valheim es el desarrollo de las habilidades, puesto que al correr, saltar, nadar o golpear, aumentará nuestra pericia y mejorará de nivel esa skill concreta, por ejemplo, cuanto más ataquemos con el hacha, más subirá nuestra habilidad con la misma, o cuanto más nademos, más subirá nuestro nivel en natación. Está mecánica se ha visto en anteriores títulos como Dungeon Siege, un juego de rol mítico.

El sistema de crafteo es bastante intuitivo, pero necesitaremos una mesa de trabajo y otros puestos, como el cortador de madera, para mejorarlo y poder hacer mejores recetas y construcciones. Habrá objetos que demanden pocos materiales, y otros que demanden varios y en más cantidad, no es un camino de rosas, pero merece la pena transitarlo.

Un presente y futuro prometedor

Valheim ha llegado como un soplo de aire fresco a un género que a día de hoy peca de tener algunas mecánicas repetitivas y que nos transmite que estamos jugando el mismo juego pero con diferente ropa y escenario.

Si bien no inventa la rueda, sabe introducir nuevas mecánicas y mostrar un mundo que parece sacado de la generación de la primera PlayStation pero con mejoras actuales y efectos lumínicos y de partículas que nos harán apreciar cada segundo pasado en el juego. Su modo multijugador aporta posibilidades inmensas, pues puedes crear poblados enteros con amigos y amigas, y generar una auténtica comunidad vikinga.

Todo esto va acompañado de una banda sonora y efectos de sonido muy bien implementados y que generan una atmósfera de fantasía épica propia de lo que se espera en este tipo de ambientaciones.

Todo ello con una fluidez envidiable y sin apenas bajadas de frames, en lo visual y en el rendimiento se muestra sólido. Con un diseño artístico de diez, y varios enemigos a los que enfrentarnos, pero se corona con los jefes, y además, han prometido nuevas implementaciones, con más monstruos y nuevos biomas.

Nuestras primeras impresiones sobre Valheim son muy positivas, y solo podemos alegrarnos por este tipo de propuestas, que nos dan libertad de acción mientras nos cuentan una historia bien implementada, con la sensación de ser autosuficientes y premiando la exploración y el esfuerzo de continuar hacia la meta, el Valhalla.