Durante la pasada Gamescom pudimos probar Remnant: From the Ashes, la última obra de Gunfire Games, el equipo responsable de los Darksiders II y III junto a Perfect World.

Teníamos ante nosotros un juego de supervivencia en tercera persona, un mundo post-apocalíptico con un planeta Tierra completamente asolado en el que sobrevivir no será tarea sencilla.

Vamos a comprobar si este viaje por los infiernos nos deja algo de luz al final de túnel.

Remmant: From the Ashes, no te dejes la puerta abierta

La historia gira alrededor de la apertura de un portal que provocó la llegada a la Tierra de unas poderosas criaturas contra las que la humanidad poco pudo hacer. Sólo queda un remanente de humanidad, pues la mayoría fueron cazados hasta la extinción.

La mayoría de humanos viven como ratas, aterrorizados, entre escombros, y sólo unos pocos han logrado adquirir la tecnología para abrir portales, recolectar recursos y encontrar formas de hacer frente al invasor. Son la única esperanza.

La esencia del juego es la supervivencia, contaremos con distintos personajes, cada uno con sus propias armas y habilidades, y podremos agruparnos con otros tres héroes. Hay muchos arquetipos para elegir, cada uno diseñado con habilidades y ventajas únicas para ayudar al grupo a sobrevivir.

En grupo es más fácil

Está claro que para ambientar más el juego probamos la misión en solitario, y comprobamos en la demo que ir sólo por un mundo con criaturas tan poderosas y en inferioridad nos obliga a medir muy bien nuestros pasos si no queremos acabar muertos muy rápido.

El título nos ofrecerá docenas de monstruos únicos en cada entorno, y parece que la variedad no sólo será estética. Cada uno, ya sean hordas pequeñas e innumerables como imponentes monstruos del tamaño de edificios, todos tendrán sus propias mecánicas que tendremos que conocer para poder hacer frente.

El reto además se acrecentará porque el título presenta mundos generados dinámicamente, y también habrá dificultades provocadas por la propia devastación y las difíciles condiciones de vida... poca iluminación, un escape de gas. La clave es ir adaptándonos a cada situación para lograr sobrevivir y seguir adelante.

Todo un arsenal a nuestro alcance

Por suerte no iremos desnudos a la batalla. Contaremos con ataques melee y a distancia, pistolas, rifles, escopetas y mucho loot para ir recolectando y mejorando nuestras prestaciones.

Contaremos también con una base de operaciones en la que poder proteger a los comerciantes, que a cambio nos proporcionarán nuevas habilidades con las que poder diseñar y mejorar nuestras armas y equipamiento, algo muy necesario para determinados enemigos.

Y no sólo con armas nos podremos defender. En la demo pudimos ver que la chica podía invocar a varias criaturas que vienen a ayudarnos a acabar con los enemigos y sirven de perfecta distracción, o un tipo que puede utilizar una habilidad de camuflaje para ocultarse y no ser visto.

Probaremos nuestras habilidades bajo tierra pero también en la superficie, donde tuvimos ocasión de enfrentarnos a un gran jefe final que nos obligó a estar concentrados cuidando la energía del personaje, usando las habilidades en todo momento y esquivando los ataques especiales.

Conclusión

Es cierto que Remnant: From the Ashes no es de estos juegos que entran por los ojos porque su apartado técnico es más bien flojo, pero si le dais una oportunidad os encontraréis una jugabilidad bastante apañada y una diversión importante.

Me ha gustado que represente un buen reto por su nivel de dificultad, su generación aleatoria de enemigos y la necesidad de ir constantemente necesitando adaptar nuestras armas y poderes a cada situación.

Remnant: From the Ashes estará disponible en PlayStation 4, PC y Xbox One en 2019.