La industria del videojuego siempre está buscando las últimas innovaciones tecnológicas para saber cuáles de ellas pueden incorporarse a una consola o un periférico y que nos aporte algo más, ese “extra” que ofrezca un aspecto o apariencia futurista a la siguiente generación, y eso es precisamente lo que ha hecho PlayStation 5 con una apuesta que seguro que a muchos les ha pasado desapercibida: La tecnología háptica.

Hace unos días la compañía Sony desvelaba por sorpresa, sin ningún gran evento mediático programado con cuenta atrás ni la habitual parafernalia de los State of Play, no solo el nombre final de su próxima consola de sobremesa (PlayStation 5… oh sorpresa), también la fecha de salida (Navidades de 2020) y algunas características técnicas bastante curiosas.

Hoy nos queremos centrar en explicar qué demonios es eso de la tecnología háptica, que tal vez sea un concepto que hayáis escuchado antes, o no habéis oído en vuestra vida. Puede que incluso ya lo estéis utilizando sin daros cuenta.

¿Qué es? ¿Cómo se aplicará? ¿Qué podrá aportar a la experiencia jugable? Preguntas que intentaremos explicaros a continuación:

Sobre la tecnología háptica

Vamos a empezar con lo básico: ¿Qué es la tecnología háptica?  Pues bien, háptico se deriva de táctil, o tacto, y está representada por la aplicación de minúsculos pulsos localizados en una superficie que nos dan un nivel de realismo al tacto muy superior y son capaces de transmitir un sinfín de sensaciones.

De esta forma, tocar una superficie (como una pantalla, o el agarre de un Dualshock, por ejemplo) puede darnos la sensación de que estamos pulsando un pesado botón metálico, acariciando a nuestra mascota Trico o estamos atravesando una irregular superficie de grava con nuestro coche de rally.

La tecnología que hay detrás se basa en la alteración electrostática entre pantalla y dedo a través de una capa conductora integrada en la superficie activa de la pantalla táctil.

Esto hace que incluso se puedan simular botones físicos en el aire, de manera que al tacto podamos sentir que están ahí y pulsarlos. Lo tenéis explicado en este vídeo:

Una tecnología que lleva tiempo con nosotros

Parece cosa del futuro, pero lo cierto es que la tecnología háptica lleva ya un tiempo con nosotros. Apple por ejemplo lleva tiempo apostando por ella, como cuando sustituyó el famoso botón “HOME” de sus iPhones por un pequeño panel táctil que simula la pulsación de un botón que no existe y de paso sirve como reconocedor de huellas dactilares. ¿Queréis probarlo? Probar a pulsarlo en un móvil encendido y luego en uno apagado y lo veréis.

La compañía de Steve Jobs también ha añadido tecnología háptica en sus pantallas, relojes inteligentes y el touchpad de sus portátiles, pero Apple no es la única, lo utilizan en la NASA para entrenar a los astronautas para sus futuras misiones en Marte, se usa en los asientos de los conductores para advertir de un peligro, en algunos auriculares que transmiten vibraciones como los últimos de Razer Nari.

Tampoco hay que olvidar su uso en el mundo de la realidad virtual, con Oculus Rift a la cabeza, han apostado por dispositivos con tecnología de agarre reactivo para que sintamos la sensación física de estar interactuando con objetos virtuales.

Porque es evidente que la VR es una de las grandes interesadas en que se desarrolle esta tecnología, que ya pudimos ver en la película de Spielberg “Ready Player One”.

Tras la noticia de que las actuales PlayStation VR serían compatibles con PS5, la presencia de la tecnología háptica en su mando (que suponemos se llamará Dualshock 5, si bien este punto no ha sido confirmado) es sin duda toda una declaración de intenciones por seguir apostando por la realidad virtual y llevarla a cotas nunca vistas.

Las aplicaciones de la tecnología háptica en los juegos

Una de las palabras que pueden definir muy bien a la tecnología háptica es “flexibilidad”. Tener un panel háptico en el mando de PlayStation 5 puede hacer que en esa superficie cada juego se pueda adaptar a los botones que necesite, incluso para un mismo juego a las acciones que requiera cada momento.

¿Qué tal dos botones grandes para un plataformas indie clásico? ¿O seis botones para disfrutar del último Street Fighter como si fuese un Arcade Stick? ¿Y por qué los botones tienen que ser necesariamente redondos? Incluso, si nos ponemos, el mando se puede llenar de pequeños botones para convertirse en el panel del Halcón Milenario.

Esto no es nuevo, Valve ya presentó en 2013 su famoso Steam Controller, que lleva ya cuatro años en el mercado, si bien se trataba de una versión algo primitiva que no ha terminado de calar, pero eso no quita que cuente con excelentes valoraciones.

Otra de las posibilidades que podría aportar la tecnología háptica al mando de PS5 es el feedback que nos quieran dar los desarrolladores y que sentiremos directamente en las manos, que no dejan de ser el puente entre nosotros mismos y el juego. Ya sea advertirnos de un peligro, presentarnos un puzzle que tengamos que resolver con el tacto, sentir con mucho más realismo un golpe, que notaremos más focalizado, o simplemente la citada sensación de acariciar a un perrete o sostener una granada de mano y notar sus hendiduras.

Falta por saber mucho, por supuesto, empezando por conocer dónde estará situada la tecnología háptica del mando, si se limitará a una zona concreta (apostaría por algo similar al panel central táctil del Dualshock 4, sin prescindir de los botones clásicos) o si también lo extenderá a los agarres o paneles traseros.

Lo que sí sabemos es que este hipotético Dualshock 5 tendrá también gatillos adaptativos, que presentan una idea similar y complementaria, de forma que cada juego podrá adaptar la resistencia y el recorrido de los mismos según interese, pues uno no quiere verse en desventaja si tiene que hacer todo el recorrido para disparar y se enfrenta contra un usuario de PC que está pulsando una tecla, de ahí que los mandos “Elite” apuesten por limitar mecánicamente ese recorrido.

Conclusiones

Falta muchísimo para que llegue PlayStation 5 al mercado, y sabiendo lo que avanza la tecnología hoy en día sería muy presuntuoso por nuestra parte asumir todo lo que puede ofrecer la tecnología háptica en PlayStation 5, probablemente haya características que ni se nos pasan por la cabeza todavía.

En cualquier caso creemos que la apuesta de Sony por dar soporte háptico en todas sus consolas será un paso de gigante en esta tecnología, y no nos extrañaría que futuros mandos para la PSVR2 (si es que los hay) sigan por ese camino para lograr que nos metamos aún más dentro de los juegos y la realidad virtual termine por explotar y deje de ser un “quiero y no puedo” que muchos han sentido en esta generación.

No sé vosotros, pero no veo el momento de acariciar a un Dragón, sentir como nunca cada bache del circuito y comprobar cómo el mando de la próxima PlayStation 5 se convierte en algo vivo que transmite sensaciones antaño impensables. Navidades de 2020… ¡qué larga espera!