Desde hace la friolera de 27 años William Joseph "B.J." Blazkowicz nos acompaña defendiéndonos de las hordas Nazis que continuamente intentan tenernos sometidos bajo su bota opresora.
Pero tanta lucha, tanto esfuerzo, necesita de descansos obligados y de aliados que echen una mano a tan noble llamado. Y, en esta ocasión, serán las propias hijas de Blazkowicz quienes ayudarán a la liberación de la humanidad y la destrucción de los nazis.
¿Estará a la altura de los últimos títulos este Wolfenstein: Youngblood? Vamos a ver lo que nos han preparado los chicos de Machine Games, Arkane Studios y Bethesda Softworks.
Una historia como cualquier otra
Los mismos responsables de Bethesda ya nos avisaban de la poca relevancia que la historia iba a tener en este título. Y así es, ya que el peso de los hechos narrados en esta nueva entrega de una de las sagas veteranas más queridas por todos aquellos que venimos de Wolfenstein 3D es, simple y llanamente, fácilmente olvidable.
Encarnaremos a Jess y Shop, las hijas de B.J. las cuáles han sido adiestradas por su padre en el noble arte de matar nazis. Así que, al principio de la partida, escogeremos a una de las dos hermanas y viviremos sus primeras experiencias sangrientas en el exterminio del poder imperante en la preciosa ciudad de París.
Y aquí nos encontramos con una gran incoherencia. Si, desde la propia compañía se nos vende la idea de que la historia va a ser insignificante, no se puede presentar una introducción de más de 5 minutos de duración detallando a fondo esa historia. Si se le da importancia, se presenta una “intro” de 5, 8 o 10 minutos. Pero si no es así, con dos vídeos de 10 segundos hay más que suficiente. El resultado es que nos acabamos encontrando con un freno. Estamos deseando comenzar a pegar tiros a lo locos y nos encontraremos atrapados en una serie de secuencias no muy llevaderas y que no tienen ninguna relevancia.
Altibajos en lo técnico
Y aquí entramos en algunos detalles técnicos que, como veremos a continuación, no paran de fluctuar, presentando momentos realmente buenos y otros todo lo contrario. Enlazando con lo dicho de la introducción diré que, a lo largo de toda la partida, tendremos diferentes escenas que nos irán narrando los sucesos que vivimos en pantalla.
Las escenas puramente CGI realizadas con el motor del juego, pero que no se generan en tiempo real, parecen hechas con una versión del motor anterior a la versión final del título. Existen diferencias gráficas evidentes entre estas escenas y las generadas en tiempo real por el motor del juego, lo cual descoloca un poco, sobre todo, teniendo en cuenta que, en otros títulos, cuando esto sucede, suelen ser las escenas CGI las que mejor se ven. Aquí es al revés.
Sobre el diseño de los escenarios hay que destacar el gran trabajo realizado sobre todo en interiores, donde todo estará más próximo a un Dishonored que a un Wolfenstein. Paredes, suelos y muebles altamente detallados mostrarán las vetas de la madera y los reflejos de la luz de una manera muy sólida y convincente.
En cambio, el diseño de los NPC’s no está al mismo nivel, aunque no lucen mal. En cuanto al diseño de los niveles, nos encontraremos fases mejor estructuradas que otras, aunque en ningún momento daremos con un nivel realmente desastroso. Una de las novedades de este título es, precisamente, la apertura de los escenarios. Esto implicará tener que pasar por los mismos sitios una y otra vez para ir realizando esas misiones secundarias, lo cual se hace bastante pesado.
En cuanto al rendimiento en general, solamente cabe decir que estamos ante un producto bien optimizado. He realizado este análisis en un Intel i5 HQ (portátil gamer) con 8GB de RAM y una Nvidia 1050 de 4GB y puedo asegurar que, a un nivel bastante alto de detalles, a una resolución de 1080p, el título se mueve de manera extraordinariamente suave y rápida.
Intentando abrir el mundo de juego
En las anteriores entregas gozamos de recorridos cien por cien pasilleros y en ésta se ha intentado dar cierta libertad. Sin llegar a ser un mundo abierto, lo cierto es que tendremos mayores posibilidades a la hora de afrontar los niveles, pudiendo hacerlo de maneras diferentes según cómo aprovechemos dichos escenarios (infiltración, matanza a saco o una mezcla de ambas).
Y otro cambio que ahonda en este intento de ir un poco más allá del planteamiento original de la saga tiene que ver con el hecho de poder acceder a toda una serie de misiones secundarias, necesarias para subir el nivel de nuestras armas.
Esto es importante conocerlo ya que deberemos subir de nivel obligatoriamente para poder acceder a las misiones principales (podremos hacerlas en el orden que queramos, solamente tendremos que tener en cuenta el nivel). No deja de ser una mecánica que se nota un tanto forzada. El objetivo de dicha mecánica no es otro que intentar alargar el número de horas del juego: unas 10 horas si nos centramos en lo mínimo indispensable para acabar el juego y entre 20 y 25 para verlo todo.
El multijugador por encima de todo
Parece ser que Bethesda se encuentra en un momento de cambio ya que está intentando adaptar sus sagas más icónicas al multijugador tan manido en los últimos tiempos. Ya vimos lo que pasó con Fallout 76, una realización no del todo acertada. Y en Wolfenstein: Youngblood han intentado algo similar. Ya desde el principio, se nos incita una y otra vez a compartir nuestra experiencia de juego con un amigo. De esta manera, cada uno, controlará a una de las dos hermanas.
Lo cierto es que el título se puede completar en modo solitario, convirtiendo toda la experiencia en un título bastante clásico y que gustará a los seguidores de la saga. En modo solitario siempre iremos acompañados por la otra hermana, controlada por la IA del juego. El resultado es convincente. Evidentemente, será todo más divertido si contamos con la ayuda de un compañero real.
Armas, munición y gunplay
En este apartado ninguna queja. Todo funciona a la perfección. El tema de las armas es todo un mundo por descubrir, pudiendo actualizarlas y mejorarlas con las monedas que encontraremos repartidas por las diferentes partes del escenario. Podremos modificar hasta el más mínimo detalle de cada una de las partes que componen pistolas, escopetas, ametralladoras y el resto de armas. Todo será modificable, existiendo varias capas de mejora.
Encontraremos munición olvidada por todas partes, aunque también podremos recoger la que dejan caer los nazis al morir por el impacto de nuestras balas. También podremos realizar ataques cuerpo a cuerpo, siendo estos divertidos de realizar.
En cuanto al movimiento y apuntado decir que, siempre que podamos, es altamente recomendable la utilización del teclado y el ratón. Ésta es la apuesta ganadora. Con mando también podremos controlar a las heroínas de la historia, eso está claro, pero ganaremos muchos enteros en cuanto a inmersión y sensaciones se refiere si utilizamos el combo pecero ganador por excelencia: teclado y ratón.
A las posibilidades de mejora de las diferentes armas hay que añadir los poderes de los trajes que vestimos, que nos aportarán protección, doble salto, invisibilidad y unas cuantas ventajas más.
Esto hace que afrontar los peligros reinantes sea menos complicado aunque, ya aviso, que el verdadero reto lo tendremos al enfrentarnos con los jefes finales. Ahí es cuando el juego llega a las cuotas más altas de diversión. En cualquier momento de la partida podremos modificar la dificultad. Así que no hay excusa para disfrutar de este videojuego.
También es interesante que, al perder toda la energía, tenemos la posibilidad de pedir a nuestra gemela que nos cure. En caso de no poder curarnos, tenemos la opción de desangrarnos, con lo cual perderemos una de las tres vidas que tenemos. También podremos curar a nuestra hermana cuando ella caiga.
Conclusiones y detalles finales
Todo el título nos llega traducido y doblado al castellano, todo un acierto. La banda sonora se adaptará a lo que suceda en pantalla, ensalzando y tensionando los momentos de más acción y tranquilizando algún momento de puzzle. En este sentido, hay mecánicas de cooperación mejoradas y superadas desde hace tiempo en títulos como Uncharted o el más reciente God of War.
Por eso se hace un poco anacrónico necesitar cuatro manos para accionar dos palancas que se encuentran una al lado de la otra. Intentar justificar la necesidad de la cooperación entre dos jugadores de esta manera se siente algo muy forzado y poco atractivo. Aquí se nota el poco tiempo que han tenido para sacan esta nueva entrega a la venta.
Es por todo esto que el resultado final de Wolfenstein: Youngblood está por debajo de las anteriores entregas. En lo técnico raya a gran altura, pero no así en la historia y en algunas decisiones tomadas por falta de tiempo y para alargar la duración de la partida. El problema es que los defectos lastran demasiado la experiencia final del producto, con lo cuál la valoración se ve claramente afectada por estos problemas.
¿Funcionará en mi PC?
A continuación, te detallamos los requisitos mínimos y recomendados para que puedas conocer si funcionará en tu PC. Los requisitos mínimos son:
- Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits
- SO:Win7, 8.1, or 10 (64-Bit versions)
- Procesador:AMD FX-8350/Ryzen 5 1400 or Intel Core i5-3570/i7-3770
- Memoria:8 GB de RAM
- Gráficos:Nvidia GTX 770 4GB (Current available GPU GTX1650) or AMD equivalent
- Almacenamiento:40 GB de espacio disponible
Los requisitos recomendables son:
- Requiere un procesador y un sistema operativo de 64 bits
- SO:Win7, 8.1, or 10 64-Bit
- Procesador:AMD FX-9370/Ryzen 5 1600X or Intel Core i7-4770
- Memoria:16 GB de RAM
- Gráficos:Nvidia GTX 1060 6GB (Current available GPU RTX2060) or AMD equivalent
- Almacenamiento:40 GB de espacio disponible
El título ha sido analizado en PC, aunque también se encuentra disponible para Xbox One, PlayStation 4 y Nintendo Switch.
