Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Xbox España, título actualmente disponible en Xbox Series X|S, PC (versión analizada), Xbox Game Pass, y PC Game Pass.
La exploración espacial siempre ha sido una de mis temáticas favoritas, ya sea en series, películas, libros, y, por supuesto, en videojuegos, donde tenemos grandes exponentes y referentes que sacian nuestras ansias de descubrir todo lo que depara el universo, en el análisis de Starfield os hablaré sobre si ha sabido cumplir esta misión, si sabe saciar el interés, y las ganas de descubrir nuevos mundos.
Estamos ante uno de los grandes lanzamientos del año, le pese a quien le pese, Bethesda Game Studios lleva muchos años trabajando en él, y, a día de hoy, saca actualizaciones con regularidad para pulir todo lo que necesita pulir, mejorando poco a poco la experiencia final.
Exploración, armas de todos los tipos, compañeros y compañeras, historias, aventuras, y misiones por doquier se dan la mano para juntarse en este título, súbete a la nave conmigo y acompáñame en esta historia llena de estrellas, donde encontraremos alguna que otra profunda sombra.
Hasta el infinito y más allá
Nos situamos en el año 2330, donde la humanidad ya campa a sus anchas por el universo, y ha colonizado diferentes sistemas, en aras de descubrir nuevos materiales, especies alienígenas, nuevas vías de investigación, u otras prácticas como la piratería espacial, una vida simplemente tranquila, o expandirse hasta el más allá.
El planeta Tierra es un desierto en donde no queda rastro de vida alguna, pero, ¿Qué encontraremos en el resto de planetas? Pues es una de las preguntas que se hace Constelación, una organización a la cual nos uniremos para buscar unos misteriosos artefactos que pueden ser la clave para el mayor secreto de la historia.
Aunque la trama suena emocionante en un principio, no es tan interesante en su desarrollo, tiene varias misiones con un buen diseño y giros de guion, y servirá de telón de fondo para todo lo que orbita alrededor de ella, donde la cotidianidad de cada planeta, las misiones sorpresa que nos encontraremos en nuestros viajes, o aquellas que tienen que ver con las diferentes facciones, brillan más, y, algunas de ellas, tienen mucho mayor nivel de interés.
Para comenzar esta aventura podemos crear un personaje a nuestro gusto, en un editor no muy extenso, pero lo suficientemente amplio para aportar una buena cantidad de opciones de personalización para hacer a nuestro avatar a nuestro gusto.
En algunas partes de la trama tomaremos decisiones importantes que cambiarán parte del rumbo de la historia, así que, en ese sentido, tiene cierto grado de rejugabilidad para conocer las posibles ramificaciones, pero nos adentraremos tanto en su universo, que, en mi caso, sigo explorando y disfrutando en la partida inicial aún habiendo terminado la trama principal, la gran cantidad de horas que ofrece ya es una invitación a probar su contenido.
El día a día de la exploración espacial
Aquí es donde me quiero detener, Starfield va más allá de su historia principal, en la exploración del espacio, en recorrer sus ciudades principales, o en visitar planetas remotos donde encontrar nuevas misiones, armas, o materiales. Aquí es donde Starfield me ha sorprendido gratamente, sobre todo en las misiones de la Vanguardia, en las específicas de cada compañero y compañera de Constelación, o simplemente en aquellas que saltan de la nada, y donde descubriremos las posibles realidades de este futuro no tan lejano.
Para este periplo podemos llevar a otro personaje como acompañante, quien aporta sus impresiones de la situación, nos sirve para llevar más carga, o simplemente ayudar en combate, por lo que mitiga la sensación de soledad, con quienes podemos establecer relaciones de amistad, o amorosas, pero, siempre podemos ir en solitario si así lo deseamos.
No estoy descubriendo nada nuevo cuando digo que las pantallas de carga suceden con frecuencia, al entrar a un nuevo sistema, al entrar a un planeta, al acceder a ciertos edificios, al atracar en estaciones espaciales, y un largo etcétera, que en varias ocasiones interrumpe de forma abrupta esa sensación de libertad y exploración.
Habría agradecido mayor libertad a la hora de moverse con la nave, ya sea entre planetas en un mismo sistema al estilo Outer Wilds, o aterrizar la nave a nuestro antojo, pero puedo ver la justificación en la cantidad de subsistemas que entran en juego, y en la cantidad de objetos que alberga cada zona, pero, aún así, la exploración espacial siempre ha respirado libertad, y aquí, me falta en muchas ocasiones.
Eso no quita que, al aterrizar en ciertos entornos, al explorar planetas, o en transitar por ciudades, sienta una grata sensación de ciencia ficción pura y dura, que me ha ayudado a aumentar la inmersión a cada paso, eso sí, necesitaría un vehículo de exploración planetaria, porque iremos a pata si o si en cada uno de ellos, y puede resultar tedioso, por suerte, contamos con el viaje rápido entre zonas y planetas ya descubiertos.
En esta exploración planetaria me he topado con muchas estaciones militares, o de investigación, muy parecidas entre sí, algunas de ellas calcadas, así como varias criaturas que habitan estos planetas, pero, a día de hoy, sigo descubriendo nuevas especies de plantas y alienígenas que no dejan de sorprenderme, además de varias estructuras y cuevas. Para abrir cofres, puertas, o hackear ordenadores, necesitaremos ganzúas digitales, que hacen uso de un minijuego algo tedioso, al que nos acostumbraremos con el tiempo.
En los diferentes planetas podemos recopilar materiales para construir puestos, mejorar nuestras armas, crear equipo, medicinas, y alimentos, entre otros, que harán nuestra vida más fácil. Los puestos son bases que construiremos con diferentes materiales, que nos permitirán crear estaciones de investigación, extractores de elementos y materiales, donde podemos asignar a parte de la tripulación para que salvaguarde el lugar, o mejore el nivel de extracción y gestión del propio puesto.
Las historias de muchos personajes son profundas y ricas en contenido, son aquellas donde me he detenido a escuchar, a ayudar, y en ocasiones, a negociar, gracias al sistema de persuasión en las conversaciones, o la posibilidad de intimidar, la cual no he usado nunca, pero ahí está como opción. Me he topado con naves a la deriva sin combustible, he sido reportero de noticias, salvado estaciones enteras, he descubierto escenas de verdadero terror, y he ayudado a gente a encontrar trabajo, todo ello son las especias que aderezan el plato principal, y consiguen que sea más rico en su sabor final.
En Starfield puedes ser quien tu quieras, más agresivo, comprensivo, o neutral, además de poder llevar a cabo las prácticas de la piratería y el robo, donde seremos objetivo de las autoridades competentes si nos cazan, este planteamiento ya lo hemos visto en otras entregas de la desarrolladora, como Skyrim, o Fallout 4, y sigue manteniéndose en buena forma en su ejecución. Si queremos "echar raíces" en alguna ciudad, cabe la posibilidad de comprar casas en las grandes urbes, para tener un hogar al que volver, que no esté flotando en el espacio, el cual podemos decorar a nuestro gusto, y donde crear diferentes estaciones de investigación, modificación de armas, y cofres donde guardar todo lo que nos sobre encima.
Hablando de naves espaciales
El sistema de naves es uno de los aspectos más curiosos e interesantes dentro de Starfield, se pueden personalizar al gusto, con un número finito de componentes, obviamente, pero su sistema modular hace de ello una tarea sencilla, que invita a probar nuevas distribuciones, o naves cada vez más grandes.
Esta personalización afecta al interior, al exterior, a la carga máxima que puede albergar la nave, a los escudos, las armas, y al número de tripulantes que podemos llevar en ella, a cada cual más interesante de combinar, porque cuentan con sus propias habilidades en el combate a pie, o dentro de la nave, así como para los sistemas de escudos, armas, o pilotaje. Es posible disponer de varias naves en el hangar, y seleccionar cualquiera de ellas como nave principal en cada ciudad.
El manejo de nuestro buque insignia es intuitivo, y las batallas en el espacio son bastante entretenidas, sobre todo contra múltiples enemigos, una vez demos con la configuración deseada, serán aun más disfrutables, pero cuidado con toparse con naves de mucho más nivel, que pueden fundirnos de un plumazo.
Lo bueno de este sistema de naves, es que podemos realizar la distribución de energía en tiempo real, ya sea para invertir más puntos en las armas, en la movilidad, en los escudos, o en el salto gravitacional que nos lleva a otros sistemas espaciales, una opción que suma mayor dinamismo y estrategia a los combates.
La vida a pie, y flotando
Pero no todo es exploración, naves, planetas, e historias, en Starfield cobra gran importancia los combates a pie, donde disponemos de un buen puñado de armas, las cuales se pueden mejorar mediante componentes y accesorios nuevos, además de contar con un sistema de rareza que añade más características a medida que aumente su nivel de rareza.
El gunplay y los combates son divertidos, y llenos de posibilidades, gracias a la variedad de armas, a la mochila propulsora, y a ciertos poderes que adquiriremos en un punto de la historia, donde cambia parte de la jugabilidad gracias a ellos. Fusiles de largo alcance, escopetas, armas láser, granadas, minas, y otras tantas armas serán aliadas y enemigas, porque los enemigos usan el mismo arsenal.
Lo bueno de Starfield es que, en la gran mayoría de las veces, podemos saquear el arma y armadura de los contrincantes una vez hemos terminado con ellos, cosa que se agradece, y suma credibilidad a su ambientación. Si bien los enemigos se repiten con frecuencia, ya sean piratas espaciales, mercenarios, o especies alienígenas, siempre es recomendable subir un poco la dificultad si vemos que no suponen ningún desafío.
La IA enemiga no está del todo pulida, aunque suele resguardarse para disparar desde coberturas o zonas elevadas, en algunos momentos realizan movimientos erráticos, pero con sus movimientos de esquiva, o de salto, que siempre son curiosos de ver, porque denota que luchan por sus vidas.
El inventario de equipo y materiales sigue en la línea de la compañía, con menús desplegados en listados, que no dejan vislumbrar todo el contenido del que disponemos. El sistema de habilidades del personaje se ramifica a través de varios tipos de habilidades, ya sea el combate, la diplomacia, todo lo que tiene que ver con el cuerpo y el aguante, la investigación, o las naves, donde iremos aumentando de nivel cada aspecto según entrenemos ese punto concreto, pero en el que debemos invertir puntos de habilidad que ganaremos subiendo de nivel, o con elementos concretos.
No podían faltar las famosas revistas y libros ya vistos en la saga Fallout, los cuales podemos encontrar desperdigados por toda la galaxia, y aumentarán nuestras habilidades de forma pasiva, ya sea para incrementar el daño de ciertos tipos de armas, la pericia con la que pilotamos la nave, mejorar la persuasión, el nivel de aumento de vida al consumir medicinas, y un largo etcétera, por lo que es importante buscar en mesas y recovecos.
Aspecto gráfico y sonoro
No estoy descubriendo un mundo cuando digo que al motor gráfico utilizado ya le pesan los años, puesto que no varía desde hace gran cantidad de lanzamientos de la compañía por muchas mejoras que se hayan implementado, Starfield es un claro ejemplo donde se vislumbran los límites.
Ya sea a nivel de animación de los personajes o las expresiones faciales, puesto que resultan artificiales en algunos momentos, y con poca profundidad, no así con el nivel de texturas, o, sobre todo, a nivel de físicas, donde podemos ver varios objetos saltando por los aires en los enfrentamientos, al destruir una nave, o simplemente al observar cada mundo que nos rodea. En muchas ocasiones es imposible no hacer una foto, ya que, a nivel de paisajes, y de representación de entornos, encontraremos bellas estampas, y vistas de otros planetas que quitan el hipo.
En cuanto a la iluminación y el nivel de partículas, rinde a la perfección, y la fluidez será la acertada dependiendo de la potencia y configuración de nuestro PC, aunque con uno de gama media, como es el mío, ha sabido dar la talla y ha funcionado muy bien en entornos cerrados, no tanto en espacios abiertos o ciudades donde la carga de trabajo es mayor.
A nivel sonoro es todo un portento, ya sea por los ruidos ambientales, los más artificiales provenientes de naves, robots, o las armas, así como todos aquellos únicos de diferentes especies. La banda sonora está al nivel de otras producciones de Bethesda, y siempre sabe acompañar en cada momento oportuno con una pieza característica.
El trabajo de traducción y doblaje es titánico, con interpretaciones en castellano sobresalientes y de un nivel altísimo, que mejoran mucho la experiencia de juego gracias al saber hacer de los actores y actrices, aumentando el nivel de inmersión, y de ambientación, hacia niveles más elevados.
En cuanto a las opciones de accesibilidad dispone de subtítulos generales al desplazarse por el juego, así como de los diálogos principales, también de la posibilidad de aumentar la letra en los menús, así como de poder variar la sensibilidad de los joystick en diferentes contextos, no cuenta con descripción de audio, subtítulos en lengua de signos, ni de opciones de alto contraste de los elementos del juego, ni con autoapuntado.
Conclusiones
Starfield es una de esas experiencias muy personales, te puede gustar o no lo que propone, pero, ante todo, no es legítimo criticar la experiencia de otras personas a través de la tuya, o porque no te guste un juego determinado, y, a mí, Starfield me ha gustado mucho, he disfrutado con varias de sus conversaciones, he vivido momentos emocionantes, y he conocido historias para el recuerdo.
La historia principal no ha calado en mis huesos, pero la ciencia ficción que aporta siempre es bienvenida, y va mejorando hacia sus compases finales. Vuelvo a remarcar lo cotidiano, las vidas que se han desarrollado en los Sistemas Colonizados, de personas de a pie con problemas en un futuro, que bien pueden verse en nuestro presente, y en sus ciudades llenas de historias.
El combate espacial, y el que ocurre a pie, están a un gran nivel, tanto en carga de acción, adrenalina, y nos mantendrán atentos y atentas a lo que esta ocurriendo, donde nos ofrecen un gran abanico de posibilidades para hacer frente a las contienda, así como a varias de sus misiones, donde la diplomacia, puede solventar las ansias de guerra, esquivando de esta manera la bala del combate, valga la redundancia.
En la exploración espacial es donde siento menor nivel de libertad, como si parte de mis alas no funcionasen, ya sea por los tiempos de carga, por las largas caminatas a pie, o la imposibilidad de viajar entre planetas a nuestro gusto, disfrutando simplemente de contemplar las estrellas, nuevos soles, lunas, o planetas de todos los colores y tamaños.
Está incluido en Xbox Game Pass, y PC Game Pass, por si queréis darle una oportunidad. Aún con todo ello, sus cosas buenas, y sus cosas malas, ha sido toda una experiencia, que sigo disfrutando a día de hoy, donde aún me quedan muchas historias que vivir, personajes a quienes conocer, planetas que visitar, y, tengo claro, que será un juego que tardaré en desinstalar, porque siempre hay algo que hacer, siempre hay un horizonte que cruzar.
