Desde las lejanas tierras canadienses llega uno de los juegos más extraños que hayan pasado por las consolas de Playstation (Catherine no cuenta, aquí hablamos de otro tipo de rareza), nos referimos a Small Radios Big Televisions, título desarrollado por Fire Face Corporation, estudio independiente que a pesar de no poseer demasiado reconocimiento en el medio, jamás ve truncados sus intentos de sobresalir, siendo esta ocasión, su posible salto a la fama.

Small Radios Big Televisions es un juego raro, ya lo dijimos. Pero no al nivel de los tan estrafalarios juegos "100% japoneses", que aunque poseen un estilo tan particular y desconcertante sus mecánicas y objetivos están siempre claros, aspectos que en este título parecen no estar presentes.

Eso si, dichos puntos no son los únicos ausentes, son muchos otros los que parecen haberse desvanecido en pos de una experiencia etérea. Dicha reflexión, que está al borde de la filosofía, será expuesta a continuación.

Libertad extraña e inclasificable

Podría ser catalogado como puzzle, pero todos ellos son una pequeña y sencilla parte del juego; podría ser considerado una aventura gráfica, pero sinceramente no existe una historia como tal; podría verse como una aventura contemplativa, pero los espacios de observación potentes son tan opcionales que difícilmente los tomarás todos, a menos que quieras desbloquear el trofeo que te dan por visitar la visión de cada una de las cintas del juego, que guardan dentro de ellas paisajes u entornos simples y/o abstractos, que al ser corrompidos por señales eléctricas, muestran una nueva versión de esta.

Small Radios Big Televisions es un título inclasificable, ya que las aristas típicas para evaluar un juego parecen no existir. Es un videojuego que por tener interacción con el usuario es un videojuego, pero que al ser de una naturaleza tan cercana a lo contemplativo, está al borde de ser arte, de estar en una exposición en una galería o museo.

Por eso este título es tan extraño para el común, porque está tan al borde de no ser juego que produce extrañeza. Estamos tan acostumbrados a perseguir un objetivo claro que la libertad que nos otorgan puede ser desconcertante.

20161025142436_1-noscale

Apartado técnico

Es posible ver por las imágenes, que la gráfica no es nada que no se haya visto en los últimos años. Sin embargo hay que darle mérito a Fire Face Corporation por mantener hasta el final un apartado artístico minimalista, logrando así que este aspecto pase a segundo plano sin que pensemos que lo que vemos es fruto de la pereza.

Y aunque aplaudo el mantenerse firme hasta el final con una decisión creativa, confieso que me hubiera encantado que los puntos álgidos del juego, que son la visiones guardadas en las cintas, hubieran podido ser contempladas en unos gráficos un tanto más potentes.

Sin bien es cierto que el toque sencillo y etéreo le da carácter y permite echar a volar la imaginación con mayor facilidad al contemplar cada una de las visiones, escenarios con un nivel mayor de detalle hubieran generado un impacto mayor.

Y con esto no quiero que pienses que soy un amante y defensor acérrimo del HD y el 4K, porque aspectos gráficos como el de Hyper Light Drifter o Shovel Knight me hacen querer volver a mi niñez.

screen06_knut

Sonido

La música, al igual que todo el título, es muy extraña. No pasa de ser un conjunto de sonidos que suenan más fuerte o más despacio dependiendo de donde nos encontremos.

En ocasiones, las cintas ven aderezadas sus visiones con música un tanto más destacable, que complementa en algo el trance en el que podemos caer si somos lo bastante receptivos.

Experimenta un mundo análogo

Small Radios Big Televisions es un juego de sensaciones. No hay camino, trama, objetivo o sentido para una historia a la que le faltan páginas, y esto no de es extrañar cuando cuentas con cinco breves capítulos para contar una... bueno historia ya dijimos que no es, pero lo que sea que se quiera narrar.

Eso si, cada uno de los capítulos, cada una de las páginas sueltas de este "extraño libro" es un mar de emociones en pequeñas dosis encapsuladas en las cintas. Cada una contiene un paisaje ideal o abstracto que logra como ninguno hacernos sentir que estamos ahí. Ya puedo imaginar lo bien que se verían cada una de estas "visiones" en una Playstation VR. De hecho, debo confesar que en algunas cintas, permanecí varios minutos en un estado de máxima contemplación, en tanto que en otras, no hallaba la hora de salir, atacado por una incomprensible sensación de claustrofobia.

20161024232955_1-noscale

Conclusión

Small Radios Big Televisions es una experiencia de nicho sin duda. Estamos ante un juego demasiado "no juego" para los tiempos que vivimos. Sin embargo, a pesar de tener en sus manos una propuesta tan atípica que fácilmente lo podría hacer merecedor de muchas cámaras, el título no se apropia lo suficiente de su propio concepto tan rupturista, quedándose demasiado corto.

Pero ojo, que con esto no estoy queriendo decir que este título no merece la pena, sino que su concepto, en esta ocasión, no logró sacar todo el potencial que tenía. Estamos ante una idea adelantada a su tiempo, que no pudo hacer relucir toda su luz y que quedó como un juego apto para pioneros, para personas que están en la constante búsqueda por hallar una idea fresca y genial entre este mar de misiones secundarias y mundos abiertos en el que todos estamos sumergidos.

maxresdefault