Considerada un referente en el mundo de los videojuegos, la saga Might and Magic es querida por una legión de fanáticos más que notable. Desgraciadamente esto no siempre te asegura continuidad, y en muchos casos te toca ver cómo es que los años pasan y no aparece ninguna entrega principal o spin-off.
A veces es por falta de unas buenas predicciones de ventas, falta de recursos o sencillamente el hecho de que la editora no sabe que hacer con la IP. ¿Significa esto que cualquier juego que se aleje de la rama principal será malo? no, no necesariamente.
Este es el caso de Might and Magic: Chess Royale, un spin-off gratuito para móviles y PC en el que el que tenemos una mezcla de battle royale con autochess.
Muchos entran, uno sale
La premisa de Might and Magic: Chess Royale es sencilla y no habrá ningún problema a la hora de entenderla. Inicias tu camino sólo y desde cero contra otros 99 jugadores que también buscan lo mismo que tú, la gloria. Todos partimos con las mismas ventajas y desventajas, así que la clave está en la estrategia y que tan buena previsión puedas tener.
En cada enfrentamiento pondrás en juego una de tus tres vidas disponibles y si ganas este número no aumentará, pero sí obtendrás un bonus de oro y experiencia. Si pierdes... bueno, el contador irá bajando hasta llegar a cero y dejarte fuera de la competición. Guardando las distancias, esto es una partida de ajedrez en la que en muchas ocasiones será mejor perder una vida en pos de obtener recursos para crear una mejor estrategia de cara a los próximos tres o cuatro enfrentamientos.
Recursos como el oro y la experiencia se convierten en los pilares de la jugabilidad, pues mientras el primero te permite el acceso a hechizos y nuevos personajes, la segunda es lo que te ayuda a ampliar el número de opciones de compra en la tienda y los personajes que puedes utilizar en cada combate. Da igual que tengas todo el oro del mundo, si tu nivel es muy bajo, no saldrás adelante, así que te toca mantener un ojo en ambos.
Viejos conocidos en una experiencia sencilla
Respecto a los personajes, encontrarás que todos y cada uno de ellos forman parte del universo Might and Magic, además de contar con sus propias clases, afinidades en combate y la posibilidad de ser mejorados. Todos estos detalles importantes, pues el equilibrio en las clases proporciona una línea frontal sólida, mientras que las afinidades ayudan a que los ataques sean más efectivos. Las mejoras por su parte son lo que da más poder a nuestros personajes, y en muchos casos una sola unidad mejorada puede eliminar a dos o tres de las comunes.
Finalmente, toca destacar que al terminar la sesión de juego e iniciar una nueva, todo el oro, personajes y habilidades son reseteados para que nadie parta con más ventaja. Las partidas suelen tener una duración de 2 o 3 minutos, mientras que las sesiones duran hasta donde lleguemos y el máximo de tiempo registrado ha sido de unos 25 minutos.
Sobre las microtransacciones me gustaría destacar que de momento no existen en el juego y sin saber si esto cambiará, lo más probable es que sólo se añada contenido estético, pues el balance actual del juego es bastante bueno.
Podría funcionar en una tostadora
A nivel de rendimiento te encontrarás ante un título que no presenta grandes problemas, pues sus apartados sencillos favorecen que se pueda disfrutar en equipos con características bastante humildes. No he probado la versión para móviles, pero lo más probable es que esta tónica se repita.
Visualmente no está a la vanguardia, pero cumple al lograr que los personajes sean reconocibles y los hechizos y ataques tengan efectos llamativos para distinguirse entre ellos.
Sobre la música no se puede decir demasiado y si bien hay efectos de sonido y diversas melodías, la banda sonora es bastante pobre e incluso repetitiva. No es que importe demasiado en un juego enfocado a las partidas rápidas, pero sí es algo que se podría haber aprovechado introduciendo temas icónicos de la saga.
Sencillo pero adictivo
Sí, Might and Magic: Chess Royale no es el juego principal ni el retorno por todo lo grande que muchos fans estaban esperando, pero no por ello es un mal juego.
Es adictivo y el hecho de que todo sea intuitivo y las partidas sean rápidas lo convierten en el juego perfecto para los momentos de espera o sencillamente matar el aburrimiento en una tarde.
De momento su balance es bastante bueno y no cuenta con microtransacciones que puedan echar a perder la experiencia y si a esto le sumamos el hecho de que no es realmente necesario ser un gran conocedor del universo Might and Magic, pues tenemos muchos puntos a favor.
Estamos ante un juego sencillo sí, pero con mucho potencial y cuyo futuro será definido por las actualizaciones que vendrán.
