Los Sims: un poco de historia
Hablar de Los Sims es hacerlo de una de las sagas más exitosas del mundo del videojuego. El conjunto de videojuegos vendidos de esta saga supera ampliamente los 100 millones de copias en PC. Ya desde su primera entrega, allá por el año 2000, el éxito fue absoluto y a partir de 2003 comenzó su desembarco en consolas.
Desde entonces han aparecido un total de 89 títulos diferentes (incluyendo expansiones) relacionados con esta saga, entre versiones para PC, Mac, PS2, PS3, PSP, Xbox, Xbox360, Game Cube, Wii, Game Boy Advence, Nintendo DS, Nintendo 3DS, Nokia N-Gage y sistemas móviles como Java, iOS, iPod, Android, BlackBerry, Windows Mobile, Windows Pocket y Kindle Fire, siendo cuatro las entregas principales.
Y es precisamente la cuarta de los Sims la que he tenido la oportunidad de probar y disfrutar. ¿Está a la altura de las entregas anteriores? ¿Qué novedades ofrece? ¿Cómo rinde en consola? ¿Estará bien adaptado el control al DualShock 4? A continuación intentaré dar respuesta a todas estas preguntas. Sigue leyendo que la cosa se pone interesante.
¿Quiénes son los Sims?
Desde 1991, Will Wright, el creador de Los Sims, había cosechado grandes éxitos a través de su saga SimCity. Y es precisamente de ahí de donde salen los Sims. Estos seres virtuales eran, en sus inicios, los habitantes que poblaban las ciudades virtuales que creábamos en los SimCity.
También es interesante saber que Will Wright construye sus juegos sobre la base de aplicar teorías científicas para el diseño de simuladores de vida, ya sea de una ciudad, como en los SimCity, un planeta o una comunidad de vecinos, como es el caso de los Sims.
En este sentido, cada Sim tiene su propia vida, sus propias creencias, su propia filosofía de vida, sus propios objetivos. Y esto es, precisamente, lo que convierte este videojuego en algo tan especial: el poder crear un personaje que sea un fiel reflejo de nosotros mismos o, por el contrario, poder experimentar con un Sim completamente diferente a nosotros. ¿Cómo se consigue todo esto? A través del sistema de juego.
El sistema de juego
Hay algo que ha perdurado a lo largo de estos 17 años y es el sistema de juego. En cierta manera, este sistema de juego, puede recordar un poco a Minecraft, en el sentido de que en los Sims 4 no existe un objetivo concreto. Creamos un Sim e interactuamos con él. Le podemos dar órdenes concretas como ducharse, comer, leer, hablar, cantar, trabajar, etc, aunque nuestro personaje virtual puede vivir perfectamente su propia vida si le dejamos hacer.
Tendremos que ocuparnos de sus necesidades más básicas, pero también de las menos importantes, y ayudarle a conseguir sus sueños en la vida, que pueden ir desde formar una familia hasta convertirse en un famoso escritor o en el loco del barrio. Aquí todo es posible, la libertad es total.
Los Sims viven en casas de todo tipo, desde algunas en estado casi ruinoso hasta auténticas mansiones de lujo. Poder llegar a conseguir un lujoso apartamento puede resultar una labor muy costosa, pero conseguirlo nos proporciona una satisfacción única.
Podremos decorar nuestro hogar con infinidad de muebles y accesorios, pudiendo adquirir nuevos packs de muebles previo pago. También tendremos un amplio abanico de posibilidades de vestir a nuestro Sim como queramos, dándole el estilo que más nos llame la atención, o que más aborrezcamos… eso ya depende de cada uno.
Creando nuestro “alter ego”
El sistema de creación de personajes es de los más completos que podemos encontrar en un juego. Absolutamente todo es configurable, pelo, estatura, cara, ojos, boca, etc. Podremos crear a nuestro Sim como queramos, igual a nosotros o probar a crear a nuestro antagonista y ver cómo se las arregla en la vida, ya que la vida es dura, y de nosotros depende que lo sea en mayor o en menor medida para nuestro pequeño personaje virtual.
¿Dónde vivir?
Aunque a medida que la partida va avanzando podremos acceder a casas cada vez más lujosas, al comienzo de la partida tendremos solamente dos opciones: o bien comprar una casa ya construida y amueblarla o adquirirla ya amueblada, o bien comprar un pequeño solar y ponernos a crear lo que será nuestro nuevo hogar.
Los barrios a los que podremos acceder desde un principio son tres: Willow Creek, un hermoso paraje montañoso, el desierto de Oasis Spring y Newcrest, un término medio. La buena noticia es que, a parte de estos tres, podremos adquirir seis barrios más, hasta poder vivir en un total de nueve barrios, más los que puedan seguir apareciendo en las nuevas expansiones que seguro van a ir llegando a lo largo de los próximos meses.
Muéveme el cursor allí
Llegamos a un punto delicado de Los Sims 4: la adaptación del ratón al mando de nuestra queridísima PlayStation 4. Lo dividiré en dos apartados: los menús y la cámara. En cuanto a los menús decir que la fórmula adoptada es acertada. Hay dos capas, una en la que controlaremos un puntero para interactuar con los diferentes elementos del juego (Sims, objetos, acciones y opciones de conversación) y otra capa en la que accederemos a los diferentes menús informativos del juego a través tanto del puntero como del panel táctil del mando (con una simple pulsación sobre el panel táctil accederemos directamente a los menús de las esquinas).
En cuanto a la cámara he de decir que funciona tan bien, o tan complicada, como en PC. Nunca me he acabado de acostumbrar al movimiento de la cámara con ratón, y lo mismo me pasa con el mando, aunque comparando las dos opciones (una en PC y otra en PS4) me quedo con la decisión adoptada en consola (sé que esto que acabo de escribir puede traer polémica).
Con la palanca derecha del DualShock 4 movemos la cámara: pulsando hacia arriba o hacia abajo acercaremos o alejaremos el punto de vista y girando a derecha o izquierda la giraremos. Para hacerla “avanzar” tendremos que llevar el puntero hasta un extremo de la pantalla con la palanca izquierda. Sé que explicado así puede parecer un poco confuso, pero jugándolo funciona de manera fenomenal. Por cierto, en todo momento, presionando L3, podremos acceder al mapa de botones donde se detalla el uso de cada botón.
Gráficos y rendimiento
El nivel gráfico está a la altura, lo cual es una muy buena noticia. Los personajes son variados y graciosos, cada uno con sus propias características, ropas y formas. El detalle de los diferentes escenarios y objetos está a un buen nivel y da la sensación de estar jugando con una maqueta.
Existe alguna que otra ralentización, nada que impida disfrutar del título y, en general, el juego rinde a un gran nivel, teniendo unos tiempos de carga muy aceptables (excepto en la primera carga del juego). El sonido y la música están a buen nivel y envuelven al título en ese curioso y animado ambiente que siempre han transmitido los juegos de los Sims.
Conclusiones
Estamos ante un título que divierte, en el que podremos experimentar con la vida de los Sims, creando el personaje que queramos y haciéndole vivir las experiencias que determinemos. Es como una especie de Gran Hermano con el que podemos interactuar y donde nuestras acciones tienen repercusión directa sobre la vida de los habitantes de un mundo virtual que se deja disfrutar.
El apartado técnico es destacable: buenos gráficos, buena adaptación de los controles al juego, mundo detallado y tiempos de carga aceptables. Mejor música y efectos de sonido divertidos.
La verdad es que nos encontramos con una genial adaptación del título original de PC a PS4. Todo se ha cuidado al máximo para que la experiencia de juego sea lo más divertida y lo menos engorrosa posible. Los Sims 4 es un título que se disfruta y al que podremos echarle todas las horas que queramos. Eso sí, no habría estado mal algún añadido en consola respecto a la versión de PC, una motivación extra para disfrutarlo en nuestras PS4.
Podremos comenzar siendo un bebé y acabar nuestros días como un anciano. De nosotros depende si la vida de nuestro “otro yo” ha sido placentera o no, si ha conseguido los propósitos e ilusiones de su vida o, por el contrario, su existencia ha sido vacía y sin sentido. Recomendable al cien por cien.
Dónde comprarlo
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