Este análisis ha sido realizado gracias a una copia versión 1.01 facilitada por Dead Good, título ya disponible en PlayStation 4 (versión analizada), PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC, y Nintendo Switch.

El género RPG ha ido evolucionando con el paso de los años, abriendo sus puertas a nuevas experiencias y aventuras complejas. Si bien los juegos tienden a basarse en entradas más modernas, rara vez obtenemos nuevas propuestas como la que hoy tenemos entre manos.

El desarrollador colombiano Dreams Uncorported llega con bombo y platillo con Cris Tales, un juego que toma lo más puro del JRPG y lo combina con su propia inspiración basada en la herencia e iconografía colombiana.

Debo reconocer que mi experiencia con los juegos producidos por Modus Games no ha sido la mejor, ya que son excelentes propuestas que se ven afectadas por su deplorable rendimiento jugable. Experiencias que van desde el desastroso Ary and the Secret of Seasons, hasta el insípido Remothered: Broken Porcelain.

Historia

Aquí jugamos como Crisbell, una curiosa joven huérfana que vive en un orfanato con la Madre Superiora junto con otras huérfanas que viven sin padres en Narim. Un día normal, Cris pierde su rosa, la cual ha sido robada por una rana, por lo que empieza a perseguirla por todo el pueblo.

La extraña rana parlante le muestra a Cris que ella cuenta con poderes sobre el tiempo y se presenta como Matias. Sin embargo, antes de poder comprender la naturaleza de sus habilidades, el pueblo es atacado por esbirros de la Emperatriz de las Eras, ataque que es encabezado por las sanguinarias Hermanas Volcano.

En el calor de la batalla se le une Cristopher, un guerrero viajero, así como Willhelm, un cronomago experimentado que toma como su pupila a Crisbell para hacer que el futuro no se convierta en un desastre, y de paso estudiar la naturaleza única de Crisbell.

Nuestra protagonista, con apenas habilidades de combate, se abalanza a la amenaza inminente y, con el uso de los poderes de los cristales del tiempo que recién ha descubierto Cris, deberá encontrar tácticas creativas para poder encontrar debilidades en sus enemigos, ya sea adelantando el tiempo o volviendo al pasado durante la batalla.

Crisbell descubre que tiene relación con unos vitrales en una catedral, sin saber más sobre su origen y con sus nuevos poderes, esta se motiva a aceptar su destino como la persona que puede evitar el desastre que ha empezado a desatarse por la Emperatriz de las Eras,  así como por la sobreexplotación de los recursos naturales del mundo de Crystallis.

La narrativa es muy simple y debo decir que constantemente nos está empujando adelante, cada ciudad que visitamos tiene una historia propia que realmente intriga, asimismo, los compañeros que se unirán a nuestra aventura son entretenidos y tienen motivaciones sencillas que compaginan con los Crisbell.

Jugabilidad

Cris Tales tiene fuerte influencia en el tradicional JRPG y se nota, ya que los enfrentamientos surgen de forma aleatoria y lucharemos por turnos sin límite de tiempo. Cris se mueve en entornos 2.9D, es decir, normalmente será desplazamiento lateral, pero, hay momento donde la profundidad nos permite adentrarnos más en ciertas zonas.

Entrando en combate, podremos hacer uso de: ataques normales, objetos, huir, habilidades, en el caso de Cris una opción extra para invocar el poder de los cristales del tiempo, esto tiene una limitación, consistente en que los enemigos que tengamos de frente los podremos mandar al futuro o los que tengamos atrás al pasado.

Los cristales del tiempo nos permiten tener cierta creatividad al realizar ataques, por ejemplo: enemigos con escudos de metal los podremos atacar con habilidades mágicas como burbujas que les cambia el estado a ‘empapados’, si están frente a nosotros los podremos mandar al futuro, lo cual oxida su armadura y su defensa disminuye.

Otros estados alterados que podemos realizar son los de envenenamiento, en donde podremos plantar una Yucandragora o por su nombre corto Yucandra venenosa, la cual al hacerla viajar en el tiempo podremos afectar a todo un grupo.

Otra habilidad que tenemos es la de sincronización, que está representada por una barra verde que al llenarse podremos tomar prestado el poder de un compañero para hacer un daño devastador.

Como toda aventura de salvar al mundo, tendremos que viajar y será muy necesario el leveleo de los personajes, ya que el juego no nos ofrece opciones de dificultad, por lo que cada lucha a pesar de ser enemigos normales, nos harán mucho daño.

Una mecánica que incorpora es la de poder reducir el daño recibido al presionar X en el momento preciso, así como hacer más daño al presionar el mismo botón al ejecutar nuestro ataque. Una mecánica más que bienvenida y que pocos juegos en la actualidad la incorporan.

Los hechizos por fortuna ocupan poca magia y hay una variedad de estados alterados que amplían el abanico de opciones en la batalla, como usar un hechizo de electricidad en un enemigo que fue previamente empapado con un ataque de agua.

Otro detalle a destacar es que no podremos salvar en cualquier momento y no hay guardado automático, es necesario estar en el supramundo fuera de las mazmorras o acércanos a un área específica dentro de los escenarios en donde Cris dejará su espada y se nos permitirá salvar la partida.

Algo que me provocó problemas es el dinero, el juego manera como divisa canicas, que serán muy necesarias para comprar ítems de curación, salvamento, equipamiento para nuestros personajes, así como tiendas de campaña, por mencionar algunas cosas.

Las tiendas de campaña serán nuestro lugar de descanso para recuperarnos de las batallas, mi gran problema es que son ítems consumibles y el quedarnos en posadas es un gasto que no nos podemos dar el lujo de hacer, en razón que todo es caro.

Otra molestia es que Cris Tales no sigue una regla convencional no escrita en los JRPG, consistente en recuperar la vida y magia al subir de nivel, por lo que constantemente tendremos que estar curando a nuestro grupo.

La necesidad de levelear a los personajes y granjear dinero, hace que se alargue la experiencia en batallas más que innecesarias, algo interesante en la premisa de Cris Tales es que podemos tomar decisiones que afectarán el futuro, verbigracia, dos casas en el futuro serán devastadas por una plaga y solamente podemos salvar una, debiendo elegir entre salvar una familia o una botica.

Ahora, respecto al viaje en el tiempo: Crisbell puede ver el pasado y el futuro, pero no puede intervenir, ahí es donde entra Matias el sapo, quién con un “salto” puede viajar entre líneas del tiempo, Matias es odiosamente lento y el juego nos exige estar cerca del pequeño batracio para lograr ciertos objetivos.

Cris Tales es un juego extenso, con interesantes misiones secundarias donde deberemos abrazar nuestra condición de recadero para disfrutarlo. Fácilmente nos consumirá 30 o 40 horas terminarlo. Cada reino que visitemos y ayudemos, dependiendo nuestras acciones y decisiones tendrá tres distintos destinos.

Gráficos

El juego corre a una resolución de 1080p a 30 fps estables en su modo rendimiento en una PlayStation 4 Slim, con momentos puntuales en donde los fotogramas por segundo sufren un hipo. Cris Tales es un juego que tiene cariño en sus entornos apacibles y las criaturas tienen interesantes diseños.

La animación es 2D sin marcos negros, los escenarios tienen una profundidad 2.9D, me encantó los diseños de personajes, en breves momentos me recordó al mítico Paper Mario: La Puerta Milenaria.

Ahora, con gran tristeza debo decir que el juego tiene problemas. Sus pantallas de carga son constantes y muy molestas, entrar en batallas nos manda a una pantalla de carga de al menos 13 segundos de duración. Sí, usé un cronometro, quedé flipando. Lo peor es cuando entramos a las ciudades en donde los tiempos de carga son peores, llegando a los 20 segundos.

Otro problema grave, es que tiene fallos aleatorios, por ejemplo: al estar recorriendo la ciudad, salí de una sección y de repente Cris se quedó inmóvil, no pude moverla, ni reiniciar el juego. Obligándome a cerrar la aplicación y perdiendo el leve progreso conseguido.

Es una lástima que no esté optimizado el juego; los fallos aleatorios y las constantes pantallas de carga matan las ganas de jugar este juego que promete mucha diversión al estilo JRPG. Asimismo, no hay posibilidad de saltar los diálogos para esos momentos en que un PNJ nos dice toda su letanía y por error le volvemos a hablar. Esperemos que próximos parches pongan solución.

Banda Sonora

La música está a cargo del compositor, Tyson Wernli, que nos ofrece melodías verdaderamente melosas que están acorde al momento, en la exploración la música se vuelve tranquila y agradable, los efectos de sonido están presentes en cada acción que hagamos y en las batallas se siente el dinamismo.

En las actuaciones de voz, solamente tenemos voces en inglés con subtítulos en excelente español. La química entre los personajes se siente en los diálogos, la voz de Crisbell es un encanto y logra transmitir el sentimiento del personaje.

Un detalle a destacar es el tamaño de los textos que es excelente y no se pierde nada a la vista, además de que todos los diálogos cuentan con voz, aunque en determinados momentos los subtítulos no traducen fielmente lo que la voz en inglés está diciendo.

Conclusión

Dreams Uncorported nos ofrece Cris Tales, una aventura de fantasía de cuento de hadas en donde nuestra heroína es la semilla que se propone salvar el mundo con buenas acciones y motivando a todos los que la rodean.

Los personajes secundarios son memorables, su sistema de batalla es novedoso y está abierto a la imaginación al momento de planear la estrategia de lucha por turnos. Sin embargo, las continuas pantallas de carga, los fallos que paralizan el juego y el abuso de misiones de recadero, hacen que el juego en general se diluya en su gran potencial.

Cuenta con textos en excelente español, lamentablemente se nota que le hizo falta unos meses más de trabajo para arreglar su rendimiento, es un juego recomendable para los amantes del JRPG y para curiosos del género. Pero, sus fallos hacen que te lo pienses dos veces antes de intentar mojarse.