Puede que algunos hayáis visto Oblivion, film donde Tom Cruise interpretaba a un personaje solitario en un planeta Tierra gestionado por una especie de inteligencia artificial... y hasta ahí puedo leer, que tampoco es plan de reventaros la película. Apex Construct retoma esta idea, poniéndonos en la piel de una persona en medio de un mundo desolado, o al menos muy cambiado.

La mente detrás de nuestro cometido es Fathr, una IA que por algún motivo lucha contra otra de nombre Mothr. Para ello Fathr nos utilizará como su brazo ejecutor, así que nada más empezar el juego salimos de un sospechoso contenedor metálico, con la mano izquierda sustituida por un implante cibernético y nuestro benefactor hablándonos de la misión que nos aguarda, aunque siempre en clave bastante enigmática.

Ésta es la premisa de Apex Construct, un título que juega con la sensación de soledad y la extrañeza en todo momento, y donde claramente y desde un principio tendremos la impresión de que algo no encaja.

Apex Construct 1

Entrando en el análisis puro y duro, es una pena que Apex Construct no logre, tal vez por poco, lo que se propone. Sí, indudablemente tiene potencial, pero no acaba de aprovecharlo.

Sin ánimo de adelantarme, la conclusión a esta aventura me ha parecido un poco precipitada y descafeinada. Es cierto que cada uno de los cinco niveles tiene una serie de secretos que nos sirven para ir atando cabos sobre el misterioso argumento, pero no vamos a encontrar muchos alicientes para rejugarlos, entre otras cosas porque la propia historia principal ya nos hace repetirlos varias veces, accediendo a zonas antes restringidas; esto alarga la duración del título -si os entretenéis explorando podría irse a las 8 horas, que no está mal-, pero lo vuelve menos rejugable. La trama promete, pero se queda en eso: en una promesa, no sabiendo aprovechar sus posibilidades, lo cual es si cabe más frustrante.

Lo mismo ocurre con el sistema de combate: sí pero no. Para enfrentarnos a los enemigos, Apex Construct pone en nuestras manos un arco muy chulo, con el que disparamos de forma completamente realista, es decir a ojo, sin un punto de mira. Usamos ambos Move (por cierto imprescindibles en este caso) como si fueran arco y flecha respectivamente. Además de contar con tres tipos de flechas distintas, con el gatillo del Move que hace las veces de arco activamos un escudo de energía obligatorio si queremos salir al paso, lo que además añade una bienvenida capa de jugabilidad.

Ya se vio lo bien que funcionan los arcos en realidad virtual con Skyrim VR, y Apex Construct no hace sino confirmarlo. La mecánica de disparo es sencilla, fiable y en sí misma adictiva, pero los rivales no están a la altura. Al principio sorprenden, después te das cuenta de que son siempre iguales: una especie de arañas, unos perros y unas torretas estacionarias, todos ellos por supuesto mecánicos e inhumanos. Este juego podría haber ganado muchísimo con la introducción de nuevos enemigos que aportaran variedad a unos combates intensos, pero extremadamente repetitivos; de hecho hay por ahí un boss que se agradece mucho, pero no basta para romper la monotonía.

Apex Construct 2

Entre misión y misión iremos a un piso franco que, aparte de una máquina para comprar mejoras y otra para elegir las misiones, no ofrece mucho más. La primera vez lo exploraremos con interés, luego iremos corriendo directamente a pasar por caja, conseguir el power-up correspondiente e iniciar la siguiente fase. Hay también una especie de biblioteca electrónica con todos los archivos descubiertos a lo largo de nuestros periplos -en ordenadores con un sucedándeo de MS-DOS cuyas teclas debemos pulsar para escribir los comandos, detalle este brillante-, pero tampoco pasa de simple curiosidad, entre otras cosas porque no hay tanta información y nos acordaremos perfectamente de todo cuanto hemos ido leyendo. Una máquina expendedora de bebidas y granadas (sic), que se encuentra también repartida por los distintos escenarios, completa el cuadro de nuestro piso, ese lugar que nunca llegaremos a saber muy bien dónde está ni por qué.

Por cierto, en las misiones hay repartidas una serie de estatuillas que luego podremos colocar en nuestra extraña morada, a modo de trofeos, pero no me han parecido unos coleccionables muy interesantes.

Apex Construct 3

Como éste es el análisis del sí pero no, y el casi pero no llega, los gráficos no iban a ser menos. Se muestran claros y definidos, con zonas bastante grandes y modelados de buena calidad. Sin embargo hay algunos errores a destacar: una representación poco realista de los entornos, escasa variedad entre ellos y una repetición excesiva de algunos elementos. Lo mejor sin duda el arco y las flechas, aunque los engendros sintéticos tampoco están nada mal.

Y ya para acabar con una de cal y otra de arena, tenemos el sonido, que si bien es competente, con Fathr hablándonos a medida que avanzamos y en general buenos efectos, no está localizado al castellano, pero es que ¡ni siquiera hay subtítulos en inglés! De modo que si no entiendes este idioma hablado -y soy consciente de que es difícil-, te vas a perder buena parte de la trama. La música, por cierto, entra en escena cuando aparecen los enemigos, pero francamente me ha parecido muy poco inspirada.

Dejo para el final el tema del control, porque aquí al menos no hay matices: es muy bueno. Puede que algunos prefieran el estilo joystick de Skyrim VR, pero si se trata de mapear botones, Apex Construct incorpora el esquema más intuitivo que he probado con los Move. Además, podemos elegir movimiento por teletransporte o libre, y giros secuenciales o suaves. Si acaso se echa en falta que, en el caso de estos últimos, se pueda subir un poquito más la velocidad (que no obstante es configurable).

CONCLUSIÓN

En algunos aspectos, Apex Construct podría ser tomado como referencia de lo que es un título independiente, pero al mismo tiempo bastante completo y elaborado para realidad virtual. Aunque engaña un poco: no es tan profundo como parece en un principio, ni tan jugable como promete cuando recoges por primera vez ese formidable arco.

Fast Travel Games ha hecho un buen trabajo con Apex Construct, dando forma a un videojuego curioso, relativamente original y con un gran control, pero pareciera que se han cansado de desarrollarlo, cerrando la historia precipitadamente y dejándose por el camino algunos bugs que piden a gritos un parche.

En definitiva, un juego más de realidad virtual, y lamentablemente no puedo decir esto en el buen sentido. Cumple, pero objetivamente no es para lanzar cohetes.