Introducción
De un tiempo a esta parte estoy redefiniendo (o al menos me estoy planteando hacerlo) mi concepto de lo que son las expectativas. Ya sabéis, esa regla de tres por la que si esperas mucho de algo, te arriesgas a que te decepcione. Y viceversa.
Vengo de una andadura reciente donde juegos como Vane o Beat Saber me han parecido justo lo contrario de lo que todo el mundo decía. Y Anthem se sube a ese carro. Claro, llega un momento en que te empiezas a preguntar si tu opinión deriva de las expectativas previas, o si realmente eres tú contra el mundo.
En el momento de escribir este análisis Anthem tiene un 56 en Metacritic, lo cual me parece, tal vez, el caso más disparatado de linchamiento a un videojuego.
Vamos a hacer lo siguiente: voy a desprenderme de mis expectativas previas y acercarme a Anthem como si fuera un perfecto desconocido, pero también voy a intentar desgranar el por qué de esas críticas tan furibundas. Adelante pues.
De alfa a beta
Anthem fue publicado como una beta en primer lugar, que imagino buscaba recibir el feedback de los aficionados. Sin embargo, a raíz de lo ocurrido, bien podría decirse que aquello era en realidad una versión alfa, mientras que la beta es lo que finalmente ha sido puesto a la venta como juego completo.
En este sentido debo dibujar una sonrisa maquiavélica, ya que no me cansaré de repetirlo: ¿por qué dan a las redacciones de los medios estas versiones inacabadas para que las analicen? ¡Si luego arreglan la mayor parte con parche en pocos días!
Es muy posible que Anthem, ante el escarnio generalizado, ponga fin a esta práctica de gastarse millones en desarrollar juegos para luego sacarlos verdes por cuestión de unos pocos días. Una situación surrealista de la que espero las compañías aprendan.
El caso es que las malas críticas recibidas por la obra de Bioware parten de aquí, y con razón. Según se ha podido saber, el juego estaba sembrado de bugs, pudiendo incluso reiniciar la consola.
Escribo en pasado porque yo he tenido la suerte de empezar Anthem un poquito más tarde, concretamente con el parche 1.04 que si no me equivoco sobrepasa los 6 GB. Por lo tanto, este análisis puede serviros para tener una visión más cercana del juego tal cual se encuentra ahora mismo (en el momento de escribir estas líneas ya está el parche 1.05).
Brave new world
El título original de esta genial novela de Aldous Huxley me viene que ni pintado para la ocasión, en un doble sentido: por un lado, desde una perspectiva crítica, hay algo de plástico y artificial en la última epopeya de Bioware; por otro, desde el punto de vista positivo, Anthem nos presenta toda una nueva ambientación con su propio lore.
Este mundo de nombre Bastión tiene su historia, sus razas, su fauna y flora, sus misterios y en definitiva una cierta literatura detrás, que se irá enriqueciendo a medida que jugamos y leemos documentos.
La comparación con Mass Effect es inevitable, si bien, al ser todo novedoso, es posible que muchos usuarios hayan acusado la falta de familiaridad con aquel universo de sobra conocido. Pero no nos engañemos: Bastión puede no ser una galaxia, pero tiene extensión y profundidad de sobra.
Cuando me he referido a una cierta artificialidad, en realidad no es algo ajeno a la propia historia detrás de Anthem, ya que este mundo ha sido creado en base al llamado Himno de la Creación, sobre el que versa de hecho el argumento que nos propone el juego. Bastión se ve de alguna forma poco natural, bonito incluso hasta el exceso, como diseñado a medida, pero esa es su realidad.
Historia y modos de juego
Voy aprovechar el tirón del apartado anterior y contaros un poco más sobre la historia de Anthem, no sin antes aclarar un tema que considero importante.
No he jugado a Destiny, no he jugado a The Division, no he jugado a Warframe y, no, tampoco he jugado a ningún MMORPG. Es decir, que me puse a los mandos de Anthem más virgen que el aceite de oliva.
Creo que esto es importante, porque si como yo eres más partidario de las aventuras para un jugador, no creas que Anthem es muy distinto. Tenemos una sólida historia repartida entre misiones principales y encargos adicionales. La única salvedad es que el título nos invita a jugar en cooperativo, algo que puede ser entretenido con tus amigos, pero que definitivamente resulta caótico con desconocidos que van a lo loco, impidiéndote siquiera escuchar las conversaciones propias de la trama.
No pasa nada, si quieres configuras la sesión como privada y juegas de una forma completamente tradicional: tú como único protagonista, aunque en ciertas misiones vas a echar de menos un poco de ayuda. Ahora bien, en algunos momentos tendremos que lograr objetivos propios de la historia en lo que se llama el juego libre, donde podemos recorrer todo Bastión a nuestro antojo.
El juego libre es online quieras que no, por tanto nos va a emparejar con otras tres Alabardas: nombre de los trajes mecánicos que utilizan los Libranceros, es decir nosotros. Sin embargo, dado lo extenso del mapeado, lo normal es que en este modo cada jugador vaya a su bola, cumpliendo eventos del mundo y avanzando en momentos puntuales de la historia como ya he dicho.
Completan la oferta de modos de juego los llamados Baluartes. En estas partidas, siempre online, deberemos superar importantes desafíos junto a nuestros compañeros. A diferencia del juego libre, en los Baluartes vamos a tener un camino claramente señalado por donde avanzar, vamos a estar codo con codo junto a otras tres Alabardas y vamos a tener que coordinarnos con ellas para salir al paso. Se trata de un modo extremadamente divertido para jugar con amigos.
Cierro este apartado diciendo que, quien sabe, tal vez mi falta de experiencia en los juegos cooperativos online me hace valorar más de la cuenta Anthem. Es posible que Destiny, por ejemplo, incorpore más opciones, más variedad de situaciones, una mejor personalización... Lo único que puedo deciros es que yo me lo he pasado bomba.
Trajes de ensueño
Las Alabardas, trajes mecanizados en plan mechas, son el corazón de Anthem. Dicen que el título ha vendido muy bien en Japón, donde hay verdadera devoción por estas cosas.
No es para menos. Lo cierto es que el simple hecho de controlar a una de estas Alabardas ya es toda una experiencia. Hay cuatro distintas, cada una con sus propias características y equipo, y lo único malo es esperar a subir de nivel para desbloquear los nuevos modelos, ya que ¡querrás probarlos todos desde el principio!
Además de armas y equipo, las Alabardas pueden tener adornos y hasta skins totalmente nuevos, que podemos comprar en la tienda con dinero del juego o con unos cristales que se adquieren en la PlayStation Store. Conviene aclarar que hablamos aquí de recursos simplemente estéticos.
Gráficos de altura
El título de este apartado pretende tener un doble sentido. Por un lado, el acabado visual de Anthem es un peso pesado. Pero además juega con la altura, ofreciéndonos una verticalidad de los escenarios nunca antes vista en un videojuego.
Anthem corre a 30fps y debo decir que, en mi experiencia, con una PlayStation 4 normal y corriente, aguanta el tipo bastante bien. Y eso que hablamos de este frame rate con unos gráficos por todo lo alto, cuajados de personajes, detalles y efectos varios.
La tasa de imágenes incluso aguanta mejor en los momentos de acción que en nuestras visitas a Fuerte Tarsis (centro neurálgico), donde pasaremos a una perspectiva en primera persona y sí notaremos algún pequeño tirón en medio de la muchedumbre.
Volviendo a los escenarios abiertos y por tanto al juego puro y duro, Anthem no sólo se bandea perfectamente, sino que llega a impresionar por una combinación de buen acabado y espectacularidad. ¿Te preguntas cómo se siente Tony Stark en su armadura de Iron Man? Aquí puedes encontrar la respuesta.
Y no me olvido de la verticalidad. En determinados puntos del escenario no será raro asomarse a un precipicio, ver un lago al fondo y, tras saltar, adentrarnos en las aguas y descender a las profundidades. Bastión no debe ser visto sólo como un escenario plano que se pierde en la lejanía, puesto que su extensión es también vertical, hacia arriba y hacia abajo.
Por último, destacar aquí las expresiones faciales, que si bien para los personajes del montón son simplemente correctas, están muy logradas en los protagonistas, con un trabajo de captura detrás más que evidente.
Jugabilidad a prueba de bombas
Como decía, Anthem podría ser un buen simulador de Iron Man. La idea no es mía, la leí en un foro. Lo curioso es que formaba parte de un comentario despectivo, cómo no.
Pero entonces, ¿qué tal se juega a Anthem? Pues de vicio señores, ni más ni menos. Junto a los gráficos, la jugabilidad es el aspecto más cuidado, por lo que liarse a tiros con todo tipo de enemigos es natural, intuitivo y muy adictivo. Al tiempo iremos cogiendo el tranquillo al vuelo y seremos un verdadero Librancero, surcando el escenario de un lado a otro mientras desatamos la destrucción.
Anthem tiene ataques elementales, su propio sistema de combos, armas principales y secundarias, equipamiento auxiliar, habilidades definitivas y toda una combinación de elementos para que sea muy difícil aburrirse, porque además todo está bien implementado.
También podemos fabricar nuestro propio equipo a partir de materiales que recolectamos por el mundo, aparte de conseguir objetos exclusivos, tanto más cuanto más difíciles sean las misiones y subamos de nivel.
Sonido, otro gran apartado
Con respecto al sonido, Anthem también hace muy bien las cosas. Ante todo, conviene aclarar que el juego llega totalmente localizado al castellano, tanto las voces como los subtítulos.
Las voces están francamente bien y resultan muy convincentes, transmitiendo perfectamente el tono que pretenden. Esto, unido a las expresiones faciales de las que ya he hablado, da como resultado unos personajes totalmente creíbles.
En determinadas conversaciones podemos dar una de dos respuestas posibles. Este sistema no llega a transmitir una sensación de verdadera libertad ni altera mucho el contenido de las charlas, la verdad, pero no está de más.
Con respecto a los efectos de sonido, teniendo en cuenta que tenemos aquí un juego futurista, lleno de armas y cachivaches tecnológicos, lo cierto es que están muy bien implementados. Mención particular para los cohetes de las Alabardas, cuyo ruido es tan característico como alucinante.
La música acompaña en determinados momentos de las misiones, y si bien no se deja escuchar mucho lo cierto es que cuando lo hace cumple perfectamente.
¿Qué ha pasado?
Bien, llegados a este punto y antes de la conclusión final, uno no puede por menos que preguntarse... ¿qué diantres ha pasado con Anthem? ¿Por qué tiene una media de 56 en Metacritic?
Para gustos los colores, por supuesto, pero no creo que los míos sean tan distintos como para hacerme ver algo bueno cuando todos han visto poco menos que un juego plagado de bugs, repetitivo y falto de contenidos. Una castaña que se diría.
Lo he estado pensando y creo que éstos son los factores que han precipitado las malas valoraciones de Anthem entre la crítica:
1- Ante todo, parece ser que el título llegó repleto de bugs. En este sentido, mira, hasta me alegro del linchamiento: a ver si de una vez dejan de darnos juegos que no están terminados para analizarlos, concho. Como ya sabéis, además de haber problemas de conexiones y errores varios, incluso se ha llegado a decir que las PlayStation 4 pueden resetearse solas.
Mi realidad: he tenido la suerte de empezar Anthem un pelín tarde, con el parche 1.04, y no he sufrido reinicios, no he visto un solo bug y el online me ha funcionado perfectamente, con tan sólo un cuelgue que me obligó a salir del juego.
2- Los vídeos que se habían mostrado de Anthem delatan que ha sufrido un downgrade considerable. La famosa escena entre los tenderetes ahora presenta menos objetos y a menos personas, hay también menos pájaros en el cielo y el Peregrino que se ve a lo alto está inmóvil, además de que ciertos detalles como el movimiento de los toldos han sido suprimidos o atenuados. Los escenarios también han sido rediseñados, así como algunos efectos atmosféricos y de luz.
Mi realidad: siendo consciente de todo lo anterior, lo cierto es que Anthem me ha parecido (y de hecho es) un peso pesado gráficamente hablando. El downgrade nunca gusta y, lo que es más importante, juega peligrosamente con las expectativas de la gente como decía al principio de este análisis. Con eso y con todo, personalmente me rindo ante Bastión y sus Alabardas.
3- Se ha tachado Anthem de repetitivo, con una historia endeble y unos modos online que no llegan a los estándares de calidad actuales. Bioware se ha apresurado a decir que seguirá dando apoyo al juego, se supone que con la llegada de DLCs gratuitos.
Mi realidad: éste es el aspecto sobre el que menos puedo opinar, al no estar muy versado en juegos cooperativos online. Es posible que un experto en la materia haya encontrado todos los mencionados defectos, pero por mi parte debo decir que los Baluartes, que vendrían a ser los raids de Anthem, me han parecido muy divertidos. Así mismo considero que esta historia invita a seguir jugando, y he encontrado bastante variedad en su desarrollo.
Conclusión
Pues sí amigos, me desmarco completamente de la crítica generalizada, tanto por medios como por usuarios, y llego para ser ese tío rarito al que le ha encantado Anthem.
Sin embargo, por lo que he podido ver en foros, sé que muchos estáis como yo: metidos en vuestras Alabardas, siguiendo los consejos de los Encriptadores para desvelar los misterios de Bastión; superando los desafiantes Baluartes con vuestros amigos; cumpliendo todos los encargos de la historia; o simplemente volando sobre este mundo precioso.
Pero este análisis no es para vosotros, sino para ellos: los que aún no han comprado el juego; quienes esperaban como agua de mayo la nueva obra de Bioware y se han llevado un chasco monumental. A todos ellos les digo que hoy por hoy pueden comprar Anthem sin reservas, pues lo que se van a encontrar es un juegazo. Si además llegan DLCs para ampliarlo, sólo se me ocurre que será aún mejor.
Dónde comprarlo
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