Creado por el desarrollador polaco Polyslash y distribuido por Klabater, os presentamos uno de esos juegos que da el gran salto desde PC a consolas. Hablamos de We. The Revolution, un juego de estética indie que llega en algo más de un mes a consolas.

Jueces y acusados en una Francia poligonal

Tal y como se ha anunciado, We. The Revolution hará su llegada a PlayStation 4, Xbox One y Switch el 25 de junio. ¿Que no sabes de qué va el juego? Pues te lo contamos, porque seguro que, como mínimo, te interesa.

Con este título nos situamos justo en mitad de la Revolución Francesa en la piel de un juez del Tribunal Revolucionario. Para los perdidos en historia (entre los que me incluyo), esto era un tribunal instituido por la Convención Nacional, el primer gobierno francés organizado como una república.

Su propósito era llevar a juicio a aquellos que se veían como una amenaza para el estado. Y la cosa solía acabar con esos mismos puestos bajo una guillotina.

Lo más llamativo de We. The Revolution es que nos cuenta toda esta situación con un estilo artístico poligonal y un trabajo de detectives. Normalmente estaremos en la sala de un tribunal, leyendo informes de los acusados y analizando las pruebas.

Al analizar partes específicas de los informes se desbloquearán diferentes vías de análisis. Después de estos descubrimientos podremos interrogar al acusado mientras un jurado a nuestro alrededor vigila con miradas despectivas.

Pero el desprecio de estas personas no será solo para el acusado, nosotros también estaremos en peligro. Si no somos capaces de demostrar que somos competentes para este reinado del terror, lo que nos espera es la guillotina.

Además de pasar tiempo con figuras históricas conocidas, también disfrutaremos de un tiempo en familia en nuestra casa. Durante la cena podremos hablar de cómo nos ha ido el día. Pero cuidado, porque si al repasar lo ocurrido resulta que hemos estado en muchas ejecuciones con guillotina, es posible que nos rechacen quienes nos quieren.

Por otro lado, si eres bueno y dejas que cualquiera se libre de esta condena, corremos el riesgo de perder nosotros la cabeza. Aquí el caso es dar uso a la guillotina.

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