nintendo-switch-ps4-pro-xbox-scorpioExistía una gran expectativa por desvelar el misterio de Switch, la nueva sobremesa de Nintendo que venía a sustituir el pequeño traspiés que supuso Wii U (muy lejos de los grandes números de Wii, con una idea de mando muy poco aprovechada). Y la expectativa no sólo la tenían los aficionados nintenderos, sino prácticamente todo aquel que se interese por los videojuegos, compañías, estudios grandes y pequeños y, por supuesto, Microsoft y Sony.

El pasado 13 de enero se presentó en Tokio Nintendo Switch, o más bien se dieron detalles - tampoco muchos - sobre sus juegos, especificaciones, servicios, precio y fecha definitiva. La recepción general fue un poco fría y las críticas se centraron rápidamente en dos aspectos: El precio y el catálogo de salida. 

El segundo aspecto no hubiese sido tan problemático si Nintendo hubiese ofrecido un hardware a un precio muy ajustado, pues existe un gran número de jugadores que consideran las máquinas de Nintendo como “consolas secundarias” o complementarias, unos adjetivos que no tienen por qué ser negativos. La compañía nipona lleva años sin ofrecer apenas competencia third party, y los que quieren jugar a los Mass Effect, Fifa, Destiny o Call of Duty saben que tienen que acudir a otras consolas para hacerlo, pero también saben que la calidad de los Mario, Zelda, Pikmin o Pokemon no la encontrarán en otro sitio.

switch

Con Nintendo Switch existía una gran expectación por saber si Nintendo iba a permitir que los third parties invadieran su catálogo, en su primera presentación asomó Skyrim y sonaba bien, pero ser el único me hacía pensar que tal vez la historia volvería a repetirse. Después de ver los juegos confirmados de compañías como 2K, Electronic Arts, Ubisoft o Bethesda mantengo mi recelo: Apoyo tibio de inicio, que ya veremos si se mantiene en el tiempo, se calienta o se congela, como pasó con Wii U.

Y esa mezcla de precio elevado - 330 euros la consola, sin juegos, y con unos periféricos caros o muy caros - y catálogo escaso, con Zelda: Breath of the Wild como único bastión y sin otro gran exclusivo a la vista hasta final de año, ha hecho que, en mi opinión, Sony pueda relajarse y pasar un buen 2017, manteniendo sus notables cifras de ventas en mercados como el europeo, americano o japonés.

Y esa relajación - siempre relativa, pues en esta industria nadie debe dormirse - también le puede llegar por el papel de Microsoft con Xbox One, que no pasa por su mejor momento tras un año que se presenta discreto en exclusivas - la cancelación de Scalebound ha hecho mucho daño - y que parece más centrada en coger un nuevo impulso con Scorpio.

Project-Scorpio-E3-2016-04-1280x720

Todavía queda mucho 2017 por delante (casi todo), con un E3 por delante que puede resultar esclarecedor, puede que Nintendo con Switch no haya mostrado todas sus cartas, puede que los apoyos de otras compañías a la consola crezcan si las ventas iniciales a partir de marzo superan todas las expectativas, o que Microsoft lance una gran ofensiva con títulos no anunciados o bajadas de precio agresivas, pero parece que Sony y PlayStation 4, si siguen en esta línea, van a mantener, o tal vez aumentar, su liderazgo.

Y fijaos que no he entrado en el plano técnico a la hora de poner por delante a PS4 frente a Switch, pues soy de los que piensan que, aunque la consola de Nintendo sea inferior a la máquina de Sony, las diferencias no son tan grandes como para no poder disfrutar casi por igual de los mismos juegos y que los ports al final se verán muy parejos.

Tampoco me preocupa la poca duración de la batería, aunque sí tengo mis dudas con el online de pago, no estoy seguro de que la comunidad nintendera vaya a lanzarse en masa a suscribirse a un servicio de juego en red si no hay verdaderos motivos para ello (es decir, juegos de masas y servidores repletos de gente para que encontrar partidas no sea una quimera). Y si no funciona el online ya sabéis lo que eso significaría en el futuro, ni Fifas, ni Battlefields, ni Titanfalls.

1-2-switch-4-800x445

El tiempo me dará o me quitará la razón, pero mi opinión ahora es que PlayStation 4 es, a día de hoy, la consola más apetecible, rentable y segura y lo será durante los próximos meses, que Sony no debería estar muy preocupada ni por Switch ni por Xbox One y que, si mantiene su ritmo y calidad de exclusivos, no debería tener problema en seguir siendo la consola más vendida de la generación.