En el mundo en el que vivimos la sociedad siempre ha tenido una fijación casi obsesiva por catalogar y separar por géneros todos los aspectos de nuestra existencia. Por todas partes podemos ver que ciertos deportes son “más de chicos” o que un juguete concreto es “para chicas”.

Y la verdad, es que en el mundo de los videojuegos esto no es diferente, pues hace un par de décadas se consideraba que los videojuegos eran cosas de chicos, y que las chicas que los jugábamos no éramos más que una pandilla de raritas inadaptadas que no éramos capaces de encontrar novios porque somos feas. Pero he de deciros una cosa... Nada más lejos de la realidad.

Las chicas también somos gamers

Os voy a contar un secreto, a las chicas siempre nos han gustado los videojuegos. Si no me creéis, preguntádselo a Rebecca Heineman, que fue campeona del mundo de Space Invaders hace unas cuantas décadas.

Los videojuegos, a pesar de que empezaron siendo “cosa de chicos” según la sociedad, siempre han despertado también el interés del público femenino. Y no, no hablo de ponernos a construir familias en los Sims o de jugar en el móvil a Candy Crush. Hablo de que a las chicas también nos encanta reventar cabezas en God of War, convertirnos en guerreras de la luz en Final Fantasy o explorar ruinas antiguas como la mismísima Lara Croft.

Y muchos de los que me estáis leyendo pensaréis: “Susana, ya lo sabemos, es evidente”. Pero parece que la industria del videojuego ha tardado bastante en darse cuenta de ésto. Y es que, analizando algunos títulos a los que jugué cuando era más joven, me he dado cuenta de que hay muchos comentarios o actitudes que fomentan el machismo en los videojuegos.

La frasecita de turno

Por suerte, esto cada vez pasa menos. Ya que la mujer tiene cada vez más peso en esta industria. Pero, si echamos la vista atrás, podemos ver como algunos videojuegos no solo cosificaban de manera extrema los cuerpos femeninos (un buen ejemplo son los enormes atributos de las luchadoras de Soul Calibur) sino que también mostraban actitudes y diálogos bastante machistas.

Hace poco he estado rejugando Resident Evil 4, es uno de mis títulos favoritos de la saga y Leon Kennedy, el protagonista, es de lejos mi personaje masculino favorito de la franquicia. Cuál ha sido mi sorpresa cuando, al volver a jugarlo después de muchos años, me he encontrado con varios diálogos de corte machista.

Por ejemplo cuando Leon dice que no suele obedecer las órdenes de una mujer o cuando en ese mismo juego el personaje de Luis Sera hace un comentario alabando las “armas” de Ashley (aunque en este caso Ashley se defiende y le contesta que su cuerpo no está sujeto a comentarios y eso sí me gusta). Todo esto sin olvidar que uno de los villanos del juego llama a Ada Wong “La zorrita de rojo”.

Esto, a los chicos que me estéis leyendo, os puede parecer una tontería. Pero a mí, como chica gamer que cogió antes un mando de Sega que una Barbie me parece total y completamente fuera de lugar e inaceptable.

Y sé que muchos me diréis que las mujeres somos un reclamo para que los chicos jueguen y, por eso, en muchos juegos los personajes femeninos son extremadamente sexys y exuberantes. Pero eso no es excusa. Eso está mal.

Entiendo que tener un primer plano constante del culo de Miranda en Mass Effect sea una maravilla para vosotros, pero a mí, sinceramente, me cansa. (Gracias a dios eso lo han arreglado en el reciente remaster).

Vamos avanzando

Afortunadamente, la sociedad va evolucionando y este tipo de cosas pasan cada vez menos. La gravedad de los bustos de las luchadoras de los juegos de pelea es más discreta y, por lo general, los personajes femeninos empiezan a ser tratados como cualquier otro personaje y no solo como “la tía buena de turno”.

Así que, a día de hoy, tenemos grandes personajes como Aloy de Horizon o Ellie y Abby de The Last of Us, que no necesitan ir enseñando medio cuerpo o tener unas curvas de infarto para ser personajes queridos, amados e interesantes.

Sin embargo me temo que la lucha nunca llegará a su fin del todo. Pues aún, en pleno siglo XXI, nos encontramos a nuevos personajes totalmente sexualizados. Diseños en los que parece que lo único útil del personaje femenino es “calentar el ambiente”. Para muestra, cuatro de cada cinco personajes del LOL...

Así que ahora os hablo a vosotras, compañeras gamers. No dejemos que los cuatro machistas de turno nos quiten lo que hemos ganado. Tenemos a muchos chicos que nos apoyan en nuestra lucha. Y, gracias a todos nosotros, los videojuegos son cada vez más cosa de gamers y menos cosa de chicos.

Para vosotras, jugadoras.