Hace unos días, cuando salió la noticia de la patente para el posible mando oficial de Microsoft que acoplar a los móviles y disfrutar de xCloud, estuve informándome sobre este ambicioso plan de llevar el juego en la nube a todos los hogares y competir con Google Stadia. Microsoft contra Google... no es mal combate.

Debo reconocer que hasta el momento no le había prestado demasiada atención a xCloud, parte culpa mía, parte culpa de Microsoft que está mostrando la tecnología en distintas ferias en un segundo plano, sin darle aún todos los focos que tal vez podría merecer, quizás porque la madurez de la tecnología no está para enseñar mucho músculo y, como pasa en el mundo del fútbol del que soy tan aficionado, todavía quede mucha pretemporada por delante.

Pensando en el juego en streaming y en Google y Microsoft se me ocurre que la compañía de Redmond tiene que gestionar esto con cierto... tacto. ¿Creéis que le conviene anunciarlo ahora como la revolución que hará innecesarias las consolas para luego vender Xbox Scarlett, Maverick o cualesquiera que sean los modelos que lleguen?

Así es xCloud, la magia en la nube de Microsoft

Repasando un poco lo que ofrece xCloud, se trataría de un servicio en la nube que permite el streaming de videojuegos de forma instantánea (o con un lag inapreciable) a cualquier dispositivo móvil (smartphone, tablets) a través de internet.

Con xCloud, apoyado en miles de servidores de Microsoft Azure distribuidos por todo el mundo, no sería necesario disponer de los juegos físicamente, ni siquiera contar con un hardware potente para hacerlo, y un simple móvil decente podría mover cualquier juego de Xbox o PC a una calidad al menos 1080p.

Microsoft no es nueva en esto, ya ha usado Azure para juegos como Titanfall o Crackdown 3, y también lo ha utilizado para distintos anuncios de promoción de sus juegos en Xbox One... ¿recordáis el poder de la nube en Forza Motorsport 5?

Lógicamente hay muchas incógnitas todavía, xCloud solo funciona conectado a una red WiFi pero seguro que soportará redes 4G/5G para que podamos jugar donde queramos, ya se han visto demostraciones de Gears 5 y Forza 4 pero está por ver cuál es el catálogo disponible, si habrá juegos de Xbox Scarlett, si terminará alcanzando los 4K/8K a los que apunta Stadia...

Pinta tremendo... pero hay que esperar

Como toda nueva tecnología que depende de la evolución de otras hay que ser cautos, y en ese sentido Microsoft lo está siendo y me parece un acierto.

La idea de trasladar el hardware a potentísimas estaciones de trabajo y que nosotros únicamente tengamos que hacer "login" y disfrutar de toda esa potencia en cualquier móvil o tablet suena demasiado bien para ser verdad... pero lo cierto es que será verdad y dentro de muy poco.

La posibilidad de poder llevarnos nuestra partida de Gears 5 y continuarla en el tren camino al trabajo parece ciencia ficción, y como hemos visto ya con Stadia hay otra gran ventaja... es una tecnología escalable, basta con añadir más potencia a esos servidores para ser capaz de transmitir más información a nuestros dispositivos, más resolución, más frames...

Pero como he dicho antes, no todo depende de Microsoft. La ventaja es que el mercado móvil sigue en expansión y no paran de salir pantallas cada vez de mayor calidad, más resolución, mejor tasa de refresco, y también las compañías de teléfono mejoran sus redes y pronto tendremos el 5G con velocidades que subirán de los actuales 20 Mbps a más de 100 Mbps.

La evolución de móviles y operadoras son dos patas importantes sobre las que apoyarse xCloud, pero no las únicas. Hay una tercera y fundamental, la competencia.

Decisiones de Microsoft ante la dura competencia

Suele suceder que cuando eres el referente y no tienes demasiada competencia (o ninguna) todo es más fácil, que incluso puedes triunfar aunque tomes malas decisiones. Ha pasado con PlayStation VR, un dispositivo cuyos grandes juegos se cuentan con un par de manos (y quizás sobre algún dedo) pero que acertó con su precio y ha resultado ser de largo el casco de realidad virtual más vendido.

Es verdad que Google no tiene mucha experiencia en videojuegos y la historia nos dice que las compañías novatas que se meten en este mundillo no suelen caer de pie... pero es Google, tiene dinero (mucho) y puede pagar acuerdos con los grandes estudios para que los Triple A que venden el servicio se suban a su barco.

Su plan de precios tampoco ha estado nada mal y marca una referencia para Microsoft y xCloud, que también podría optar por otro tipo de suscripción. En principio xCloud ofrecerá todo el catálogo de Xbox One y PC pero... ¿Qué pasa con Scarlett? ¿Ofrecerá también todo su catálogo? ¿Sólo una selección? ¿Habrá suscripción normal y Premium?

xCloud vs Xbox Scarlett... ¿juntas o enfrentadas?

Uno puede pensar que Microsoft no va a querer de ninguna manera que xCloud colisione con Scarlett, que los fans de la compañía dejen de comprar el último modelo de hardware porque ya tengan todo el servicio en su tablet, móvil o televisor (quién sabe).

Tiene más sentido que Microsoft promocione su servicio limitándolo a juegos de Xbox One, y tal vez algunos pocos juegos de Scarlett, porque tampoco imagino que exista un gran interés a seguir jugando a Xbox One dentro de tres años cuando la nueva generación esté instaurada.

¿Es el futuro el streaming? Solo el tiempo lo dirá, yo creo que sí, y quizás PS5 y Scarlett sean las últimas consolas de sobremesa antes que todas las compañías se pasen a los videojuegos por suscripción, todo dependerá de que estas primeras pruebas con xCloud y Google Stadia funcionen bien, las compañías tomen buenas decisiones y sobre todo a los usuarios les convenza o sigan prefiriendo la consola grande, la caja física y que su experiencia no dependa de una caída de la red.

Veo a xCloud como un inicio prometedor para el juego en streaming por parte de Microsoft, que debería llegar este año si quiere resultar atractivo y no dejar sola a Stadia. A la compañía le quedan muchas decisiones por tomar, mucho por mostrar, muchos a quien convencer, pero de momento estoy muy interesado y deseando conocer más.