Leyendo en las primeras páginas de la extensa defensa de Microsoft en pos de cerrar a su beneficio la compra de Activision Blizzard, uno se encuentra argumentos interesantes. Un punto a defender fue la retención del contenido de Activision Blizzard dentro de la comunidad de Xbox. El tema de la retención se explayó en torno a los servicios de suscripción, no solo a las consolas. Que los juegos estén disponibles en todas las plataformas posibles, pero que solo estén disponibles en el servicio de suscripción de Microsoft no sería una práctica anticompetitiva.

Esto debido a las naturaleza de estos servicios, que son solo una forma más de consumir contenido y no un mercado aparte. Microsoft acierta al aclarar que los jugadores oscilan entre estas dos opciones, la de pagar un servicio de suscripción o pagar directamente el juego. Incluso, la práctica de probar un juego y luego comprarlo es muy sabida, con un descuento especial de parte de Game Pass.

También aseguran que Activision Blizzard no está dispuesta a negociar con ningún servicio de suscripción para incorporar sus juegos. Esto solo será posible si acaso la compra por parte de Microsoft se llega a dar, en exclusiva para ellos. Por ello, su compra no sería un bache para otros interesados en añadir los juegos de Activision Blizzard a otros servicios de suscripción, ya que ellos no están interesados.

Microsoft sabe en que puede invertir Sony para crear un servicio de suscripción más llamativo

Aún así, si acaso PlayStation Plus, a raíz de las futuras acciones de Microsoft, perdiera fuerza, este no sería un aliciente para que menos consolas de Sony sean vendidas. Luego, en una especie de broma cruel, Microsoft se aventura a realizar más suposiciones. Si fuera el caso y PlayStation Plus pierde fuerza, Sony tendría la oportunidad de invertir y mejorar su servicio de suscripción.

Una de las mejoras que propone Microsoft es el poner los juegos más importantes de Sony en PlayStation Plus el primer día de estreno. Juegos de Santa Mónica o de Square Enix, con quienes tienen un buen trato, deberían salir desde el primer día en el servicio de suscripción de Sony. La idea sería asumible en caso Sony se viera en un caso de vida o muerte, pero en un caso normal no es plausible. Llevarlo acabo sería amortizar pérdidas cuantiosas al comienzo, de las cuáles bien puede salir bien librado Microsoft, una de las empresas más grandes del planeta.

Proponen que, en caso Sony ya no pueda recurrir a Call of Duty, ellos bien podrían valerse de otros juegos. Podrían redirigir su inversión a juegos como FIFA o Battlefield. Luego te encuentras cosas como poner de ejemplo a Amazon Luna (en serio, existe, búscalo) como un servicio de suscripción exitoso, que supo llegar a la cima sin juegos de Activision Blizzard en su catálogo. Por fortuna no mencionaron a Google Stadia.

Señalan que el poder de Game Pass no es tan aglomerante como podría parecer. Afirman que el servicio de suscripción más grande, tanto en ingresos como en cantidad de usuarios, es PlayStation Plus. Como final queda el apelar al bien del consumidor, que gracias a esta compra muchos podrán jugar los juegos de Activision Blizzard el día uno en Game Pass.