Este año empezó fuerte con una compra salida de las sombras. Microsoft busca rellenar el Game Pass con la máxima cantidad de juegos posibles, y tienen todo el dinero del mundo para lograrlo.

Pero las comprar así de grandes no son sencillas ni rápidas, ya que requiere que cierto órgano regulador verifique si cierta empresa no está perpetrando una competencia injusta, comprando rivales hasta que solo quede ella.

Han pasado meses, y aunque se de por sentado que la compra va a concretarse tarde un mes o seis meses más, es interesante ver que lenguaje se usa en los distintos documentos que salen a la luz, uno que no entiende de importancias ni de legados.

La adquisición de Activision Blizzard no crea una competencia injusta porque no crean algo único, según Microsoft

El portal de noticias TheGamer rescata un par de puntos interesantes del no tan extenso y algo más denso documento alegando que las negociaciones para adquirir Activision Blizzard deben finalizar sin mayores complicaciones.

El poco conocimiento de la industria de entretenimiento de mayor auge actual por parte de distintas comisiones que decidirán si IP's de renombre pasarán a formar parte de la familia Xbox es alarmante.

Desde lejos parece que si Electronic Arts o Take-Two no son compradas, la balanza de las tres compañías que marcan la pauta con sus respectivas consolas seguirá equilibrada, pero eso no es cierto.

En la actualidad no se encuentran en su mejor momento, pero el lastre de la empresa es justo lo que cambiará con la compra de Microsoft, esa fue la promesa, la razón por la cual hubo alegría ante la noticia.

Solo basta un reenfoque a World of Warcraft, un vistazo a sus competidores y una pizca de innovación con Diablo IV, volver a la nota de color que alguna vez fue Overwatch con su segunda entrega.

Incluso podrían mirar a Heroes of the Storm y añadir a todos los personajes que poseen, que con la compra no serán pocos.

Convertir el abandonado MOBA en una carta de amor a cada una de sus franquicias, ya que las mecánicas acompañaron y lo seguirán haciendo, porque en el estudio sobra talento.

Sobre el papel la compra de Activision Blizzard no crearía una competencia injusta, entrando en contradicción con la ingente cantidad de dinero en medio de la compra.

Como una mina de oro sin explotar, o que fue explotada antaño, pero ahora por algún motivo en vez de oro deciden minar rocas.