Glowfish Interactive me ha permitido probar Trifox, su colorida aventura retro inspirada en plataformas 3D clásicos como Crash Bandicoot, durante mi paso por la pasada feria Gamescom de Alemania.

Eso sí, tal y como he hecho en otras impresiones provenientes de la feria, he de advertirte que lo jugado es una pre-alpha. Esta versión temprana pese a ser funcional, podría recibir cambios respecto a fases beta o el lanzamiento final.

Como en los viejos tiempos

Trifox parte de la idea de que pese a que vivimos en una gran época para los videojuegos, los clásicos aún merecen un poco de amor y pueden adaptarse a nuestros tiempos, ya sea puliendo su jugabilidad o actualizando su apartado gráfico para hacerlo más interesante.

Así, Trifox es un juego en el que controlaremos a un zorro multifuncional (un genio vamos) capaz de adoptar tres clases distintas, todas con un estilo de juego muy marcado y con habilidades únicas.

Además, contamos con la peculiaridad de que el título funciona a dos sticks. ¿Qué significa esto? Sencillo, que con un stick controlaremos la cámara y con otro moveremos al personaje ¡como en los viejos tiempos! Eso sí, si nunca has jugado a esta clase de títulos no te preocupes, el control es bastante más sencillo e intuitivo de lo que la teoría cuenta.

Las tres clases que podrás encontrar en Trifox son las siguientes:

  • Ingeniero: La clase que hemos probado, cuenta con una mochila jet-pack y es capaz de montar estructuras defensivas.
  • Guerrero: Combate cuerpo a cuerpo con un martillo de lo más confiable.
  • El mago: Habilidades místicas y mágicas para crear distracciones y en muchos casos atacar desde la seguridad de la distancia.

Como ya he mencionado, la clase que he podido probar en esta pre-alpha es la de ingeniero, así que todas las impresiones van enfocadas a su jugabilidad. En esta versión, no he visto demasiado del componente plataformero, pero he de decir que el control a dos sticks es bastante más cómodo de lo que lo recordaba en la época de PlayStation 1 o PlayStation 2.

Como ingeniero he tenido que recorrer el mapa activando algunos dispositivos y enfrentándome a oleadas de enemigos. Para esto he utilizado una combinación de jet-pack (ideal para escapar de los enemigos en tierra) y fuego primario (un arma que no sabía bien cómo definir, pero es de fuego rápido).

Las oleadas de enemigos pueden parecer sencillas, pero pueden llegar a ser realmente demenciales si se juega sin estrategia y te lanzas a lo loco. Ojo que con esto no quiero decir que Trifox sea un juego estratégico, pero sí que tampoco puedes ir tan a tumba abierta sin ser penalizado por ello.

Pero aún con esto, no es suficiente para hacer frente a las oleadas de enemigos (unos cangrejos sacados del mismo infierno), así que lo más sabio es recurrir a las habilidades especiales: construir torretas, construir muros de concreto y colocar minas de fragmentación. Todas estas habilidades son muy poderosas, incluso podríamos considerar que están rotas, pero para compensarlo todas ellas cuentan con un "pero" que evita su abuso indiscriminado.

  • Las torretas son capaces de destruir a varios enemigos, pero sólo en daño cuerpo a cuerpo, y pasado un tiempo se autodestruyen. Para volver a montarlas hay que esperar un poco.
  • Las barricadas pueden atrapar enemigos, pero también a nosotros. Cuentan con una vida limitada y grandes oleadas las destruyen en poco tiempo.
  • Las minas pese a ser poderosas armas de destrucción, también pueden causarnos daño y hacer que nuestra partida termine por culpa de un descuido en mitad del caos.

Además, añadir el hecho de que las estructuras se pueden montar en casi cualquier lugar, incluso en paredes.

Y ¿cómo se recompensa luchar contra hordas de cangrejos endemoniados? ¡Con una batalla contra un jefe final enorme! batalla que dicho sea de paso, pese a no ser tan complicada, me ha recordado a aquellos tiempos luchando contra Tiny en Crash Bandicoot.

Good old times

Quien me haya leído u oído en los podcast sabrá que soy un enemigo de la nostalgia, pero con Trifox me pasa algo muy extraño. Pese a que no he podido jugar demasiado de su parte plataformera y me encontraba frente a una pre-alpha, ha sido divertido.

Las jugabilidad, aunque cuenta con bases antiguas, no se me ha hecho anacrónica en ningún sentido. Ha sido completamente sencilla y amigable, e incluso derrotar a los condenados cangrejos ha terminado siendo satisfactorio tras tanto sufrimiento. Además, la batalla contra el jefe final y lo colorido de los escenarios ayudan a darle bastante vida al juego.

A Trifox aún le queda un camino largo por recorrer, y puede que en su versión final cometa más de un error, pero de momento se lleva mi aprobado y se une a mi lista de títulos en seguimiento.