El mundo del copyright debe proteger los derechos de la música y garantizar que nadie utilice el trabajo de autores en beneficio propio o para fines con los que estos no estén de acuerdo.

Esa es la teoría, claro, pero por desgracia en la práctica gran parte de estos derechos pertenecen a compañías discográficas, gigantes corporativos que intentan sacar tajada cada vez que pueden, incluso a costa de hacer campañas de derribo contra toda clase de contenido.

Complicado y sin herramientas

Esto último es lo que ha sucedido con Twitch, conocida plataforma de streaming que se ha visto obligada a ser más rigurosas con sus normas (ya existentes), eliminar una gran cantidad de clips de los años 2017 a 2019 y castigar a los infractores con los tan temidos strikes.

Con cerca de 100,000 clips, hacer esta clase de limpiezas supone una tarea casi imposible, así que de momento Twitch anima a sus usuarios a eliminar todos aquellos clips que parezcan infringir las normas de copyright.

 

Sé puede parecer injusto, pero es así como funciona el mundo de la música cuando de derechos de autor se trata. Incluso dentro de la industria de los videojuegos, el tema de las licencias musicales y derechos, especialmente de música comercial, ha dado más de un quebradero de cabeza a varias desarrolladoras. De momento lo mejor que puedes hacer es tener cuidado y echar un vistazo a las Directrices sobre música de Twitch.

Si sólo sois viewers, no debéis olvidar que a lo largo de este mes está disponible el Summer of Pride 2020, un evento digital que  presenta a varios streamers de Twitch jugando juegos queer-positivos y recaudando dinero para organizaciones benéficas LGBTQ +.

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