La preservación del videojuego siempre parece que es un tema pendiente, son varias las opiniones de cómo, o dónde se deben resguardar las joyas que nos brinda este medio, pero llega a Madrid un hito importante en esta materia, además de mostrar un espacio de confluencia para muchos títulos, y consolas, aterriza en la capital de España OXO Museo del Videojuego Madrid, y pude acudir a su inauguración este pasado lunes.
El museo dispone de varias plantas, cada una de ellas con una finalidad concreta, donde cobra gran interés la primera de ellas al tratarse de una exposición permanente que repasa los 70 años de historia del videojuego a través de diferentes sistemas, además de incluir textos explicativos, y la posibilidad de probar varios videojuegos clásicos.
Pero para no adelantar acontecimientos, os relataré mis sensaciones, planta por planta, ya que a cada tramo me sentí en un túnel del tiempo por el que transité con emoción, y que remarcó la importancia de la existencia de este museo.
La presentación de OXO Museo del Videojuego
Para dar el pistoletazo de salida a la inauguración, tuvo lugar una presentación en la planta baja del museo que alberga un atrio dispuesto para diferentes eventos, en ella tuvieron voz diferentes personalidades como Francisco Salado, el presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, Ángel Niño, concejal de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid; y Luis Martín, viceconsejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid;
También vimos a Carmen Páez, subsecretaria de Cultura del Ministerio de Cultura, Alberto González, presidente de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) y Javier Ramos, CEO y fundador OXO Museo del Videojuego y Santiago Bustamante, Director cultural de OXO Museo del Videojuego.
En la presentación se recalcó la importancia de la preservación del videojuego, debido a que es un medio que aporta interés cultural, además de encontrarse en constante crecimiento a nivel de ventas y posibilidades. A su vez, el valor artístico es innegable, por lo que es importante promover su divulgación, así como congregar todo ello en un espacio donde poder apreciar todos sus aportes.
En palabras de Javier Ramos:
A través de exposiciones y actividades, fomentamos la creatividad, la innovación y el entendimiento social, brindando un punto de encuentro para todos los públicos.
También busca ser un punto turístico destacable dentro de la capital, donde toda persona amante de los videojuegos quiera visitar todo lo que tiene por ofrecer, y puede funcionar como una forma de mostrar el pasado y presente de los videojuegos a las generaciones actuales.
El túnel del tiempo de la primera planta
Como no podía ser de otra manera, el comienzo del recorrido se produce a través de la exposición permanente “70 años de historia de los videojuegos” donde se muestran los primeros dispositivos destinados a los videojuegos, pasando por arcades, consolas “enfrentadas”, hasta un plantel de portátiles que son todo un golpe directo a la nostalgia.
El arcade es Una gran zona donde detenerse, puesto que transpira esa nostalgia tan bienvenida, con diferentes máquinas que disponen de verdaderos clásicos como el Street Fighter 2, o el Pac-Man, pero sorprende para bien el arcade Luigi's Mansion, todo un descubrimiento dentro del museo. En ella tenemos aspiradoras que funcionan de mando para atrapar fantasmas, conseguir monedas, y secretos en este arcade ideado por Capcom.
Sin duda es una máquina realmente divertida en la cual podría haber pasado la mañana entera, pero para seguir debíamos continuar el recorrido, y llegamos a ver obras de arte situadas en las diferentes zonas, así como figuras de gran tamaño de personajes como Lara Croft, Malenia, algún que otro protagonista de Assassin’s Creed, y varios más que es mejor dejar al descubrimiento personal.
Durante el recorrido están disponible muchas consolas, con sus correspondientes televisiones de tubo, para probar títulos como Resident Evil 4 en una Game Cube, el Pro Evolution Soccer 4 en PlayStation 2, Sonic Adventures en Dreamcast, o The Legend of Zelda: Ocarina of Time en una perfecta Nintendo 64, entre otros muchos títulos a descubrir, con parada obligada en un PC de época preparado para jugar al primer DOOM.
Los 30 años de PlayStation
La segunda planta alberga la exposición temporal “30 años de PlayStation. Para Nosotros Jugadores”, la cual muestra un repaso por todo el legado de las consolas de PlayStation, desde sus inicios con la primera de ellas, hasta la actual generación de PlayStation 5.
Esta muestra estará disponible hasta el 14 de Septiembre de 2025, así que hay tiempo de sobre para verla, porque merece la pena gracias a varios factores, como la posibilidad de jugar a Gran Turismo 7 en un asiento con volante y pedales preparado para la ocasión, además de poder jugar a títulos del calibre de Uncharted 3, Metal Gear Solid, Bloodborne, y varios más que siempre recordaremos.
Este gran repaso a la consola de Sony es un gran aliciente para visitar el museo, ya que es recomendable detenerse en los carteles informativos para conocer más sobre todo lo que rodea a la historia de de PlayStation, mientras queremos probar cada juego mostrado.
En esta segunda planta también hay cabida para una sala de LEGO donde dejar volar la creatividad, y una sala dedicada a la Realidad Virtual donde poder vivir de primera mano las posibilidades de esta tecnología, además de disfrutar de experiencias en vídeo en asientos preparados para la ocasión.
En esta zona hay varios puntos clave donde poder hacerse fotos, como un espacio para simular la portada de God of War: Ragnarok, en el cual podemos saber si somos dignos, o dignas de portar el martillo de Thor, o el hacha de Kratos.
Sensaciones y vivencias
Cuando alguien se pregunte sobre la necesidad o no de la existencia de un Museo del Videojuego, recomiendo que se pase por OXO Museo del Videojuego Madrid para experimentarlo de primera mano, ya que sentí un verdadero viaje a través del tiempo, y pude apreciar consolas que tuve, algunas que conservo, y otras que, por desgracia, no.
Estas sensaciones de reencuentro con dispositivos que han formado parte de mi infancia elevan el valor del museo, porque no todo el mundo tuvo la oportunidad de disfrutar de varias de las consolas mostradas, o simplemente se difumina el recuerdo, pero a la Mega Drive la recuerdo como si sostuviera sus mandos ayer mismo, y eso es una vivencia muy positiva.
Me preocupa que se desgaste el estado de conservación de cada consola, de cada juego, y de cada mando cuando pasen por muchas manos, pero confío en el buen hacer del museo para conservar todos los tesoros que alberga. Sobre todo, me quedo con la buena sensación de ver las sorpresas que aguardan en cada esquina, esa sensación de nostalgia, que dibuja una sonrisa en cada tramo.
El museo cuenta con actividades educativas y eventos especiales para no quedarse en un plano estático, sino que también se entiende como un espacio de encuentro para todas las edades, donde jugadores y jugadoras pueden disfrutar de este medio digital, mientras quienes quieran aprender más sobre él tienen la posibilidad dentro de este espacio.
En la planta baja cuenta con una tienda especializada con diferentes objetos y merchandising de videojuegos, así como de otras franquicias de cine, anime, y series, ampliando la oferta disponible. En el sótano se sitúa The Cave, un espacio disponible para eventos privados, que conserva su estética de ladrillo visto, asemejándose a una verdadera mazmorra.
A partir de este 4 de diciembre ya se pude visitar en Calle del Postigo de San Martín, 8 en la Plaza Callao, en pleno centro de Madrid, preparado para darnos un verdadero viaje en el tiempo dentro del mundo de los videojuegos, y donde probar muchos títulos que se quedaron en nuestro tintero vital, o para recordar como era sostener unos mandos determinados, estamos ante un museo lleno de arte.