Si alguna vez has deseado debatir premisas sobre política y filosofía con figuras históricas, estás de enhorabuena, porque os traigo las primeras impresiones de la demo de Pro Philosopher 2: Governments and Grievances, que recoge todo lo bueno de la saga Ace Attorney para darnos debates intensos e interesantes con mucho humor, aquí no hay abogados, pero sí que hay objeciones.

Imagino que no mucha gente conoce esta saga de Intelligible Games, pero tenéis disponible el primer título de forma totalmente gratuita en Steam, por si queréis pasaros unas cuantas horas debatiendo con filósofos como Platón, o Kant, e intentar ponerles contra las cuerdas con sus propios comentarios y argumentos.

En está segunda parte basa gran parte de su discurso sobre política, pero siempre hay hueco para otro tipo de cuestiones importantes y trascendentales, así que vamos a echar un ojo a todo lo que nos puede ofrecer.

Debates con Maquiavelo

En la versión demo solamente es posible debatir con Maquiavelo, pero eso no es malo, porque tiene unos cuantos argumentos que contarnos, entre ellos, que un líder siempre debe regir con mano dura, y bajo el miedo. Para ello, nos pondremos en la piel de Ariadna, la hija de Sócrates Jones, quien protagonizó la primera entrega, en sus años universitarios, pero llega a un reino situado entre la vida y la muerte.

Para salir airosas de esta situación debemos enfrentarnos con pensadores de todas las épocas, como John Locke, Confucio, y el propio Maquiavelo, y así volver a nuestro día a día. El juego se plantea como una novela visual llena de humor, y momentos tensos, donde las batallas dialécticas tienen gran parte del protagonismo.

Guarda mucho de la saga Ace Attorney, ya que podemos pedir a nuestros contrincantes que nos aporten más información sobre cada una de sus premisas, o que nos aclaren las mismas, así como intentar lanzar una objeción cuando encontremos algún tipo de incorrección, o incongruencia, por lo que debemos prestar mucha atención a todo lo que cuentan.

El propio juego guarda aquellas objeciones que pueden ser importantes, pero no indica cuál debe ser usada en los argumentos del filósofo de turno, aunque siempre tenemos la opción de decirle a Maquiavelo que huele mal, pero eso simplemente nos lleva a perder credibilidad, que es la barra que mide nuestro nivel de éxito, si se acaba, perdemos la partida.

Mecánicas sencillas

Quien haya jugado a la saga de Phoenix Wright, encontrará un entorno familiar en Pro Philosopher 2: Governments and Grievances, ya que varias de sus mecánicas son parecidas y no se esconde en el intento. Esta novela visual nos presenta a los personajes en un inicio para saber a quién nos enfrentamos.

Una vez que conocemos a esta figura, en este caso a Maquiavelo, el juez da comienzo al debate, donde el filósofo presenta sus argumentos, los cuales recomiendo leer con atención, e ir escudriñando cuáles pueden ser aquellos dónde hay mayor nivel de fisuras o incongruencias.

Para ello, podemos pedir a Maquiavelo que amplíe información, o que nos demuestre la veracidad de ese argumento con sus propias palabras, y más adelante se abre la opción de presentar una objeción, que en este caso se muestra con un cartel de “NONSENSE!”, pero nuestro contra argumento debe darlo por válido el juez y tener sentido, un hecho que aumentará nuestro nivel de credibilidad.

La parte interesante de Pro Philosopher 2: Governments and Grievances es su manera de mostrarnos a cada personaje, así como el contenido de las conversaciones, las cuales son bastante interesantes e invitan a la reflexión, no he visto argumento vago, o poco cuidado, todo tiene un por qué y casa con la personalidad del filósofo. Sin duda se trata de una gran oportunidad para ponernos en el escenario de debate con figuras históricas, donde podemos rebatir cada cosa que dicen, pero siempre con sentido, y con educación.

Aunque el humor no falta a la cita, al igual que en la saga de CAPCOM, porque siempre hay algún que otro comentario jocoso, dudas demasiado directas, o simplemente se nos abre la opción de decirle a un filósofo que huele mal, solo por gusto y diversión.

Avance gráfico

El salto gráfico del primer título hacia esta segunda parte es remarcable, ya que los diseños del original no estaban tan cuidados como en esta nueva entrega, donde el aspecto de los personajes, así como sus animaciones son de gran calidad.

El diseño de arte es todo un acierto, y nos sentiremos dentro de una novela visual cuidada, en la que queremos ver nuevos personajes para conocer su diseño, y sobre todo, sus animaciones en aquellos momentos más incómodos e hilarantes.

A nivel sonoro siempre tendremos una melodía que acompaña a los momentos de argumentación, otra para los giros de guion, y no podía faltar aquella que nos aporta alegría cuando hemos hecho una buena objeción. De momento, el título se encuentra en inglés, al igual que su primera parte.

Conclusiones temporales

La demo de Pro Philosopher 2 puede ser una buena puerta de entrada para echar un primer vistazo a la saga, ya que es muy amigable, poco exigente, pero nos dará unos buenos momentos de debate y duda, donde la posibilidad de fallar está ahí, pero utilizando nuestro ingenio e inteligencia siempre podemos llegar al argumento correcto, y sacarle los colores a Maquiavelo.

El contenido del debate da grandes esperanzas del contenido final, que tiene todas las papeletas de ser muy interesante, con debates sobre filosofía política que son importantes, y es una vía muy divertida de conocer las diferentes corrientes que puede haber en esta parte de la filosofía, mientras disfrutamos de una aventura narrativa bien diseñada, y con alicientes para seguir enfrentándonos a cada filósofo que se presente.

Si quieres probar todas las bondades de este título, disponéis de esta demo durante el Steam Next Fest de este mes, así que preparad el cerebro, y prestad mucha atención a cada palabra que sale de la boca de Maquiavelo, que tiene muy claro su discurso, pero podemos buscar aquellos argumentos que no son tan coherentes, y así debatir de forma sana, para ayudar a Ari en su búsqueda de la salvación.