El mundo de las licencias y las IP es un tanto complicado. Por lo general, los jugadores y prensa sólo conocemos el resultado final, pero muchas veces todas esas historias acerca de reuniones e intentos de acuerdo caen en el olvido.
Afortunadamente el caso de Spiderman no será uno de esos y, aunque no se pueda viajar atrás en el tiempo y cambiar las cosas, su historia nos sirve para conocer un poco más acerca de esta, nuestra industria.
En pasajes recogidos del libro "The Ultimate History of Video Games, Volume 2", de los que nos hacemos eco gracias al usuario Nightengale de ResetEra, Jay Ong (quien en su día fuese vicepresidente de Marvel Games), explica cómo es que en 2014 su primer gran desafío fue descubrir los motivos tras el fracaso de las IP de Marvel en el mundo de los videojuegos.
La respuesta resultó ser mucho más sencilla de lo que el propio Ong habría pensado, y es que todos los enfoques que se habían realizado hasta dicho momento eran cortoplacistas y sólo estaban pensados para un aprovechamiento rápido de las IP.
Si esto os suena de algo, quizá se debe a que por aquellos años era bastante común ver un juego a los pocos meses de estrenarse una película (o incluso antes).
El socio buscado debía tener un gran talento detrás, contar con recursos y estar comprometido con la calidad
Tras tener estas tres cualidades claras, el citado ejecutivo descartó a Nintendo. No por el hecho de que les faltase alguna de esas cualidades, si no debido a que Nintendo siempre ha estado más centrada en desarrollos propios.
Es entonces cuando Xbox y PlayStation entraron en juego. Para sorpresa de todos, Microsoft rechazó la oferta argumentando que se encontraba enfocada en la creación de sus propias IP. Esto es algo bastante curioso, pues en aquellos años Microsoft perdía terreno en el mercado de consolas y cualquiera habría pensado que este acuerdo sería ideal para ellos.
El inicio de un romance
Tras el no de Microsoft, PlayStation tuvo su oportunidad y parece que el romance fue a primera vista. Los ejecutivos de la marca japonesa ofrecieron crear un Triple A exclusivo de Spider-Man, uno que sería capaz de rivalizar con la saga Arkham del bueno de Batman.
A los mandos del proyecto quedó Insomniac Games, un estudio independiente que por aquellos años se había convertido en uno de los socios más importantes de Sony y contaba en su haber con juegos como Spyro the Dragon, Ratchet & Clank, Resistance: Fall of Man, o Sunset Overdrive.
Curiosamente, Sunset Overdrive, un juego que hasta ahora sigue siendo exclusivo de Xbox en consolas, fue una de las bases para trabajar en este nuevo juego de Spiderman. La libertad de movimiento y acrobacias que permitía dicho título fueron el campo de pruebas perfecto.
Activision a casa
El resultado final de esta historia lo conocéis todos y todas, pero antes de que pudiese comenzar había un pequeño detalle que finiquitar.
La licencia de Spider-Man se encontraba en manos de Activision, quienes con excepción del 2003 habían estrenado un juego anual de 2000 a 2008. En aquel momento, Activision se encontraba más centrada en el "ahora y ya" que en una apuesta a futuro. Algo contra lo que Marvel buscaba combatir.
La situación se resolvió sin grandes contratiempos, firmándose un acuerdo que según Ong terminó beneficiando a ambas partes. Fue entonces, cuando tras el clásico apretón de manos surgió la pregunta "¿Qué vas a hacer con la IP?" A lo que Ong respondió con "Le buscaré un mejor hogar".
Activision, confiada y suponiendo que Spider-Man sin ellos tal vez no sería nada, sólo se limitó a responder "Suerte encontrando a tu unicornio".
De más está decir que Spider- Man encontró un hogar ideal dentro de PlayStation, mientras que Xbox siguió a lo suyo tuvo momentos muy difíciles, pero consiguió salir adelante llegando a hacerse con la mismísima Activision.
Square Enix intentaría replicar esta historia, pero aunque sus dos juegos (Marvel's Guardians of the Galaxy y Marvel's Avengers) no fueron malos, no se convirtieron en los grandes súper ventas que todos imaginaban.
Puede que en otro universo Xbox dijese que sí, pero ahora mismo todo lo que importa es que nuestro arácnido amigo está feliz en su hogar actual y sus historias se expandirán muy pronto.
